La depresión, en general, suele ser provocada por factores ajenos al propio control: la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo o problemas financieros, por ejemplo. Pero las pequeñas elecciones que se toman cada día también pueden afectar al estado de ánimo. Incluso más de lo que uno puede notar. La interacción con las redes sociales, una rutina de ejercicios, e incluso la forma de caminar pueden condicionar la felicidad del día a día. Afortunadamente, la ciencia tiene estudiados muchos de estos comportamientos y pueden ser modificados.
Caminar con la cabeza gacha
No es novedoso que el estado de ánimo puede condicionar la postura física, pero caminar con una postura encorvada y la cabeza hacia abajo también puede hacer el efecto inverso, según un estudio publicado en el Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry.
Los investigadores descubrieron que cuando se les pedía a los participantes que caminaran con los hombros inclinados, encorvados y con movimientos mínimos de brazos, experimentaron peores estados de ánimo que aquellos que tenían más fuerza en sus pasos. Incluso los que caminaban con una postura triste recordaban cosas más negativas en lugar de cosas positivas. Caminar con la frente y el mentón hacia arriba, balanceando los hombros, podría ser el puntapié inicial para mantenerse positivo y potenciar el estado de ánimo.
Sacarle fotos a todo
El desarrollo de las tecnologías que permiten llevar en el bolsillo múltiples funciones (sacar fotos, filmar, grabar audios, escuchar música, compartir todo con amigos y desconocidos a todo momento) condiciona directamente la manera de disfrutar cada momento y cómo recordarlo, de acuerdo con un estudio publicado en la revista científica Psychological Science.
En el estudio, los participantes hicieron una visita a un museo, observando algunos objetos y tomando fotos de otros y los resultados demostraron que tuvieron más dificultades para recordar los objetos que fotografiaron en comparación con los que vieron. "La lente es un velo delante de sus ojos y no nos damos cuenta de que está ahí", señaló la doctora Diedra L. Clay, PsyD, presidenta y profesora asociada del departamento de psicología de consejería y salud de la Universidad Bastyr, Estados Unidos. Aunque es bueno tener fotografías para revivir buenos momentos, para mejorar el estado de ánimo es mejor, según los autores de la investigación, disfrutarlos al máximo y participar.
Dejar que una provocación se apodere de las emociones
La intimidación y lo que se conoce como "bullying" no terminan cuando se acaba la escuela. Actualmente en el mundo millones de trabajadores son víctimas de un provocador en algún momento de sus carreras. "Ser atacado maliciosamente en el lugar del orgullo y la autoestima continuamente puede ser devastador y te vuelve volátil emocionalmente, de modo que es incluso difícil levantarse e ir a trabajar", explicó el doctor Erin K. Leonard, psicoterapeuta y autor del libro Terrorismo emocional: romper las cadenas de una relación tóxica. En estos casos, siempre es importante consultar un especialista para discutir qué es lo que puede estar sucediendo y cómo lograr que esto no tenga efectos negativos en la salud mental.
No hacer ejercicio
Hacer actividad física tres veces a la semana disminuye el riesgo de depresión en un 19 por ciento, según un estudio publicado en JAMA Psychiatry. Después de haber seguido a más de 11 mil personas nacidas en 1958 hasta la edad de 50 años, y registrando síntomas depresivos y niveles de actividad física a intervalos regulares, los investigadores de la University College de Londres encontraron una correlación entre la actividad física y la depresión. Las personas que estaban deprimidas tenían menos probabilidades de estar activas físicamente, mientras que las que eran activas tenían menos probabilidades de estar deprimidas. De hecho, por cada vez que hacían actividad, el riesgo de depresión disminuía en un 6 por ciento.
Sostener una relación tóxica
"Tengo muchos clientes que sufren de ansiedad y depresión pero no se dan cuenta de que es debido a una relación tóxica", indicó Leonard. "Estos vínculos destruyen la autoestima y es porque generalmente las parejas provocan el sentimiento de ser incompetentes o egoístas. A veces se tarda años en darse cuenta de que la depresión y ansiedad provienen de las relaciones sentimentales". Es importante prestar atención a las señales que pueden indicar que la pareja es abusiva. Luego, consultar a un profesional, un miembro de la familia o un amigo cercano para poder corroborarlo y actuar en consecuencia.
Ser multitarea
Todos somos culpables de querer ser multitarea: almorzar en el escritorio de trabajo, mirar Facebook mientras vemos televisión y miles de otras combinaciones infinitas. Las investigaciones demuestran que aunque muchas personas creen que son más productivas mediante la multitarea, ese no es el caso. El multitasking simplemente nos deja estresados, ajenos a nuestro entorno e incapaces de comunicarnos eficazmente. Desconectar esa fuente de depresión es tan sencillo como prestar atención a lo que sea que estemos haciendo y a lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Permitir que el cerebro procese todo lo que le está sucediendo en tiempo real puede ser lo mejor que podemos hacer por la salud mental.
No tener sentido del humor
Si los sentimientos como la vergüenza, la ansiedad o la humillación son recurrentes, es probable que exista un problema con la capacidad de reírse de uno mismo. "Hay muchos estudios que muestran los beneficios de la risa en nuestra salud y esto incluye la salud mental", explicó Leonard. "La risa es la medicina más rápida para la ansiedad y la depresión". Es importante darle un espacio al humor, con pares, con la pareja, con amigos, a través de un libro, una película o una serie. Al final del día puede ser determinante.
No dormir bien
"El sueño afecta a todo", explicó la doctora Clay. "Tanto las capacidades emocionales y mentales, así como el funcionamiento de nuestros cuerpos. El sueño es la forma que tiene nuestro cuerpo de regenerarse y sin él se produce un mal funcionamiento del sistema". Es importante reconocer las causas por las que se produce poco sueño o de mala calidad y construir una rutina saludable de descanso.
No pasar tiempo solo
Entre actividades laborales, académicas, familiares, entre otras, a veces es difícil tener un momento de soledad con uno mismo. Leonard subrayó la importancia de encontrar tiempo para la intimidad con uno, ya sean 10 minutos, una hora o un día. Si una persona sana no se toma el tiempo de hacer las cosas por sí misma, la depresión y la ansiedad se arrastran y se acumulan, según los especialistas en salud mental. Es una buena idea programar momentos de la semana que sean para disfrutar la soledad.
No hablar con nadie
Utilizar preferentemente aplicaciones y herramientas de mensajería instantánea para mantenerse en contacto con amigos, familia o colegas profesionales atenta contra el contacto y el intercambio significativo con otras personas. "Las páginas de Facebook son entretenimiento", puntualizó Clay. "Estas no son conversaciones verdaderas que nos permiten entender a la gente, sino que disminuyen nuestras experiencias y sentimientos". Michael Mantell, un entrenador de ciencias del comportamiento en Estados Unidos está de acuerdo.
"Los dispositivos electrónicos personales (como los teléfonos inteligentes) también impactan en la atención, las demandas de gratificación inmediata y las expectativas de que la pulsación de un botón puede llevar a una conexión instantánea", dijo Mantell. "También hemos aprendido a no tener conexiones cara a cara, solo virtuales, lo cual afecta nuestra capacidad e interés en sentarnos en la misma habitación con alguien y realmente conversar con otras personas cara a cara".
"A fin de cuentas, el número de seguidores que tenemos no importa", señaló Clay. "Pero los amigos sí". Así como es importante disfrutar de la soledad, es fundamental tener el espacio de compartir con otras personas, al menos una vez por semana.
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