Las vacaciones encuentran dos finalidades recurrentes. Por un lado, descansar. Utilizar esos días para relajarse y dejar atrás del todo un año de responsabilidades. Por otro lado, divertirse. Pasar momentos agradables en la playa con familia o amigos. Disfrutar de un rato de deporte frente al mar o de juegos de mesa sobre una lona o bajo la sombrilla.
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