Gabriel Lage: "La obsesión es mi mejor aliada en la alta costura"

Meticuloso, perfeccionista y cultor del bordado, se consagró como el gran referente argentino de la alta costura en el plano internacional. El diseñador recibió a Infobae en su atelier de Recoleta e indagó en la magia de sus creaciones

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Infobae accedió al exclusivo atelier
Infobae accedió al exclusivo atelier de costura de Gabriel Lage que mostró por primera vez al público (Nicolás Stulberg)

Su currículum refleja 25 años de trayuectoria profesional, pero ya pasaron 40 años desde que empezó a encariñarse con el hilo y la aguja, poco después de que su padre se obsesionara con transformarlo en sastre. Es considerado uno de los grandes referentes de la alta costura Argentina y un enamorado del proceso de creación. Gabriel Lage, ese hombre ameno, de perfil bajo, amable y con lenguaje seductor disfruta de su consolidación como uno de los principales representantes locales en la primera línea de la alta costura internacional.

"No se puede engañar a la alta costura, las clientas se prueban un vestido y valoran el proceso artesanal. Un vestido puede llevar hasta 6 meses para ser confeccionado, la gente no se imagina cuantas manos trabajan en esa pieza", le dijo en una entrevista a Infobae, en medio de su atelier exclusivo en el barrio de Recoleta.

Amante del proceso de creación, su sello personal es generar piezas irrepetibles a través de texturas y materiales nobles: hilos de seda, gasas, guipures, mostacillas, pailletes un infinidad de posibilidades.

Lage ganó terreno y reconocimiento internacional a lo largo de los últimos años. En el 2015 fue el representante argentino en la World Fashion Week en París, la vidriera más grande de la alta costura a nivel mundial.

"Hicimos un trabajo de hilo de seda. Cuando lo expuse en Milán, nadie podía creer que ese trabajo se siga realizando a mano y en nuestro país. Lo examinaban más de un vez, estaban atónitos".

Su atelier de 500 metros, estilo francés, con techos altos, espacios amplios y luminosos, es el espacio perfecto para la realización de impactantes piezas únicas. Meticuloso, perfeccionista, y con la confianza ciega en su equipo de 20 personas, Lage aún conserva la disciplina que le inculcaron desde niño y eso se refleja en cada puntada.

"El mundo de la moda me fascinó desde muy pequeño. Yo comencé con unos encargos para una boutique de Barrio Norte. Los ponían en vidriera y se vendían muy rápido"

Su padre no esperó demasiado para encaminarlo en la profesión. De hecho, la sastrería se transformó en una propiedad siempre presente en el ADN de la sangre Lage. El diseñador confensó que al principo lo odiaba pero que luego le encontró la utilidad a todo lo incorporado mediante esa obsesión familiar.

El fabuloso desfile de la
El fabuloso desfile de la presentación su colección “XXV” en el Palacio Paz (Juan Villagran – PhotoJohnny)

En el mundo de la alta costura, Lage se convirtió en el favorito para diseñar ropa de fiesta, novias y madrinas. Así y todo, el protagonista confiesa que el feeling con el cliente es clave para la creación: "No sé cómo nombrarlo, pero es muy importante la relación que establezco con la mujer para poder diseñar".

Además cuenta con una selecta clientela, como la primera dama argentina, Juliana Awada, a quien vistió para la cena de gala compartida junto a su marido, Mauricio Macri, el presidente de EEUU Barack Obama y su mujer, Michelle. También creó modelos para Mirtha Legrand, Pampita, Paula Chaves y Barbara Diez. Todas lo eligieron para celebraciones relevantes, fiestas glamorosas y eventos protocolares, por su amor detrás de cada puntada.

La primera dama lució un
La primera dama lució un vestido de la colección de Gabriel Lage, corte en la cintura de encaje y tono azul (REUTERS)

"Cuando Juliana Awada nos llamó para vestirla, el atelier fue una fiesta, estábamos exultantes. Fue emocionante verla lucir uno de mis diseños, eso me da ganas de seguir", dijo.

El diseñador admira la personalidad de la primera dama a la hora de lucir un vestido, aunque le gustaría que se "atreviera" a más. "Creo que podría llevar algo más alta costura. Es una mujer que cuando se anime, lo va a llevar de un modo etéreo".

 ¿Cree que el culto al bordado y los detalles de autor son su sello personal?

Mi obsesión fue lo que me permitió crecer. Soy muy estricto con la calidad.
Desgraciadamente, nunca aprendí a delegar, por más que tengo extrema confianza en mi equipo. Ser estricto con la calidad es lo que permitió que creciéramos. Ese fue el secreto de nuestro éxito.

