Nadie podría imaginarse a primera vista que Paula Colombini tiene 44 años. Pero sí, la it girl de los '90, supermodelo que posó para pesos pesados de la moda como Emporio Armani lleva sus años con orgullo, el orgullo del que se jactarían todas si pudieran ostentar su genética.
Se robó todas las miradas apenas puso un pie en el Burger Joint de Palermo, uno de los lugares más cool del barrio palermitano, escenario perfecto para una charla íntima con Infobae en la que presentó a su hija Matilde Colman, de 16, que poco a poco comienza a proyectarse una carrera en modelaje, tras los pasos de su mamá.
Matilde vive en Nordelta con su madre, y, como ella, es vegetariana. Se cuida mucho la piel y le escapa al sol lo más que puede. Creativa por naturaleza, a la nueva "Lolita" argentina le apasiona todo lo que tenga que ver con el arte. Dibuja y ama la música. ¿Su obsesión? Calle 13.
Es apenas una adolescente, sí, pero ya tiene muy en claro qué es lo que no quiere de su vida. Sabe que no es ni tan flaca ni tan alta como las modelos de alta costura, pero no se deja perturbar. ¿Qué es lo que sí quiere hacer de su vida? En un principio, estudiar. Más allá de eso, el tiempo lo dirá. Por ahora, admira a su madre, su inspiración en la vida, su guía, quien hoy, lejos del modelaje, canaliza toda su pasión en los contenidos de WedAdvisor, un sitio que brinda servicios para la planificación de bodas.
-Sos una modelo consagrada en Argentina y tuviste tus lindos pasos fuera del país ¿Cómo fue esa etapa de tu vida?
Paula: Yo empece trabajando en Argentina. Enseguida me fui a vivir a Nueva York donde viví casi 6 años. Ya había terminado el colegio, tendría 19 años. Viví también en Milán, en París. Armé mi base fuera de Argentina, en Nueva York. Digo mi base porque además de trabajar había armado mi casa y a partir de Nueva York viajaba a Europa. Fue un momento de mi vida súper lindo. Sin embargo, nunca descuidé Argentina. Entonces parecía que nunca me había ido aunque pasaba temporadas fuera de Buenos Aires.
-Realizaste las gráficas para Emporio Armani, Cover Girl, un montón de marcas que son ícono de la moda. ¿Qué significó eso en tu vida?
P: Yo cuando miro esa época de mi vida me sirve para decir 'qué bueno que cuando uno tiene muchos deseos de hacer algo y trabaja para que eso pase las cosas las vas logrando'. Lo único que tengo de esa época es un recuerdo muy lindo, y mucho orgullo de la carrera que armé.
-¿Qué se siente estar en Nueva York y ver tu cara empapelando la ciudad?
P: Siempre lo que me pasó en mi trabajo fue, sin dejar de sorprenderme, decirme "estoy haciendo bien mi trabajo". A partir de esto voy a ganar mi dinero, voy a poder hacer otras cosas que me gusta hacer. Tampoco fue súper explosiva la carrera que yo tuve; empecé de a poco y enseguida cuando me vi en una revista, pensé que realmente podía hacer una carrera así. Yo no aspiraba a verme en una revista, aspiraba a viajar. Me gustaba la vida que me daba trabajar como modelo.
Christian Bochichio
-¿Te acordás que hiciste con tu primer sueldo?
P: Era en dólares, era chica… Un comercial que había hecho para Bagley, alfajores blanco y negro. Agarré la plata y la tiré para arriba y la miraba y decía "¡Qué bueno!". (Risas) Era muy chica y estaba muy contenta. Después, cosas como invitar a mi mamá y a mi papá de viaje.
-¿Y tus padres nunca tuvieron un impedimento respecto al modelaje?
P: Lo más heavy para ellos fue que yo elija hacer de mi vida algo diferente de lo que hacían mis amigas, que eran como los parámetro para ellos, y hoy lo entiendo porque hoy Matilde me propone un plan y le digo "¿Y tus amigas?" Yo vivía en Floresta y un día me fui a Nueva York. Ellos acompañaron. Supongo que habrán confiado en toda la educación que me fueron dando y un poco en mis elecciones.
