El detrás de escena del mundo drag queen, según Miuka Underground

En la actualidad, muchos bares y discos de la Capital Federal y GBA incluyen transformistas en sus shows. Plumas, make up y vestuarios extravagantes son protagonistas. Infobae dialogó con una de las estrellas más reconocidas en el escenario porteño

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Durante mucho tiempo, el origen etimológico del término "drag queen" fue ampliamente discutido. Están quienes los materializan en la "Reina de la Noche", una de las obras de ópera más importantes de Amadeus Mozart. Otros, en cambio, la ubican dentro de la época del burlesque victoriano durante la segunda mitad del siglo XIX.

Lo cierto es que su significado hace referencia al hombre que caricaturiza a la mujer a través de la vestimenta, el maquillaje y la utilización de otros accesorios como pueden ser pelucas, aros, plataformas y plumas.

En nuestro país, esta tendencia se encuentra en auge y por eso hay cada vez más boliches y bares que deciden contratar shows que tienen a los transformistas como estrellas de sus performances. A esto se suman los jóvenes que año tras año eligen dedicarse a esto de manera profesional.

Miuka Underground busca muchos de
Miuka Underground busca muchos de sus vestuarios en las ferias americanas

Tomás Hamelau es uno de ellos. Desde pequeño sabía que quería dedicarse al arte, no sabía muy bien qué iba a hacer, pero el mundo de la creatividad tocó su puerta y lo invitó a sumergirse dentro de él.

Primero fue comedia musical y teatro. Siguieron los cursos de maquillaje y las ganas de promocionar esta nueva veta laboral en las redes sociales. Las pelucas y los pañuelos no tardaron en llegar, y así fue como alguien lo vio en Instagram y le propuso trabajar como transformista.

"Ahí empezó a surgir todo, tuve mis primeros postizos y cuando me maquillaba probaba los make up en mí, y después empecé a usar ropa más llamativa", contó a Infobae desde la intimidad del living de su casa.

Así fue como poco a poco fue buscando un "personaje" con el cual se identificaría: Miuka Underground. Empezó a trabajar en algunos lugares y sin darse cuenta ya era parte de este mundo de fantasía. Primero fueron boliches o algunas pocas presentaciones, pero el gran salto fue cuando lo contrataron para trabajar en el icónico Club 69.

Según Miuka, el público varía dependiendo del tipo de club bailable o fiesta para la cual sea contratado. Están los adolescentes de 17 años, las fiestas de rock de gente más grande, boliches gay friendly, gays o totalmente heterosexuales, todo cambia según el lugar y las circunstancias dadas.

-¿Crees que el mundo drag está de moda?

-Club 69 era el lugar que más mostraba la diversidad. Hace 20 años que tiene transformistas, gays, lesbianas y travestis. Es súper open y el público no está sectorizado, lo cual abre el mercado. Por otro lado, es verdad que hay una moda y la gente está con la "mente más abierta", es un poco de las dos cosas. Creo que es una tendencia y cada vez más chicos tienen nombres drag o se maquillan para salir.

– ¿El vestuario es determinante?

-Para mí en el transformismo eso es esencial, uno se levanta un día y dice "quiero ponerme una peluca, quiero ponerme este tocado, quiero ponerme este vestido porque lo compré y me encanta". Entonces vos empezás a armar, o por lo menos es el proceso creativo que me sucede a mí, que empezás a armar en base a eso, en base a algo se transforma todo el personaje entero.

– ¿Cuál fue la reacción de tu familia cuando les contaste que ibas a trabajar de esto?

-Desde un principio me apoyaron, eso es muy bueno. Lamentablemente hay mucha gente que no tiene esa suerte. Al principio es un juego, pero cuando ya te lo empezás a tomar como un trabajo, entran a participar un montón de otras cosas. Un día mi mamá me dijo: "No se puede salir toda la vida en malla y portaligas, porque está bien que seas joven y tengas un buen cuerpo pero tenés que hacer otras cosas. Si lo querés hacer en serio tenés que invertir". Eso fue una gran ayuda y me impulsó a seguir.

– ¿En algún momento te sentiste avergonzado?

-Siempre te van a juzgar, no me importa lo que hagas. El tema es cuánta confianza tenés vos a la hora de hacer lo que hacés. Si a vos te hace feliz y tenés actitud por qué no hacerlo.

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