– Muchos diseñadores argentinos se adjudican el título de alta costura, ¿todos los cumplen?

Alta costura hay una sola. Las clientes se dan cuenta en el resultado final. Hay normas francesas que rigen la alta costura. Nosotros no somos miembros porque solo accede un grupo muy selecto, pero el 97% de las normas las cumplimos. Es fundamental la cantidad de manos que pasan por un vestido para que sea de alta costura. Primero, lo diseño con una musa, luego la modista, luego el diseño de la tela con mi boceto, un bordador de hilos, luego otra vez a un modista y el planchado.
Un vestido de alta costura tarda un promedio de tres meses hasta su finalización. Y con bordados de piedras puede demorarse mucho más tiempo: seis meses de trabajo minucioso en los que todo se cambia, se modifica. Es un trabajo muy fuerte y artesanal.

– Cumplió 25 años en la moda, ¿cuál cree que fue su aporte en la moda Argentina ?

Argentina es un país muy difícil para los diseñadores. Estamos lejos, no tenemos acceso a los materiales. Hasta hace 10 años ni siquiera teníamos acceso a las tendencias internacionales. Disfruté mucho de crecer con mis clientas, arriesgar con este espacio. La experiencia fue magnífica. Tratamos de no aburrir, de innovar con técnicas, probar, experimentar pero sobre todo vivirlo con las mujeres.

Gabriel Lage le abrió las
Gabriel Lage le abrió las puertas de su boutique junto a sus majestuosas creaciones (Nicolás Stulberg)

-¿Argentina tiene con qué competir con la alta costura europea?

Estamos a la altura de la alta costura europea, el problema es la falta de inversión, son necesarios más grupos económicos. Los costos de confeccionar un vestido son siderales y no todos se venden. Es un riesgo. De todos modos, la Argentina tiene mucho potencial. Me arriesgo a decir que algunos diseñadores argentinos superan a creadores internacionales. Lo que más motiva es que nuestra primera dama está apoyando cada vez más al lucir un vestido de diseño argentino.

Diseño de la última colección
Diseño de la última colección de Gabriel Lage que le gustaría que luciera la primera dama Juliana Awada

– ¿Cómo fue el hecho de diseñar el vestido de Juliana Awada para la cena junto a los Obama?

Vestir a un icóno de la moda y que esa imagen circule por el mundo es algo increíble. La repercusión fue maravillosa. Su trato, además… sin palabras.  Awada es nuestra mejor vidriera, es nuestra ventana al mundo porque estamos muy lejos, este fue el broche de oro para coronar estos 25 años. Sin embargo, otro momento memorable fue ver una publicación de mi colección "Fractal" en la revista de alta costura más importante del mundo Collezioni, junto a Armani, Chanel, Dior.

– ¿Hay algún diseño suyo que le gustaría que luzca Juliana Awada?

Hay un vestido de mangas largas, con escote bote y un género labrado, que me encantaría para ella. Es algo mínimo pero que encima tiene un trabajo muy fuerte. Igual creo que es de la mujeres que se puede poner casi todo, sin ningún problema.

Gabriel Lage también cuenta una
Gabriel Lage también cuenta una linea de tocados y novias (Nicolás Stulberg)

– ¿A quién le gustaría vestir que aún no lo ha hecho?

A la Reina Rania de Jordania, una mujer fantástica, que creo que tiene que ver mucho con el estilo de Juliana Awada. Mi asignatura pendiente seria Kylie Minogue, su relación con la música y la moda y es un poco lo que vivi en mi vida.

– ¿Cuáles son las tendencias que se imponen en la alta costura?

Son vestidos inimaginables, mezclas de textura, que ni el que fabricó la tela base se imagina que va a terminar de esa manera. Esta es la tendencia que se vive en alta costura, vestidos únicos e irrepetibles. Se imponen los colores suaves que acompañan la piel. Los contrastes ya no se utilizan. Hoy las mujeres son más etéreas, más pálidas y el foco está en el brillo. Hay un regreso a las faldas anchas, aunque la mujer argentina no es amante de este corte. A veces, ni en una "red carpet" de Martín Fierro se animan a llevar. Con respecto a los escotes, predominan los V. Continúa las transparencias, a veces en exceso. Lo más relevante a nivel alta costura es crear texturas, con láser con acrílico , con piedras.

– ¿Cuál es la fórmula perfecta para que una mujer esté radiante?

Lo primero es mirarse al espejo y sentirse fantástica. Para las que no son expertas, mi consejo es que se vistan de manera suave, sin exagerar en joyas y accesorios. La personalidad es lo que va regir en lo que tenga puesto.

 
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