Flavia Palmiero, la mujer que logró que se detenga el reloj: "No tengo cirugías, ni mucha noche encima"

Algunos crecieron con ella, otros se "enamoran" apenas verla. Cierta electricidad calma sobrevuela el aire y ella rompe la escena con una sonrisa pícara y suave, que engalana unos ojos que cautivan, que atrapan, que convierten ese momento, hasta entonces ordinario, en algo para recordar.

Es Flavia Palmiero, 50 años, la verdadera reina de los bajitos argentinos, la mujer que cambió la manera de hacer televisión para los menores y con una figura que roba suspiros, cautiva miradas, y que parece resistir estoica el paso del tiempo. Flavia, siempre joven, siempre jovial, recorre junto a Infobae su carrera, sus amores y revela, a su pesar, los secretos que la convierten en una de las mujeres más hermosas del país.

Su primer gran momento le llegó rápida. Tenía 17 años y todavía no había resuelto del todo a qué iba a dedicarse una vez que terminade la secundaria. Luego de un primer casting quedó seleccionada para el rol principal de Evita, quien quiera oír que oiga, una película argentina de 1984, dirigida por Eduardo Mignogna.

"Tenía muchos sueños, no había estudiado teatro y la verdad me sorprendió mucho, no imaginé que era una película tan importante. No estaba consciente de lo que significaba interpretarla. Todavía estaban los militares, era julio del '83. No se hablaba de elecciones mientras filmábamos. Lo tuvimos que hacer en secreto en Capilla del Señor, en la clandestinidad total".

"Yo realmente no sabía nada acerca de ella porque estaba prohibida, jamás la había visto en acción, porque en televisión no se mostraban imágenes, tampoco había libros", agregó.

Luego, llegó la democracia y la película hizo su debut en la pantalla grande. Fue un antes y un después: "Durante el rodaje solo una revista vino a hacer una nota, fue mi primer nota, pero cuando se estrenó fue un suceso. Pasé de un día al otro de ser una desconocida a, tremendamente conocida, tapa de todas las revistas, todos los diarios, protagonizando la primer película a nivel mundial de Eva Perón".

Pero sin dudas, terminó de conquistar los corazones de todo el público gracias a La Ola verde y La Ola está de fiesta, dos programas icónicos de los ochentos orientados hacia los más chicos, que revolucionaron la estética y la manera de relacionarse con los niños frente a cámara.

"Era lo que soñaba de chiquita. En esa época no era normal que una chica de 19 años fuese la cara de un programa. Llegué al programa cuando ya tenía seis meses en el aire, porque había renunciado Any Sosa, la presentadora. Se acordaron de mí, me llamaron un lunes y el miércoles grabamos. Llegué y estaba el señor televisor esperándome. Y ahí arrancó todo. Fue un suceso, realmente. Entre 3000 y 5000 chicos por día".

"Teníamos un rating de 20 a 25 puntos al día de hoy. Números imposibles ahora. Trabajaba mucho, me casé al mismo tiempo. En esa época conocí a mi primer marido. Yo era muy chica, el tiene su empresa de ropa".

– ¿Ahí fue tu primer vínculo con la moda, con lo textil?

-Sí, con la ropa y con la moda. En ese momento no me preocupaba como lo hago ahora. Volcaba todo lo que adoro de la moda en la Ola, todo lo extravagante. No estaban acostumbrados que en un infantil te vistas tan extravagante. Más allá de lo que decían nunca hubo un objetivo sexy, nunca había una provocación.

-¿Qué te sucede hoy cuando ves a alguien como Lali Esposito? Se viste extravagante, tiene un éxito tremendo, es muy jovencita, ¿te sentís identificada en algún punto?

-Sí, yo creo que el fenómeno de Lali es muy parecido, el de Tini también con Violeta. Nosotros inventamos el género comedia musical infantil con Flavia corazón de tiza, que después Floricienta, Chiquititas, Violeta, todos lo hicieron y sí claro, son fenómenos muy parecidos. Me divierte.

-¿Cambiarías algo? ¿Considerás que está bueno conocer el éxito tan de chica?

