Quién es el niño de 11 años más "inteligente" que Einstein y Hawking

Arnav Sharma, un indio de 11 años, logró una increíble puntuación de 162 en un test de coeficiente intelectual. La historia del chico que superó a los genios que reabrió el debate en torno a las pruebas de inteligencia

Guardar
Arnav Sharma logró dos puntos más que Einstein y Hawking en un test de CI
Arnav Sharma logró dos puntos más que Einstein y Hawking en un test de CI

En sus fotos posa con un fidget spinner, el juguete de moda en todo el mundo. Los estereotipos marcarían que debería hacerlo junto a libros, con gesto adusto, como si estuviera estudiando. Pero no. Arnav Sharma se muestra como lo que es: un niño de 11 años que superó en una prueba de coeficiente intelectual a Albert Einstein y Stephen Hawking.

En las pruebas Mensa, el umbral de "genio" se establece a partir de los 140. Arnav, un chico de origen indio que vive en Reading, Inglaterra, logró 162; dos puntos más que Einstein y Hawking.

La asociación Mensa fue fundada en 1946 por Oxford Lionel Ware, científico y abogado y Roland Berrill, otro hombre de leyes. En su página web describen su objetivo: "Identificar y fomentar la inteligencia humana en beneficio de la humanidad. Mensa acepta como socios a personas cuyo CI esté dentro del 2% superior de la población general. Una de cada 50 personas está capacitada para ser mensista".

Arnav superó el examen, que mide, sobre todo, la capacidad de razonamiento verbal, sin ninguna preparación previa y sin contar con un modelo de lo que se tomaría. "No tenía preparación para el examen, pero no estaba nervioso. Mi familia se sorprendió, pero también fueron muy felices cuando les conté el resultado", le dijo a The Independent hace unos días.

Arnav no se preparó para el examen
Arnav no se preparó para el examen

El niño recordó que el examen le tomó cerca de dos horas y media, que solo había entre siete u ocho personas con él. Solo dos niños; el resto, adultos. "La prueba de Mensa es bastante difícil y no mucha gente la pasa. No esperes superarla", comentó entre risas.

Su madre, Meesha Dhamija, contó que su abuela le había comentado del talento precoz del niño cuando pasó unas vacaciones en su casa. Le dijo que a Arnav le iría muy bien en el futuro y ella no lo tomó demasiado en serio hasta que a los dos años advirtió su increíble destreza matemática. Lo escuchó contar hasta 100.

Meesha Dhamija descartó la cuestión hereditaria. Aseguró que no había nadie más en su familia con una inteligencia tan alta. "Su padre es muy inteligente, pero no tan inteligente", agregó.

El joven asiste a la escuela Crossfields, en las afueras de Reading, pero los colegios más exclusivos de Inglaterra, como el Eton College y Westminster, ya pusieron los ojos en él. Pese a su facilidad con los números, su talento va más allá. A Armav le encanta cantar y bailar. De hecho, llegó a las semifinales de Reading's Got Talent para participar en una película de Bollywood cuando tenía ocho años.

El chico ya contaba hasta 100 con dos años
El chico ya contaba hasta 100 con dos años

Además, dentro de sus hobbies, enumera el bádminton, el piano, la natación y la lectura. Como si no fuera suficiente, tiene un conocimiento de geografía que supera con creces al común de los chicos de su edad: puede nombrar sin titubear todas las capitales del mundo.

Un portavoz de Mensa se deshizo en elogios con Arnav por su logro: "Es una marca tan alta que solo un pequeño porcentaje puede lograrlo". Sin embargo, muchos descreen de la real utilidad de los tests de coeficiente intelectual. Por caso, un estudio publicado en la revista Neuron en 2012, que reunió 10 mil participantes, determinó que no guardan correlato con la capacidad intelectual.

Sus autores, entonces, dijeron: "Las pruebas de CI no tienen mucho sentido. Si uno no obtiene buen resultado, lo único que puede deducirse es que uno no es bueno en este tipo de test, pero no dicen nada acerca de nuestra inteligencia en general. La mayoría de estas pruebas fueron desarrolladas entre 1950 y 1960. En esa época el modo en el que pensábamos y nos relacionábamos con el mundo era muy diferente".

LEA MÁS:

Guardar