El universo de la industria cosmecéutica no para de crecer. Cada vez son más los productos que se ofrecen para resolver problemas como la calvicie, celulitis y cicatrices entre otros.
Pero respecto a su efectividad cada vez hay más reclamo por parte de sus consumidores, por la falta de eficacia y hasta daño que generan estos productos.
La cosmecéutica, que se define como un concepto diferenciado de la cosmética general, se identifica por su alta capacidad bioquímica sobre el tejido. Y su primera característica viene definida por el tipo de principio activo que contiene un producto y su concentración.
Los expertos en belleza afirman que cada principio activo tiene un umbral de concentración en la fórmula final, por encima del cual se obtienen resultados verdaderamente efectivos, mientras que por debajo del mismo no se consigue ningún efecto. Por ello, la cosmecéutica debe estar prescrita por personal cualificado, dada la responsabilidad profesional que conlleva, mediante protocolos correctos.
Ahora, cuando uno se acerca a la sección de belleza de una farmacia o supermercado se encuentra varios productos de góndola que prometen cosas que muchas veces no terminan pasando o que los resultados finales en el cuerpo distan mucho de los tan ansiadamente esperados.
Aquí presentamos los cinco mitos más comunes de algunos de los productos promocionados, según profesionales consultados por Infobae.
1) Champú anti-caída de cabello: "Aún no existe ningún champú que detenga el proceso de calvicie, ni mucho menos alguno que engrose el cabello. Se debe tener en cuenta que la pérdida del mismo puede estar relacionada con déficit nutricionales, anemia o alteraciones hormonales, y el bulbo o raíz del folículo piloso se encuentra a 4 milímetros debajo del cuero cabelludo. Esto hace casi imposible que las propiedades que dicen tener lleguen a esta profundidad y se absorban en 5 minutos del lavado", aseguró el dermatólogo Lucas Ponti.
Por su parte, el doctor David Pérez Meza, miembro de la ISHRS, con más de 20 años de experiencia en restauración capilar, explicó que las personas que heredan el gen de la calvicie tienen desde su nacimiento receptores hormonales en las raíces de los cabellos que ocupan la región superior de la cabeza. "Estos receptores alojados selectivamente en ese sector anatómico son los que determinan el afinamiento y posterior caída del cabello, a diferencia del pelo de la parte posterior, que no los tiene y por ello son más duraderos. Quienes no hayan heredado el gen, no tendrán estos receptores hormonales en ningún sector de la cabeza, lo que les asegura que su cabello no se caerá", aclaró el especialista.
2) Cremas anti-celulíticas: "En otro mito a derribar respecto a la celulitis, considerada una alteración de la grasa que se encuentra debajo de la piel (hipodermis), las cremas solo actúan en las capas superficiales y medias (epidermis y dermis). Estas cremas sólo mejoraran la hidratación y la calidad superficial. No nos olvidemos que casi el 85% de las mujeres en mayor o menor grado tienen celulitis y a pesar de realizar múltiples tratamientos médicos no pueden resolverlo", sostuvo Ponti.
La especialista en medicina estética Irene Bermejo aclaró que la celulitis no es considerada una enfermedad, por lo cual no existe una cura. "No existen soluciones mágicas, los simples hábitos diarios ayudan a combatirla", afirmó.
Y puntualizó cinco hábitos cotidianos para combatirla: realizar actividad física moderada como caminatas diarias o rutinas que ayuden a tonificar la musculación; comer frutas y verduras habitualmente; no fumar, ya que el consumo de tabaco dificulta la buena circulación e impide la correcta absorción vitamínica; realizarse drenajes linfáticos a partir de masajes o botas, lo que ayuda a liberar impurezas, y no utilizar ropa ajustada.
3) Cápsulas anti-age y de colágeno: "Debido a que los ácidos del estómago destruyen las cadenas de colágeno, la absorción que se logra en el organismo es muy poca. Lo aconsejable es hidratar la piel, por dentro y por fuera", indicó el dermatólogo Ponti.