-Sí, claro. Yo tuve la bendición de tener una educación muy buena, muy sana. Muchas veces toqué el cielo con las manos pero siempre dejé los pies en la tierra. Entonces de pronto estaba en Tucumán en un estadio lleno, con entradas pagas, 7000 personas y yo hacía mi trabajo, iba al hotel como cualquiera. Yo siempre digo que tengo una vida ordinaria con un trabajo extraordinario. Pero siempre fui una persona normal. Muchas veces en este medio, la gente cree que te conoce por una foto y eso no es verdad. Muchos pueden sacarse el personaje y otros no. Yo me lo saco. Es un vestido que me pongo para una fiesta o para subir al escenario, pero no para la vida.

Con 30 años finalmente se separó y para ella fue un gran dolor "porque uno apuesta a una familia", pero consiguió – "a pesar de las diferencias"- que se mantengan "como una familia": "Mis hijos -Giuliana (27) y Gianmarco (22)- nunca fueron tiroteados, los problemas de papá y mamá eran nuestros. Jamás los metí en el medio. Son libres, hoy en día son dos personas maravillosas, no son mis fanáticos, tienen perfil bajo, pudimos educarlos muy bien".

-¿Qué recuerdo tenés del famoso romance con Franco Macri?

-Empezamos en el '98 y por dos años fui su mujer, realmente nos quisimos muchísimos. Fue un gran amor, fuimos una gran pareja. La pasamos muy bien, fuimos muy felices.

-Fue una pareja muy juzgada…

-En ese momento era chica y quizás me molestaba. En este momento no me hubiese molestado porque soy mucho más madura. Mucha gente que te critica desea estar en tu lugar, y lo veo. Y ahora también, yo fui muy feliz y estoy muy agradecida a la vida de haber sido tan querida y haber querido tanto. Tengo la bendición de conocer lo que es el amor y eso es muy bueno.

-Actualmente estás en pareja con Luis Scalella (un reconocido productor cinematográfico), se te ve muy bien

-La pareja, cuando uno ya tiene hijos, va cambiando muchísimo las necesidades de cada uno. Yo a los 30 años era muy efervescente por decirlo de alguna manera, ahora estoy un poco más tranquila.

-¿Sos celosa?

-Contrariamente a lo que puedan pensar, no. Soy a veces de sentirme posesiva pero de mis afectos, de mis amigos, de mi familia, de mis afectos. Debería ser más celosa pero no lo soy.

-Y los hombres con los que saliste, ¿eran celosos?

– Ellos siempre me engañaron y me dijeron que no eran celosos pero ¡los hombres mienten!

-¿Qué te faltaría profesionalmente y personalmente concretar?, ¿algún sueño por cumplir?

-Profesionalmente, lo hice todo. A veces cuesta mucho cuando tu vara es muy alta poder mantenerse. Me falta retomar mi carrera de actriz de cine, eso me encantaría. También tengo una obra, un unipersonal español que trata el paso del tiempo y en lo personal me siento muy bien. Desde 20 a los 40 críe a mis hijos y ahora siento que tengo más tiempo y libertad y lo estoy tratando de disfrutar. Creo que lo más importante es tratar de construir una vida feliz, agradezco lo que tengo.

-¿Cómo te llevas con el paso del tiempo?, ¿Cómo te cuidás?

-Me cuido, me mantengo, no tengo cirugías. Mis tres secretos son tomar jugo de limón con agua tibia a la mañana, siempre me lavo bien la cara antes de dormir y tomar mucha agua. No es de hoy, siempre fui sana, nunca tomé, no tuve noche y tengo una familia que tiene muy buena genética. Hago gimnasia cuando tengo tiempo. También algún centro de estética, todo eso es importante hacerlo.

En el 2017 le espera uno de sus grandes desafíos, su propio canal de comunicación para compartir sus secretos beauty y fashion: "Estoy armando un Blog para mujeres, en el cual van a poder verme haciendo de todo, entrevistas muy naturales, moda, belleza, lifestyle. Voy a elegir a la mejor y a la peor vestida, va a haber muchas sorpresas. Muestro lugares del mundo. Va a tener de todo".

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