El 13 de noviembre del año pasado a Santino le detectaron sarcoma de Ewing, un tumor maligno, a la altura del cuello y metástasis en los huesos y médula ósea. Para el niño comenzó la etapa de quimioterapia en el Hospital Garrahan. Los tratamientos pudieron quitarle el tumor, pero no así la metástasis del cuerpo.
Ante esta situación, le empezaron a realizar una terapia de segunda clase llamada Vit, aunque con pocas esperanzas de lograr buenos resultados. Los médicos informaron que no podían hacer mucho más. El joven acompañó el proceso con una dieta alcalina y aceite de cannabis. Llegó el viaje a España para tratarse con el doctor oncólogo pediátrico Alberto Martí Bosch, quien con una medicina alternativa, le permitió a Santino recuperarse.
Al regresar al país, en septiembre retomó las visitas al Garrahan. Los médicos decidieron continuar con radioterapia debido a una cuestión protocolar para, tras ello, seguir solo con el mantenimiento. Sin embargo, el tratamiento tuvo un efecto negativo: "A Santino le empezó a hacer mal, a quemar el tracto digestivo, le hizo una esofaguitis, con vómitos de sangre, pérdida de peso, diarrea y no pudiendo hacer ningún tratamiento más por el cuadro. La enfermedad volvió a avanzar y se alojó en la cabeza", comentó Cristian Quiroga, padre del niño.
Desde el centro hospitalario no pueden ofrecerle más respuestas. No existe el equipamiento necesario para tratar al paciente y algunos aparatos no funcionan durante días, alertó la familia. Frente a este panorama, la familia creó el grupo de Facebook "Todos por Santino" para costear el viaje a Europa y reanudar la terapia con el doctor Bosch. La autoridades municipales cooperaron en la organización de un festival a beneficio. Los padres del niño compartieron la cuenta bancaria en la que se pueden realizar donaciones.
"Teníamos que viajar el martes, pero Santino se descompuso el domingo y no pudimos. Cuando vuelva a estar mejor, lo voy a llevar y me voy a quedar hasta que se cure. Es un tiempo indefinido, no sé si van a ser tres meses, seis o un año. Lo que sí estoy convencido es que lo vamos a sacar de esta situación", agregó Cristian.
Para la familia no importa el tiempo, los viajes, mucho menos el dinero, solo la salud del niño. "Él tiene toda la garra necesaria para salir de esta situación, lo que pasa es que el cuerpo no le da para andar por sí solo. Yo le digo 'vamos, Santino, que de esta salimos' y él me levanta los brazos como diciendo '¡sí, mamá!' Tiene toda la voluntad y esperanza del mundo, quiere salir adelante", dijo Natalia Molina, mamá de Santino.
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