Un día a los 15 años le dije a mi mamá: "Yo no nací para casarme, tener hijos, ir a la facultad. Yo quiero viajar alrededor del mundo. Mi mamá pensaba que iba a sufrir mucho yo.
-¿Y sufriste o no?
P: ¡No! Hice lo que quise y así trato de vivir la vida, haciendo lo que me gusta.
-¿Tenes algún registro durante tu época de modelo de que el tema de la alimentación haya sido un problema?
P: No, siempre comí muy sano. Nunca fui una chica súper mega flaca naturalmente, así que siempre para lograr ese peso flaco, flaco como cuando vivía en Nueva York me tuve que cuidar, pero siempre desde chica veía la alimentación como una forma de salud. Para mí estar flaca tenía que ver con la salud y no con la delgadez. No pasaba por la estética de ser flaca, nunca sentí esa presión.
-¿Nunca te bocharon de un casting por no estar demasiado flaca?
P: No que me haya dado cuenta. Tampoco yo hacía desfiles de alta costura, que generalmente son muy flacas, de hecho lo que más hacía yo eran gráficas o comerciales. Era una carrera muy comercial, así que no, nunca tuve problemas con eso.
-¿Y tu hija Matilde ahora sigue tus pasos?
M: No sé. La carrera que hizo mamá fue gigante, y todas las cosas que ella hizo están bárbaras para las cosas que ella quería hacer. Pero no sé si es lo que yo quiero hacer.
-¿De a poco estás incursionando en el mundo del modelaje?
M: Me divierte hacer las cosas que estoy haciendo. Son tranquilas pero divertidas. Hace poco hice unas cosas con Maby Autino (maquilladora). Son campañas lindas, muy tranquilas. Esas me gustan, pero campañas gigantes no sé si me imagino…
-Tenes 16 años, ¿cuál es tu referente a nivel modelo o it girl?
M: No estoy muy atenta a todo pero si tengo que decir un referente de afuera me encanta Lili-Rose Depp, la hija de Johnny Depp, que está haciendo ahora su carrera de modelo y tiene dos años más que yo.
-¿Y de Argentina?
M: Me gusta Calu Rivero, me parece una mina muy canchera.
-¿Y vos cómo te llevás con la moda?
M: Veo mucho eso de que no es tan cerrada como quizás era antes, que si no eras de tal manera no funcionabas en el mundo de la moda. Yo no soy ni tan alta ni tan flaca y sin embargo puedo hacer campañas.
-¿A la hora de salir le robás cosas a tu mama para lookearte?
M: Sí (risas). ¡A mi mama sí le saco! Siempre le saco una campera especifica.
P: A mí me encanta. Siempre le digo "¡quedátela!".
-¿Cómo te imaginás a Matilde en unos años?
P: La veo muy feliz, es una chica muy empática, una persona que tiene una mirada social sobre el prójimo muy profunda. La veo en una carrera que no tenga tanto que ver con el ego sino que tenga que ver mucho más con el sentimiento, con pensar en algo por el planeta, por la gente. La veo así. Muy emprendedora.
M: Me veo estudiando, todavía no sé qué…
-Decime 3 palabras que definan a tu mama.
M: Independiente, eufórica, inteligente. Me da muy buenos consejos.
-¿Qué consejo respecto al mundo de la moda le darías a tu hija?
P: Hoy la carrera de modelo es mucho mas efímera, y a la vez tiene más contenido. Hoy en las redes sociales vos tenés la posibilidad de expresarte, dar tu punto de vista y una no está sola. Podés moverte y armar una pequeña comunidad donde podés expresarte más allá de lo estético, lindo o feo. Yo veo que en la generación de Matilde no dicen tanto si alguien es lindo o feo, si es gorda o no. No catalogan de esa manera. Como que hoy podés desde la moda expresarte de otra forma y a mí eso me parece súper interesante.
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