Stephen Starr: el secreto del éxito del creador de los mejores restós de Miami

El empresario creó un imperio gastronómico y hoy dirige más de 30 restaurantes en Estados Unidos. Fundó el primero a los 21 años y busca brindar una experiencia para todos los sentidos. Cómo su visión futurista y teatral ayudó a transformar los circuitos culinarios de ciudades enteras

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Stephen Starr, el restaurateur implacable
Stephen Starr, el restaurateur implacable

El destino exitoso, a veces, depende de infortunios, incluso de ciertos fracasos. Cuando Stephen Starr atravesaba la adolescencia en su Philadelphia local soñaba con convertirse en un D.J. de renombre. A los 16 años, en su primer trabajo en la FM 103.7, mezcló "Tears of Rage" de Joan Baez con la parte instrumental de "Light my fire". "Fue demasiado raro y me despidieron", recordaría tiempo después.

Después de su fallida experiencia como D.J., quiso ser productor de cine y televisión. En lugar de eso, produjo restaurantes. Es que en su mente, los restaurantes y las películas deben implicar elementos comunes. "El elenco correcto, la dirección de arte, la iluminación. Es como ir al teatro".

Su primer restaurante lo abrió solo con 21 años en su ciudad natal: el club Grand Mom Minnie's, que servía comida durante el día y brindaba shows de comedia por la noche. En realidad, confesó, su objetivo era impresionar a su novia que lo había dejado pocos meses atrás. "Quería un éxito rápido. Al igual que las canciones pop con las que crecí, se trataba de conseguir a la chica", le dijo a Vanity Fair.

Starr abrió su primer restaurante con 21 años
Starr abrió su primer restaurante con 21 años

A su primer local, le siguió Stars, un restaurante-cabaret donde el mismísimo Jerry Seinfeld mostró su repertorio. Su expansión, rápida y constante, continuó hasta que en 1995 lo llevó a fundar Starr Restaurantes, un imperio de la gastronomía multi-concepto que abarca las cocinas más sofisticadas y variadas: rusa, mexicana, cubana, francesa, americana, japonesa, panasiática, entre otras.

Después de sus conquistas en Philadelphia, abrió sucursales en Atlantic City, después en Nueva York y, por último, en Miami, donde se transformó en la principal referencia culinaria con Steak 954, Continental Miami, LeZoo, Upland y Makoto, el restaurante japonés dispuesto en Bal Harbour.

Parte de los restaurantes de Stephen Starr
Parte de los restaurantes de Stephen Starr

Bal Harbour, el barrio de moda de Miami, está a 15 minutos de South Beach. Se trata de una zona que incluye experiencia hotelera, playas majestuosas y un centro comercial que reúne 120 locales con marcas internacionales, que incluso será remodelado y duplicará su espacio en los próximos años.

Cada año, allí tiene lugar el Miami Spice, un evento que convoca a los principales restaurantes a un precio accesible, tras la idea de promocionar su gastronomía. Desde el 1 de agosto hasta el 30 de septiembre, se destacará la presencia del prestigioso chef Makoto Okuwa, encargado del Makoto, una de las grandes creaciones de Starr.

Bal Harbour, la zona de moda de Miami
Bal Harbour, la zona de moda de Miami

Más de 25 años en la industria lo llevaron a la excelencia. Cada local, de más de los 30 que tiene, cuenta con su impronta inconfundible. Starr compara la experiencia de cenar con la de asistir a una obra teatral. Los actores, los accesorios, los telones de fondo, la iluminación y cada detalle, por más mínimo que parezca, son componentes indispensables de un efecto dramático general.

En Estados Unidos, es conocido como el gran restaurateur. Así lo marcan los premios que año a año recibe de manos de distintas publicaciones especializadas. En la obsesión está la clave de su éxito: "La atención al detalle es el principio más importante del servicio al cliente, desde el diseño del restaurante hasta la música de fondo. Va más allá de notar un vaso de agua vacío. Cada miembro del personal está entrenado para ver el panorama general. Una noche, un mal espectáculo, o una queja de los comensales debido al servicio es imperdonable".

Según Starr, el secreto está en la anticipación. Prever las necesidades del clientes incluso antes de que él las perciba como tales. Va más allá de doblar las servilletas y estar atento a rellenar un vaso cuando se vacía. "Se trata de saber lo que los clientes quieren antes de que sepan que lo quieren. Se trata de saber que no todo el mundo quiere manteles blancos y champán. La gente quiere una nueva experiencia y ser transportado a un nuevo lugar", comentó.

Makoto, uno de los restaurantes más importantes de Miami
Makoto, uno de los restaurantes más importantes de Miami

El restaurateur no disfruta cuando cena en un restaurante ajeno. Si falla el servicio, desea levantarse del asiento, espetar un par de gritos y corregir la situación. "Si soy testigo de algo así en uno de mis restaurantes, eso es todo", dijo. El plato en cuestión quedará fuera del menú, el personal será renovado, el inconveniente será resuelto. Habrá acción.

El mismo Starr dice que odia la diversión. Espera que el cliente disfrute la velada, que incluso se diviertan, pero él necesita seriedad para ofrecer el mejor espectáculo a su alcance. Se define como "nervioso, implacable, y medio vacío todo el tiempo". Nunca está conforme. A veces llama a sus restaurantes desde el anonimato para ver cómo lo atienden y graba la conversación para asegurarse de que sea apropiado. Entonces, su lema pasa a tener sentido: "No confíes en nadie".

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