No tendrá el glamour de los parques más lujosos del mundo. O la magia de los de Disney. Pero aún así la oferta es equivalente en diversión. En un pequeño pueblo del norte de Italia llamado Nervesa della Battaglia, en la provincia de Treviso, se halla el Luna Park Ai Pioppi, un centro de atracciones único en el mundo.
Subirse a los juegos en el parque de diversiones es una de las principales actividades de niños y niñas en el mundo. Esta demanda necesita de mucha energía eléctrica para poner en funcionamiento todo el sistema de los juegos. Algo que no aplica para este lugar.
Es que con ayuda de su nieto, el constructor Bruno Ferrin fabricó el singular parque que funciona con la propia fuerza física humana y la ley de la gravedad. De modo que la peculiaridad que lo distingue del resto es que no requiere electricidad.
El complejo ecosostenible, escondido entre los árboles del "Bosco del Montello", cuenta con un total de 45 atracciones que funcionan con la fuerza física del cuerpo y la gravedad. Hay opciones para niños, y otras para los amantes de la adrenalina, como por ejemplo el giro de la muerte, dando vueltas completas dentro de una jaula de protección.
La elaboración del establecimiento estuvo solventada por la "Osteria Ai Pioppi", un restaurante regentado por Ferrin junto con su familia. El acceso al parque es libre y gratuita siempre que sea cliente del local gastronómico.
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