4) Cremas para cicatrices: "Las alteraciones de la cicatrización son muy complejas así como el impacto de las cicatrices a nivel psicológico de los pacientes que las padecen. Este tipo de cremas solo hidratan la piel y mejoran su calidad, pero no borran las cicatrices", aseguró Ponti.
Várices. La escleroterapia (inyecciones), láser y radiofrecuencia dan buen resultado y las sacan, así como el uso de algunas cápsulas. Es FALSO o erróneo decir que las várices se curan. Con estos tratamientos no se curan porque lo que hacen es eliminar determinadas várices. Esta clase de paciente tienen tendencia a repetir el cuadro. Las várices se controlan pero no se curan. Se mejoran pero a veces pueden salir otras.
El doctor Leonardo Imbriano, cirujano plástico y miembro de la Sociedad Argentina de Ginecología Estética-Cosmética Biológica y Regenerativa (Sarge), precisó que "es falso" que se borren las cicatrices de la piel. "Sí se pueden camuflar, emparejar o mejorar su aspecto, pero no se borran, tal como sucede con las estrías. Se puede mejorar su apariencia, hay tratamientos con láser que funcionan muy bien, pero no las elimina".
5) Cremas anti-várices: "Este tipo de cremas tienen un componente mentolado que al colocarlas brindan una sensación de frescura y descanso pero no previenen las várices ni las hacen desaparecer", sostuvo Ponti, que agregó que las arañitas y várices son parte de una enfermedad vascular en donde las paredes de los vasos que se encuentran debajo de la piel se rompen o se dilatan. "Lejos está la posibilidad de que los activos de este tipo de productos lleguen a modificar esta alteración", amplió.
El doctor Imbriano indicó que los tratamientos de escleroterapia (inyecciones), láser y radiofrecuencia dan buen resultado y las sacan, como el uso de algunas cápsulas, pero es falso o erróneo decir que las varices se curan. Y agregó: "Con estos tratamientos se eliminan determinadas várices, pero esta clase de paciente tienen tendencia a repetir el cuadro. La varices se controlan pero no se curan. Se mejoran pero a veces pueden salir otras".
Por su parte, Fernando Félice, cirujano plástico, afirmó que el 80 por ciento de la población femenina padece telangiectasis, pequeñas dilataciones venosas superficiales de color rojizo, que aparecen generalmente en las piernas.
"No son patológicas, sino simplemente estéticas y su origen es hereditario. Hay factores que predisponen su aparición, pero no tienen que ver con la postura. Si se introducen determinados hábitos en la vida cotidiana, se pueden prevenir: obesidad, el sedentarismo, la exposición prolongada al sol, el calor, el estreñimiento, el tabaquismo y las profesiones que exigen estar de pie o sentado de forma continua y prolongada", afirmó el profesional, que se volcó por un tratamiento eficaz como la escleroterapia (microinyecciones) o el láser para erradicarlas puntualmente.
La doctora Carolina Massari, médica flebóloga del Instituto de Neurociencias de Buenos Aires (Ineba), resaltó que "las várices se diagnostican realizando una correcta historia clínica y examen físico por parte de un médico especialista. También pueden utilizarse métodos complementarios como el eco doppler color venoso u otros estudios de mayor complejidad. Lo más importante para su tratamiento, además de los procedimientos médicos, es la generación de cambios en el estilo de vida del paciente. Esto le permitirá aliviar los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar el aspecto físico".
Y agregó: "Al día de hoy existen varios tratamientos y lo mejor es realizarlos durante la época invernal, ya que las sustancias liquidas o los tratamientos de láser y radiofrecuencia producen manchas en la piel ante la exposición solar. A su vez, muchos de estos procedimientos requieren de la utilización de vendajes, los cuales son mal tolerados por el paciente cuando hace calor, además de que comúnmente los miembros se encuentran más edematizados, generando trastornos cicatrizales".
La oferta de varios productos en las góndolas es colorida y variada, pero la expectativa que los consumidores tienen es tan alta como la frustración. Por lo que lo importante es que los tratamientos siempre tienen que ser dirigidos y supervisados por un profesional médico.
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