En el máximo refugio de las mentes brillantes de la actualidad están contratando empleados sin títulos universitarios. La declaración sorprende. Durante los últimos años, Silicon Valley se alimentó de los jóvenes más rutilantes de las universidades de élite. Se nutrió del máximo talento universitario a su alcance y los resultados fueron insuperables. Sin embargo, el cambio de enfoque no es casual.
Los líderes de las empresas tecnológicas reconocieron un problema a solucionar: poca diversidad cultural y demográfica. Por ello, la industria se propuso ampliar su target de búsqueda a un perfil no convencional. Se propuso comenzar a sumar a sus filas personas sin títulos de grados de cuatro años de estudio.
En IBM le llaman a este nuevo modelo de iniciativas como "puestos de trabajo de nuevo perfil". Según Sam Ladah, vicepresidente de Recursos Humanos de la compañía, se trata de mirar hacia nuevos horizontes para detectar talentos antes no reconocidos.
"Los consideramos basados en sus habilidades", señaló Ladah a Fast Company. La empresa tecnológica prioriza los conocimientos técnicos en áreas específicas por sobre si el solicitante tiene o no un título universitario. "Hemos tenido mucho éxito con este nuevo enfoque de contratación", remarcó.
La tecnología democratizó el conocimiento más allá de las aulas de una universidad. Por ejemplo, muchos fanáticos del gaming lograron crear sus propios videojuegos en forma autodidacta. Tal aptitud los vuelve postulantes requeridos para puestos vinculados a la tecnología de la información más allá de los antecedentes que marquen su currículum vitae. "Estamos buscando personas que tengan una verdadera pasión por la tecnología", remarcó Ladah, que aseguró que, en la actualidad, entre el 10 y 15 por ciento de las nuevas contrataciones de IBM no tiene títulos universitarios.
Intel es otro de los múltiples casos de búsqueda alternativa en Silicon Valley. Un programa les da la posibilidad a jóvenes recién salidos de la secundaria de realizar una pasantía en la empresa. Bajo la misma premisa, financian iniciativas que impulsan el desarrollo de la informática en el ámbito escolar.
El objetivo es el mismo: diversificar. Explotar el talento no tradicional. "A través de iniciativas enfocadas en educación, inversión y programas de pasantías para estudiantes de escuelas secundarias y universidades comunitarias, nuestro objetivo es atraer una piscina de talento diversificada a carreras tecnológicas como ingeniería e informática", sostuvo Danielle Brown, su vicepresidente de Recursos Humanos.
Más allá de la diversidad
Pese a que la principal razón que esgrimen radica en un perfil de empleado diferente dentro de la plantilla, hay otro motivo. En 2015, el entonces presidente de Estados Unidos Barack Obama introdujo un plan llamado TechHire con la intención de que más personas adquieran las habilidades pertinentes para ocupar puestos informáticos. En el momento del anuncio, Obama dijo que había más de 500.000 puestos de tecnología sin ocupar. Además, una estadística reciente del Departamento de Trabajo estadounidense, reveló que hasta un millón de empleos en programación estarán vacantes para 2020.
Por eso, las empresas de Silicon Valley, más que en un acto de beneficencia en su búsqueda alternativa, más que hacer lo "correcto", tomaron esta medida para solucionar un problema en el corto y mediano plazo.
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