En la playa un hábito que no se abandona son los juegos deportivos. Puramente por diversión y no por competitividad, en cada año no faltan quienes sacan la paleta para practicar tenis, o la pelota para ensayar un partido de fútbol o vóley. Los balnearios, en búsqueda de alternativas que seduzcan a los turistas, también apuestan al deporte como opción para atraer al público.
Los clásicos torneos -como los de beach vóley-, las clases danza, el spinning o la práctica de otras extravagantes actividades -el ejemplo más resonante de este verano es el "Bubble Soccer"- son las vedettes en cuanto a ejercicios físicos. Sin embargo, no todo queda en este tipo de competencias más bien orientadas para el público adulto.
En esta temporada, las clases especiales están ganando mucho terreno. Cursos de skate o arquería son algunos de las curiosas propuestas. Pero por encima del resto se destaca los talleres de surf, el deporte insignia de los mares marplatenses. Las colonias orientadas al deporte acuático sumaron muchos adeptos en lo que va del periodo vacacional. El único impedimento para adherirse a este boom, tal vez, puede estar en el factor económico.
Consiente de la situación, en la "Mar del Plata Surf School", ubicada en el parador Biología de Playa Grande, ocurre un caso particular. A cargo de Maximiliano Prenski, presidente de la escuela y campeón argentino, se brindan clases de surf gratuitas todos los lunes. Las jornadas están destinadas a todos los menores que quieran desarrollar la actividad pero carecen de los recursos.
La ONG "Casa de Veinte" colabora en la organización y coordinación de los talleres, aportando los trajes y las tablas para los participantes. Además, aquellos niños que no tengan un medio de transporte, una línea de colectivos se encarga de recogerlos de manera gratuita. La propuesta de inclusión más la posibilidad de probarse en un deporte tradicional de playa generó un atractivo combo para muchos jovencitos que se animan cada vez más a subirse a una tabla y desafiar las olas.
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