Game of Thrones se destaca por sus impactantes locaciones. También sobresale por sus inigualables efectos especiales, sus batallas épicas, sus dragones imponentes. Todos los factores se conjugan y transforman a la serie en el gran éxito televisivo del momento. Sin embargo, al parecer la razón de fondo es otra.
Basado en 2,3 millones de mediciones de 300 espectadores que se tomaron a través de la aplicación Cardiogram, se desarrolló el estudio "Lo que Game of Thrones provoca en el ritmo cardíaco" en el que pudieron precisar los momentos que desataban la adrenalina de los fanáticos.
La investigación se desarrolló en los primeros cuatro episodios de la última temporada. A los participantes se les pidió que utilizaran la aplicación para registrar su frecuencia cardíaca cada cinco segundos, empezando desde quince minutos antes de que comenzara cada capítulo.
Los resultados marcaron, contrario a lo esperado, que las escenas que aceleraron la frecuencia de los latidos de los fanáticos eran diálogos entre personajes que implicaban tensión dramática.
De los cinco grandes momentos que captaron de pulso acelerado, cuatro de ellas involucraron diálogo, drama y tensión entre los protagonistas en lugar de enfrentamientos y escenas que incluían efectos especiales. "Los datos confirman que el drama en lugar de la acción es lo que hace mantener en vilo a los espectadores de Game of Thrones", aseguró Brandon Ballinger, desarrollador de la aplicación y encargado del estudio.
La única escena que implicó acción física fue la que protagonizó Daenerys con su dragón Drogon al final del cuarto capítulo, que marcó un promedio de 91 pulsaciones por minuto. "Esta es la única escena, aunque se basó en conflictos de personajes que ya se habían establecido", puntualizó Ballinger.
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