Su historia se construye a partir de una larga data. No es un tipo de comercio novedoso, tampoco un emprendimiento original. Su presencia tiene peso en el mundo, con locales en París, Londres o Nueva York, por ejemplo. También en Argentina. En pleno centro porteño se puede parar y degustar alguna comida en estos locales de "comida al paso".
Su fama se extendió hasta la orilla del mar. Los food trucks son uno de los protagonistas más destacados en la Costa Atlántica. Los diferentes estilos de comidas y bebidas funcionan como una tentación casi irresistible para los turistas. Los platos de calidad a precios moderados sirven como una rápida opción a un paso del mar.
La caravana de camiones se pasean y se ubican en distintos puntos estratégicos de las playas argentinas. Algunos puestos se trasladan constantemente, otros se juntan en complejos. El público que se suma a la propuesta es muy variado. Están los que deciden tomarse un break y en lugar de almorzar en un restaurante lo hacen sin sacar los pies de la arena. Otros, en cambio, van con la familia o con amigos por la tarde o los fines de semana.
Con una amplia carta de sandwichería gourmet, entre los más solicitados también están las hamburguesas, pizzas y ensaladas. Todos menús nacionales, regionales, más algunas innovaciones con un toque extranjero. Espacios con productos de pastelería, comida veggie a la mediterránea, tragos a base de alcohol o helados artesanales agrandan la oferta disponible.
En Mar del Plata, además, se está desarrollando el Foodie Fest MDQ 2017, un evento que durará hasta el 12 de febrero y que recibe en promedio unas 2.000 personas. La cita incluye música en vivo y diversos shows, acorde a los tipos de reuniones cada vez más frecuentes, con no solo stands gastronómicos, sino también chefs en vivo y espacios recreativos para los niños.
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