Las mujeres sin dudas son sinónimo de perseverancia y lucha. Desde hace años, la búsqueda de un lugar igualitario en la sociedad permitió que sus barreras para el éxito sean casi nulas. Ser madres, esposas, hijas no las limita a la hora de llegar a ser grandes líderes del mundo de los negocios, de la política o del arte.
Sin embargo un último estudio de Randstad Workmonitor afirmó que en Argentina el 82% de los trabajadores masculinos y 60% de las trabajadoras femeninas tienen un varón como jefe. Además, el 79% de los hombres y el 55% de las mujeres prefieren tener un jefe masculino. Estas cifras claramente señalan la preponderancia de los hombres en los puestos gerenciales.
"Las compañías aún están lideradas por hombres y éstas replican el contenido de quien la dirige. Cuando se tiene mujeres en organizaciones generalmente se las tiende a masculinizar. No ver el potencial femenino en las empresas, actualmente es uno de los mayores errores", aseguró Pablo Maison, vicepresidente de recursos humanos de Unilever Latinoamérica.
Es importante comprender que cada género hace su propio aporte en el camino recorrido del éxito empresarial. Las mujeres son claves en este proceso ya que aportan nuevas formas de construir equipos, una clara tendencia espontanea a lo colaborativo y máximo aprovechamiento del talento grupal.
Gaston Morales, especialista en neurociencias, director de AHA! (Ideas+Personas) y coordinador del programa neurociencias para líderes de la Universidad de San Andrés, destacó características demoledoras a la hora de hablar de puestos jerárquicos femeninos:
– Capacidad de cognición social: tienen mucha más perspectivas, lo que hace que puedan destrabar muchos conflictos que surgen.
– Sensibilidad y empatía: la mujer puede conectar rápidamente con la emotividad del otro.
– Integración y asimilación de información: capacidad de pensar en varias dimensiones, un claro pensamiento holístico que da mucha asertividad, efectividad y velocidad. Características claves en el mundo acelerado actual.
– Fluidez en las tareas: la mujer resulta mucho más multitasking que los hombres no solo en ambientes privados sino también laborales.
– El sentido de la justicia: hoy en día los mayores exponentes sociales de este concepto son del género femenino.
– La confianza y optimismo: la mujer tiene naturalmente estos conceptos y lo trasladan a sus equipos de trabajo. Esa capacidad de sentirse con la libertad de poder expresarse y mostrar la versión más valiente de cada uno.
–Firmeza en sus valores: no negocian fácilmente valores adquiridos antes presiones externas.
Varios de estos valores están ocultos por el propio género femenino y muchas veces este desconocimiento proviene de una clara sensación de miedo al entorno 'machista', sentimiento que paraliza. Dejar de lado la mirada externa y enfocarse en los objetivos logrará que las expectativas a futuro no tengan límites. Muchas compañías ya trabajan en esta tendencia de diversidad e inclusión en la que ambos sexos, mediante trabajo en conjunto, son la claves para el éxito empresarial como también social.
"Cuando las organizaciones se transforman, inevitablemente tienen una clara repercusión en la esfera social. Para tener éxito requerimos nuevas formas de hacer negocios, nuevas habilidades y nuevos tipos de liderazgo, los cuales vamos a encontrar en la diversidad. Incorporar este concepto es clave para los negocios".
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