En una relación sexual -especialmente con una persona con quien se tiene un vínculo amoroso- los sentimientos están a flor de piel. Cada roce, mirada o palabra pueden desencadenar una marea irrefrenable de emociones y sensaciones. Tanto es así, que para algunas personas la potencia del orgasmo -o del encuentro sexual en sí mismo- puede ser un poderoso desencadenante de un llanto casi inexplicable.
Muchos hombres y mujeres sufren de vez en cuando de esta emocionalidad extrema conocida, en términos médicos, como "disforia o tristeza post-coital". Numerosos estudios sugieren que casi la mitad de las mujeres lo experimentan al menos una vez en su vida y otras incluso varias veces al mes. Pero, aunque la investigación actual se centra sólo en el espectro femenino, esta problemática afecta a todos los géneros e implica sentimientos, potentes pero fugaces, de tristeza, ansiedad o hasta agresividad.
"Esto puede ocurrir con la liberación que supone el orgasmo", explicó al portal web VICE la sexóloga médica Marie Tudor. "Junto con el 'dejar ir' que sucede con el orgasmo también se puede producir un 'dejar ir' de las emociones, que para algunas personas implica llorar".
Según la especialista una explicación posible provoca emociones poderosas, tanto positivas como negativas. "Aquellos que sufren de disforia, por ejemplo, puede que estén enlazando el encuentro con asociaciones negativas de experiencias sexuales pasadas. Puede ser un flashback o un recuerdo de algo negativo".
El doctor Robert Schweitzer, profesor de la Universidad de Tecnología de Queensland, llevó a cabo dos estudios diferentes sobre las experiencias de la disforia post-coital en la mujer y los resultados de ambos demostraron que las personas que nunca han sufrido traumas pueden igualmente sentirse enojadas, solitarias o perturbadas después del sexo consensual. Incluso cuando se da en una relación feliz y saludable.
Si bien la investigación académica y clínica sobre este trastorno es todavía limitada, Schweitzer señaló que es posible que existan una serie de causas psicológicas, fisiológicas y sociales simultáneas.
Consultado por Infobae, Walter Ghedin (MN 74.794), médico psiquiatra y sexólogo, señaló que es importante diferenciar este trastorno de la disforia del llanto, "que puede aparecer durante el orgasmo y se trata de lágrimas de placer, un llanto de alegría". Es decir que el llanto puede ser causado por sentimientos tanto positivos como negativos.
Pero el especialista explicó que las hipótesis biológicas sobre la tristeza, irritabilidad o sensación de vacío despues del coito "apuntan al descenso de algunas sustancias que se incrementan durante el sexo como la oxitocina -también llamada 'hormona del amor o del apego'-, de las endorfinas (que producen sensación de bienestar) y la amígdala cerebral, cuya función se relaja durante el encuentro erótico permitiendo entrar en confianza con el cuerpo del otro, baja el pudor y el miedo".
Por todo este proceso, los especialistas indican que es comprensible que el cuerpo humano responda con una gama amplia de comportamientos incontrolables. Además, Ghedin indicó que hay teorías psicológicas que explican el origen de sentimientos de culpa, incertidumbre o vacío que se generan cuando los cuerpos se separan.
"En algunos casos existen rasgos depresivos o ansiosos de base que predisponen a sufrir el síndrome. Mucha sensibilidad frente a la vida en general y al amor de pareja en particular puede ayudar a que aparezca la sensación de vacío, algo así como una angustia incierta por el porvenir", dijo el experto. "Las personalidades ansiosas suelen poner muchas expectativas a la relación, quedándose con la sensación de que 'algo faltó' cada vez que se hace el amor, estos sujetos 'idealizan' el vínculo erótico en vez de aceptar lo que sucede en la realidad".
Además, muchas personas experimentan llanto post-coital sin ningún tipo de acompañamiento sentimental racional de disforia o depresión. Incluso muy a menudo se trata de la sensación opuesta y la persona siente emociones positivas asociadas con el afecto y la atracción.
Según la doctora Tudor, llorar después del sexo es una reacción totalmente natural y no es necesariamente causa de preocupación. "Yo lo miro en términos básicos. Es comprensible que una liberaración como es el orgamo provoque otro tipo de liberación", dijo. Y agregó: "Es incluso algo bueno. Lo sé por experiencia".
Para los expertos, no hay nada de qué preocuparse si el llanto no se extiende mucho más allá de ese momento. Sin embargo, si la tristeza continúa o la persona sigue sintiéndose mal, vale la pena averiguar de qué se trata realmente, especialmente si está afectando a la pareja. Consultar a un profesional, por ejemplo, es una buena opción. Si esto en cambio no sucede, es saludable comprender que es una reacción normal.
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