"Escritor de nacimiento, periodista de corazón, conferenciante de afición y youtuber de profesión". Así se describe a sí mismo Sebastián García Mouret que con solo 20 años logró una empresa difícil, casi una proeza: llevar el mundo de los libros al mundo de la tecnología. Dos mundos, en apariencia tan distantes. Lo analógico y lo digital, lo viejo y lo nuevo, confluyen con armonía en cada uno de sus videos.
El joven nacido en Oviedo, España, ya brindó dos conferencias en la Feria del Libro, en su primera visita a Buenos Aires, pero hoy a las 14 tendrá su gran función en la sala José Hernández. Su peculiar sentido del humor, su improvisación y rapidez, siempre vinculado a los libros, lo convirtieron en una categoría diferente de youtuber. En un booktuber que reúne en su canal literario, El coleccionista de mundos, a 200 mil seguidores.
Su interés por las computadoras y su pasión por los libros se mezclan. Como nativo digital, desde los 8 años, cuando recibió su primera computadora, se hizo un nuevo amigo que, sin saberlo, lo iba a acompañar en su incipiente carrera profesional. Por otra parte, su introversión y timidez de niño -dos rasgos que hoy no parecen propios de él- lo acercaron a la escritura. Potenció su imaginación y creó mundos imposibles.
Casi a la vez que delineaba algunos trazos imprecisos con el lápiz, se estrechaba a la literatura. Sus lecturas iniciáticas de la saga La casa del árbol y Harry Potter derivaron en Roald Dahl, Carlos Ruiz Zafón y Antonio Almodóvar. "Leer abre tu mente, tu espíritu, es bueno para la memoria, la argumentación, la cultura general y empodera tu lenguaje y tu vocabulario. Por no hablar de que es divertido", dijo en una entrevista a la web de la Feria del Libro.
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Reseñas de libros, ránkings según géneros y hasta entrevistas a personalidades destacadas de la literatura como Dan Brown, autor de los bestsellers El código Da Vinci e Inferno. García Mouret logró sacar a la crítica literaria del púlpito intelectual y llevarlo a videos de no más de 5 minutos.
El niño callado e introvertido, hoy se desenvuelve con total soltura delante de una cámara. "La conversión fue poco a poco, por supuesto. Pero lo que es completamente cierto es que compartir mis experiencias literarias en la red me ayudó a encontrar gente con mis mismas aficiones y con las que mantener una conversación era infinitamente más fácil. Y sacó al Sebas que llevaba tanto tiempo callado", señaló.
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Él, su cuarto y una cámara, además de una buena dosis de edición. El fenómeno youtuber exige independencia, más cuando la opinión de uno de ellos puede determinar comportamientos. En este caso, subir o bajar las ventas de un libro. La clave, según García Mouret, está en su contrato tácito con el espectador: "Siempre que el booktuber sea fiel a su opinión y sus gustos, el mercado editorial no puede incidir negativamente en él. No puedo hablar por todos los booktubers del mundo, pero los que conozco sé que no se dejan influir. Nuestra credibilidad es lo que tenemos".
El español es uno de los varios youtubers que integran el nuevo microfenómeno de los booktubers. "El movimiento booktuber, y lo he vivido en mis carnes, fue capaz de acercar la lectura a muchos reticentes que no querían abrir un libro", comentó. Después de todo Internet y la literatura, pueden ir de la mano.
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