En el estudio de la mente, las emociones merecen ocupar un lugar tan destacado como el que tienen hoy los pensamientos. Debido a su importancia, esta señal tendrá una extensión mayor que el resto de las señales. Richard Davidson es en la actualidad una de las personas que más sabe sobre el tema de las emociones en el mundo. Su conocimiento merece un trato preferencial, sobre todo por los aportes que realizó en los últimos años a la neurociencia.
Davidson sostiene que "así como cada uno de nosotros tiene un ADN diferente que hace que respondamos a los mismos tratamientos médicos de manera individual, también tenemos un perfil emocional único".
"La ciencia avanzó mucho en el estudio de las emociones. La manera que tenemos de reaccionar a las situaciones de la vida tiene más que ver con el perfil emocional que cada uno de nosotros tenemos que con las circunstancias externas. Lo que pasa afuera no determina nuestra reacción, sino la configuración emocional que cada uno de nosotros tenemos es la que lo determina", explicó a Infobae la psicóloga y escritora Celia Antonini.
La especialista agregó: "A medida que van pasando los años vamos armando una especie de cableado emocional que hace que respondamos de la misma manera y de la misma forma a las distintas situaciones emocionales. Quién no conoce a una persona que por cualquier cosa se exacerba o se pone nerviosa. Y otros, que pareciera que por su tranquilidad no le corriera sangre en las venas"
"A algunas personas les resulta muy difícil notar sus sentimientos, es decir, puede llevarle días reconocer que están enfadados, tristes, celosos o que se sienten asustados. Son personas que son opacas a sí mismas", sostuvo Davidson.
Antonini aseguró que "una distancia afectiva mientras otros son amorosos, cálidos y demostrativos emocionalmente. Hoy sabemos que cada uno de nosotros contamos con cuatro perfiles o circuitos emocionales que nos hacen ser quienes somos. La posibilidad de conocerlos nos posibilita modificar y cambiar alguno de ellos en el caso de que sea necesario".
"La recuperación que tenemos ante la adversidad -emocionalmente hablando-, la posibilidad de tener y mantener en el tiempo las emociones positivas, el registro de nuestras emociones y el tono emocional que tenemos socialmente son los perfiles que, teniéndolos identificados, podemos modificar", concluyó la psicóloga.
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