Argentina y Finlandia: las dos caras de las licencias por maternidad y paternidad

Los períodos otorgados por ley en este país se encuentran entre los más bajos de la región. En comparación con la nación nórdica, una de las que poseen los estándares ideales, los números son casi irrisorios. Los detalles de la situación actual

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El nacimiento es una etapa fundamental para los bebés, que necesitan de la conexión progenitora, del acompañamiento parental para crecer sanos emocional y físicamente. Sin embargo, el lazo entre padres e hijos encuentra contrapuntos con las limitaciones laborales. Las dificultades aparecen debido a las licencias por maternidad y paternidad que se otorgan por ley. En la Argentina, la situación es de las más precarias y el más afectado es el recién nacido.

La Organización Mundial de la Salud es una de las entidades que promueve e informa sobre la importancia de la presencia de los padres junto a los hijos durante los primeros días. En cada semana de la lactancia natural levanta la bandera solicitando que se respete el tiempo necesario de amamantar en los seis meses de vida iniciales.

El organismo alertó que dar leche artificial a los recién nacidos puede poner en riesgo su salud, ya que no contiene los anticuerpos de la natural, por lo que el niño se ve menos protegido. Además, en los primeros meses de vida se desarrolla el 40 por ciento de los circuitos neuronales.

En Argentina, los hombres tienen apenas dos días de licencia por paternidad (iStock)
En Argentina, los hombres tienen apenas dos días de licencia por paternidad (iStock)

Quienes marcan el modelo que mejor se adapta a las recomendaciones de la OMS son los países nórdicos. Los estándares de la región escandinava son los ideales. En Finlandia, por ejemplo, la madre dispone de licencia paga durante siete semanas antes del parto. Y luego tiene cuatro meses pagos. No importa que sea estudiante, desempleada o trabajadora independiente. Por otra parte, el padre tiene dos meses con el sueldo completo.

De acuerdo al informe de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) la situación en Argentina está ubicada casi en el polo opuesto. El país tiene una deuda de más de 40 años. Está entre los países que da menos licencia por maternidad. La ley de contrato laboral otorga a la madre 90 días que deben ser repartidos antes y después del parto, con una prórroga de hasta seis meses. El padre tiene licencia de 2 días corridos, por lo que si el bebé nace un fin de semana, directamente la licencia es nula.

Las grandes diferencias no sólo ocurren con los países del otro lado del océano. También son notables y visibles comparando en la región: en Chile, los hombres tienen 5 días y el número asciende a 22 semanas para las madres; en Colombia, 14 semanas para las mujeres y 8 días para los padres; en Uruguay se extiende a 14 semanas y 10 días respectivamente.

La lactancia es un período clave en la salud presente y futura del bebé y también de la mamá (Shutterstock)
La lactancia es un período clave en la salud presente y futura del bebé y también de la mamá (Shutterstock)

En el 2000, la propia OIT realizó una recomendación en la que invitaba a los estados miembros a ampliar las licencias por maternidad a un mínimo de 14 semanas, aunque sugería que lo ideal era llevarla a 18. Además, promovía diez días para los padres.

Desde aquella época, en el Congreso se acumularon alrededor de noventa proyectos. Casi la mitad de ellos se comenzaron a discutir en comisiones. Sin embargo, ninguno prosperó. Contradictoriamente, el consenso es amplio. Es poco el tiempo otorgado. Pero no hubo avances en el parlamento para que la situación se pueda revertir.

Las madres disponen de tres meses, repartidos en el lapso de antes y después del parto (iStock)
Las madres disponen de tres meses, repartidos en el lapso de antes y después del parto (iStock)

"Hoy la prioridad es enfocarse más sobre la productividad. Es absolutamente necesario centrarnos en la producción, y más días de licencia producirían menos días de trabajo", le había comentado a Télam el viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor.

De todos modos, adelantó que la intención es incorporar al régimen de licencias a los padres que adopten y a las mujeres que tengan que someterse a un tratamiento de fertilización. Hoy, ambos casos no están contemplados por la ley 20.744. "En principio se están atendiendo solo estos dos temas, que son prioritarios para nosotros, lo cual no quita que en la discusión parlamentaria pueda haber modificaciones en las otras licencias", señaló Sabor.

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