Los resultados de la prueba Aprender 2016, el censo educativo nacional más medular que se haya hecho en los últimos tiempos, dejó en claro que la educación en la Argentina está contra la cuerdas y necesita atención urgente.
Los resultados fueron contundentes y castigaron más duro al ciclo secundario que al primario: el 70,2% de los alumnos de quinto y sexto año del secundario no pueden resolver problemas matemáticos sencillos; el 46,4% de los alumnos de 5° y 6° año del secundario no comprende un texto básico. En el área de Naturales, en el general de la prueba el 36,3% tuvo el rendimiento más bajo, mientras que en Sociales fue del 41,1 por ciento. Claramente los datos demostraron la fragilidad de la calidad educativa en la Argentina.
Pero lo que aún dificulta la "foto federal" de la evaluación de calidad educativa es que aún no se dieron a conocer los datos desagregados de cada jurisdicción. Consultada por Infobae sobre los datos desagregados provincia por provincia, la experta Elena Duro, secretaria de Evaluación Educativa de la Nación, ratificó que por ahora están amparados en el secreto estadístico; quieren primero -en los próximos días- dárselos a conocer a los referentes y autoridades del área de Educación de cada provincia.
"Queremos que los datos jurisdiccionales -provincia por provincia- los conozcan primero los ministros de Educación de cada territorio; y luego junto con ellos diseñaremos las estrategias de difusión de la información. Porque justamente los datos necesitan ser contextualizados con los que conocen el territorio y sus problemáticas. La falta de contextualización es una crítica que siempre se hace a este tipo de pruebas", reclamó Duro.
Incluso Duro señaló algo que el ministro de Educación, Esteban Bullrich había adelantado públicamente el día del anuncio del Plan Maestr@ : van a analizar si publicarán o no los datos de las escuelas que dieron "mal" con la calificación "por debajo del nivel básico"; basándose en la idea de que el objetivo primero es trabajar in situ con cada establecimiento para saber qué hacer y trabajar para revertir sus resultados sin exponerlos.
El Primer Informe de Resultados de Aprender 2016 al que tuvo acceso Infobae fue presentado la semana pasada por el Ministerio de Educación de la Nación (MEN) a través de la experta Elena Duro, con información técnica y ampliatoria de la que brindaron primero el presidente Mauricio Macri y luego el ministro de Educación, Esteban Bullrich.
La prueba fue realizada en 2016, en casi 31 mil escuelas de todo el país, tanto públicas como privadas. Se analizó el desempeño de los alumnos del nivel secundario en Lengua, Matemáticas, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales; mientras que los estudiantes de primaria solo fueron testeados en Lengua y Matemáticas.
Sobre la falta de publicación de los resultados por jurisdicción, varias ONGs vinculadas a la educación, entre ellas Ciudadanos libres por la calidad institucional, solicitaron a la Secretaría de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación los datos desagregados por provincia de la evaluación Aprender 2016, y cuestionan el haberse amparado en el secreto estadístico. De acuerdo a las normas vigentes de acceso a la información pública, el Estado cuenta con 15 días para responder la solicitud de información.
De acuerdo con los gráficos disponibles en el Primer Informe de Resultados, Infobae pudo sistematizar algunos de los datos más fehacientes y claros. Teniendo en cuenta que en Aprender 2016 las evaluaciones han sido elaboradas aplicando criterios de rigurosidad y comparabilidad, y además agregan un elemento nuevo respecto de evaluaciones nacionales previas, que es una mayor ponderación de los factores asociados al alumno y su contexto para evaluar los resultados.
¿Cuáles son las provincias con mayor y menor calidad educativa?
De acuerdo con los resultados del Primer Informe de Resultados, Chaco y Catamarca fueron dos de los distritos más golpeados por el desempeño escolar de los alumnos. Y en contraposición se destacan los números auspiciosos de CABA.
Cada respuesta de los alumnos fue consignada dentro de alguno de los cuatro niveles que se utilizaron como criterio de evaluación: 1) Por debajo del nivel básico; 2) Básico, 3) Satisfactorio y 4) Avanzado.
Los dos primeros significan que no se alcanzó el nivel mínimo para desenvolverse. O sea, en Lengua no comprenden textos o artículos periodísticos breves de circulación masiva; o que sólo pudieron buscar información literal sencilla cuando está acompañada por conocimientos previos muy generalizados y extendidos.
En Matemáticas conocen operaciones básicas como restar, sumar, dividir y multiplicar, pero tienen dificultades serias para aplicarlas en un contexto lógico, como sacar un promedio, o directamente no saben hacer bien una multiplicación (Ejemplo: 143×23). Resuelven ecuaciones lineales sencillas con coeficientes enteros y calculan áreas de figuras usuales tales como el rectángulo, pero no más allá de eso.
En Naturales, los chicos del nivel más bajo pueden extraer información puntual de gráficos de barra y de torta. Por ejemplo, en el caso de Biología, la relación entre ejercicio físico intenso, frecuencia respiratoria y frecuencia cardíaca. Pero no pueden responder respecto de algunos conceptos básicos de la biología, la química y la física, como por ejemplo, las ventajas de la reproducción sexual, la clasificación de los elementos químicos y el electromagnetismo.
En Sociales pueden diferenciar conceptos como democracia y dictadura o interpretar información explícita en un mapa planisferio temático, pero desconocen los acontecimientos cruciales del siglo XX, como la Segunda Guerra, y temas ambientales.
La jurisdicción a nivel nacional que evidenció más calidad educativa demostró ser la Ciudad de Buenos Aires y Catamarca resultó ser la peor con un promedio de 52% de sus alumnos por debajo de los niveles básicos de aprendizaje
La provincia con peor calidad educativa en las pruebas Aprender 2016 resultó ser Catamarca con un promedio de 52% de sus alumnos de bajo nivel.
Aprender 2016 ratificó lo que ya consensuaron los expertos en educación de todo mundo acerca de que los dispositivos de medición de aprendizajes son herramientas valiosas para lograr la calidad educativa; en la idea de que permiten construir, diseñar e impulsar políticas educativas con información veraz y confiable. Ahora queda conocer toda la información para mejorar los resultados y sobre todo encarar lo más evidente: trabajar sobre la profunda inequidad educativa en todo el país.
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