Milleninals, una generación under 32 que los describe, según especialistas y estudios académicos, como un grupo de narcisistas empedernidos. Representados como individuos altamente centrados en sí mismo, en su imagen y sus experiencias.
En la era de las redes sociales sus características ególatras se potencian a través de la exposición desmesurada, el uso de las 'selfies' y el culto a la imagen.
Para el psicólogo Gervasio Diaz Castelli existen dos tipos de narcisistas: los positivos -con una dosis de autoestima fuerte y consolidada- y los negativos. "Es una persona que está enamorada de sí misma, de su imagen, en su totalidad por su ser", dijo. Suelen ser poco empáticos y rompen con los lazos colectivos.
En esta misma línea, el sociólogo Jorge Elbaum dijo a Infobae que en la era del "Yo Yo Yo" "se mira más de lo que se reflexiona". El uso indiscriminado de la redes sociales y el furor por las selfies -por ejemplo- "son expresiones de esa necesidad de autoafirmación mediante la imagen", alertó.
Este comportamiento parece expandirse tanto a nivel individual como colectivo. A raíz de esta problemática actual, Jean M. Twenge, profesora del departamento de psicología de la Universidad Estatal de San Diego y W. Keith Campbell, titular del mismo espacio en la Universidad de Georgia, escribieron el libro The Narcissism Epidemic: Living in the Age of Entitlement (La epidemia de narcisismo: vivir en la era de merecer todo) donde abordan la temática desde diversas perspectivas.
Los expertos alertan del aumento de comportamientos con rasgos ególatras motivados en gran parte por el cambio de valores de esta generación. "Tenemos ricos falsos (con hipotecas de puros intereses y pilas de deudas), belleza falsa (con cirugía plástica y procedimientos cosméticos), atletas falsos (con drogas para mejorar su desempeño), celebridades falsas (en los reality shows televisivos y en YouTube), estudiantes geniales falsos (por una inflación de las calificaciones), una economía nacional falsa (con 11 billones de dólares de deuda gubernamental), sentimientos de ser especiales falsos (por la crianza de los niños y la educación concentrada en la autoestima) y amigos falsos (con la explosión de las redes sociales)", enumeraron en las primeras páginas de su libro.
Los expertos coinciden en que la autopromoción en las redes potencia estos rasgos. En promedio se comparten en Instagram 80 millones de fotos, con más de 3.500 millones de 'me gusta', donde se destacan publicaciones en primera persona: "Yo, comiendo", "Yo, de paseo". "Yo, de compras".
Las populares selfies y las diversas poses que surgieron de esta práctica cotidiana, cuando uno es narcisista, alimentan ese comportamiento
A su vez, la búsqueda de fama -en muchos casos efímera- a cualquier precio mediante las exhibiciones frecuentes. Los Millennials buscan empleos más excitantes, anhelan trabajar sobre proyectos concretos que asuman un impacto social, prefieren las startups a las grandes compañías, quieren disponer de mayor flexibilidad laboral, disfrutar de formas de trabajo más informales y participar en las decisiones corporativas. "El mandato en relación al éxito y ser reconocido los empujan hacia conductas narcisistas", agregó Diaz Castelli.
Para Díaz Castelli, hay que lograr el equilibrio fortaleciendo los lazos colectivos ante los individuales; "una buena dosis de amor propio es un indicador de salud mental". Los vínculos amorosos, las amistades, los hijos ayudan a eliminar los rasgos narcisistas.
Elbaum sostiene que para que la sociedad logre desprenderse del narcisismo debe dejar atrás la presión que implica la mirada juzgadora e inquisidora de los otros, "conectándose con los aspectos más profundos, duraderos y solidarios", concluyó.
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