El fentanilo es un opiáceo sintético, que nació como un analgésico de uso médico, con el objetivo de combatir el dolor agudo en enfermos de cáncer. Su potencia es arrolladora: 100 veces más tóxico que la morfina y entre 25 y 50 veces más potente que la heroína.
Durante esta década, la sustancia comenzó a causar estragos en los países de norteamérica, tanto en EEUU como Canadá y, los organismos de salud, ya consideran que está matando a más personas que "cualquier epidemia infecciosa reciente", incluida la del sida de los años noventa.
Las estadísticas son claras: al menos 2.300 canadienses murieron en 2016 por sobredosis de opioides. Solo en la Columbia Británica, los fallecimientos ligados a estas sustancias aumentaron un 50% en el primer trimestre de 2017. "Esta crisis es uno de los mayores desafíos de salud pública de nuestro país, y ni siquiera podemos cuantificarla con precisión", dijo Jane Philpott, ministra de salud canadiense.
Por su parte, el Departamento de Estado de EE UU, en un informe reciente, calificó el problema como "la peor crisis de droga en la historia de Estados Unidos" y las sobredosis comprobadas de 2015 ascienden a 33 mil. "Por primera vez, las muertes por la heroína superaron a las de los homicidios por arma de fuego", rezaba el informe. El fentanilo ingresa a EEUU a través México, Canadá, o por correo, dijeron desde el Departamento de Estado, de forma ilegal desde China.
El fentanilo está siendo la "sustancia base" para rebajar muchas otras drogas peligrosas para la salud y altamente adictivas. Mark Lysyshyn, epidemiólogo y profesor en la Universidad de British Columbia, analizó entre julio de 2016 y marzo de 2017 más de 1.000 muestras de droga de los usuarios de la sala de venopunción controlada de Vancouver. Descubrió que el 80% las sustancias que consumían tenían fentanilo. Por ejemplo, en el 83% de las muestras de lo que se creía que era heroína se encontró también esta sustancia, como en el 82% de la metanfetaminas analizada y en el 40% de la cocaína.
Los investigadores, además, denunciaron el descubrimiento de una nueva sustancia derivada del fentanilo: el carfentanilo. Mireia Ventura, doctora en Farmacia e investigadora de Energy Control en Barcelona, explicó a El País: "Es la peor sustancia, la más peligrosa. Es muy problemática a dosis muy pequeñas y no es una sustancia recreativa".
En ambos países la manera de enfrentar esta epidemia es muy diferente. Mientras en EEUU se acaba de anunciar que se endurecerán las penas por poseer y traficar con drogas; en Canadá, el Parlamento ya tiene lista una ley para despenalizar el consumo de cannabis y, por otro lado, tiene una política de "reducción de daños", en forma de programas de intercambio de jeringas y salas de venopunción controlada.
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