Los derechos de las mujeres afrontarán enormes desafíos en todo el mundo en 2017. Las activistas esperan tener que luchar para mantener clínicas abiertas, salvar programas que impiden embarazos no deseados y reforzar las leyes que protegen a las féminas de la violencia.
Globalmente, los derechos del género femenino están en el punto de mira del creciente aislacionismo y políticas de extrema derecha en Europa Occidental y Estados Unidos, donde el presidente electo Donald Trump prometió deshacerse de una serie de políticas sociales.
"Surgen crecientes desafíos para las mujeres, no siendo menor la creencia cultural global de que son en esencia ciudadanas de segunda. Es un fenómeno global y estamos realmente preocupados", dijo Tarah Demant, directora de la unidad de identidad e inmigración Amnistía Internacional en Estados Unidos.
A continuación, algunos de los puntos que se tratarán en 2017.
– Violencia contra las mujeres
Una de cada tres mujeres experimentó violencia física o sexual, en su mayor parte de una pareja, según las estadísticas. Las altas tasas de feminicidio y abuso doméstico afectan a muchos países. De acuerdo a las Naciones Unidas, una de cada cinco serán víctimas de violación o de intento de abusos.
"La violencia contra las mujeres es una crisis de los derechos humanos. Es una crisis de salud. Es una crisis cultural", dijo Demant, de Amnistía.
– Mantenimiento de organizaciones femeninas que operan globalmente
Existen grupos de mujeres en todo el mundo que defienden asuntos como los derechos sobre el divorcio, las diferencias salariales por sexo y el matrimonio infantil. Estos trabajan a menudo operando en ambientes hostiles con un presupuesto limitado.
Varios países aprobaron leyes que presionan a esos grupos, haciéndoles registrarse como agentes extranjeros si consiguen financiación de donantes internacionales, dijo Janet Walsh, directora provisional de la división de derechos de las mujeres en Human Rights Watch.
"Me temo que para aquellos que defienden los derechos de las mujeres, que su seguridad y su capacidad para registrarse y operar como organizaciones se verá reducida", vaticinó Walsh.
– Acceso mundial al aborto y a anticonceptivos
La amenaza de acceso al aborto es la probable consecuencia de la llamada ley mordaza global bajo el Gobierno de Trump. Estados Unidos podría también retirar financiación al Fondo de Población de la ONU, que proporciona servicios de salud reproductiva pero no financia o apoya el aborto.
Impuesta por primera vez por el presidente Ronald Reagan, la norma prohíbe que grupos que obtienen ayuda estadounidense en el extranjero ofrezcan abortos o asesoren a pacientes sobre abortos, incluso aunque sus fondos provengan de otras fuentes. Esta regla fue levantada por Barack Obama en 2009, pero puede ser recuperada con facilidad.
– Pérdida de Estados Unidos como líder de los derechos de las mujeres
El Gobierno de Estados Unidos desempeñó en los últimos años un papel clave en la promoción y apoyo a los derechos de las mujeres, especialmente ayudando a redactar objetivos de desarrollo globales aprobados en Naciones Unidas, uno de los cuales pide igualdad por sexos para 2030.
"Tememos una marcha atrás en acuerdos internacionales sobre derechos de mujeres y sobre los compromisos de los gobiernos con los derechos de las mujeres", dijo François Girard, presidente de la Coalición Internacional sobre la Salud de la Mujer (IWHC, por sus siglas en inglés).
El IWHC pretende presionar a los gobiernos para que no cedan a la presión estadounidense de dar marcha atrás a los derechos de las mujeres, una estrategia usada durante el Gobierno de George W. Bush.
– Aborto y acceso a anticonceptivos en EEUU
Los contrarios al aborto quieren revocar la decisión de la Suprema Corte estadounidense de 1972 que legalizó la práctica. Trump tendrá la oportunidad de nombrar a uno o más representantes en la corte y prometió que habrá contrarios al aborto. Mientras, las legislaciones estatales están haciendo mella en el derecho al aborto.
Trump dijo también que apelaría parte de la ley que ha permitido a 25 millones de estadounidenses tener cobertura sanitaria. Conocida como Obamacare, paga la mayoría de los métodos de control de la natalidad a las mujeres.
Con información de Reuters
LEA MÁS: