Los días de calor cada vez más presentes calientan la ciudad y preparan las playas y destinos turísticos para la llegada del verano. Si bien el sol es necesario para la buena salud –es indispensable para la formación de vitaminas A y D, la fijación del calcio en los huesos y la producción de endorfinas–, el órgano más grande del cuerpo, la piel, puede sufrir si no se lo cuida como corresponde.
Si bien es importante protegerse de los efectos de sol todo el año, los daños provocados por los rayos ultravioletas aumentan en verano. El uso de protector solar previene las quemaduras, pero también es importante para evitar otros efectos menos visibles y que son resultado de la radiación UVA, como el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de melanomas.
Según la Sociedad Argentina de Dermatología, el enrojecimiento dérmico es una reacción inmediata al sol y es común que suceda en personas de tez y ojos claros. Las pieles más oscuras no pasan por esta etapa, sino que se broncean directamente, pero también se dañan a largo plazo, por lo que siempre se indica usar protección. Si bien es ideal no exponer a la piel, si se busca lograr un bronceado es mejor que sea progresivo, sobre todo, durante los primeros días de exposición.
Sonya Lunder, analista senior de investigación de la organización sin fines de lucro estadounidense Environmental Working Group, señaló que la mejor manera de protegerse a uno mismo y a los más chicos de la radiación UV perjudicial es usar ropa protectora, pasar tiempo a la sombra y evitar salir al sol cuando es más fuerte, en lo posible. Sin embargo, en verano, momento de disfrutar de la pileta, la playa y el tiempo al aire libre, el protector solar es la herramienta número uno para una protección completa. Por eso, elegir el protector adecuado es determinante.
¿Spray o crema?
En general, el uso de protectores solares en spray, sobre todo en niños, es controvertido. La primera crítica de muchos especialistas a este formato es que, en protección infantil, es difícil aplicar sin inhalar los ingredientes del producto. Además, puede ser difícil obtener una cobertura uniforme y suficiente con un rociado. En este sentido, las lociones y cremas de protección solar son más efectivas, pero, si bien son más protectoras porque se absorben menos, también pueden dejar una sensación de pesadez en la piel.
¿Qué ingredientes evitar?
Leer las etiquetas en productos para la piel es fundamental. Según los expertos, debe evitarse principalmente la oxibenzona: un disruptor hormonal que penetra en la piel y puede causar alergias y daños en células sanas, además de que, al igual que el octocrileno, puede contaminar el planeta y el océano.
El palmitato de retinol, un tipo de vitamina A, es un componente que también se agrega a algunos protectores solares para ayudar a reducir los signos de envejecimiento. Sin embargo, no es un filtro UV, así que no es un ingrediente esencial del protector solar. También debe evitarse ya que puede amplificar los daños causados por el sol.
Además, si se usa perfume al tomar sol, la piel se puede manchar porque las fragancias y el alcohol la fotosensibilizan, por lo que se recomienda evitar esta práctica. Si se están tomando fármacos fotosensibilizantes, tampoco hay que exponerse.
¿Qué factor elegir?
Lógicamente, cuanto más alto el factor, mejor la protección. Sin embargo, el rango recomendado para bloquear los rayos son los productos de 30 a 50 SPF (índice de protección).
Cualquier producto mayor de 50 SPF, contrariamente a lo que se cree, no ofrece ningún beneficio adicional. Estos compuestos pueden, de hecho, ser perjudiciales, y en general encarecen el precio final del producto. Es por eso que las protecciones solares de más de 50 SPF están prohibidas en Europa, Canadá y Australia. Según especialistas, los SPF mayores de 50 tienen una mayor tendencia a ser utilizados de manera inadecuada, no proporcionan un equilibrio de protección tan bueno entre los rayos UVA y UVB como los protectores solares de menor SPF y pueden presentar riesgos para la salud debido a la mayor concentración de productos químicos que contienen.
¿Cuánto protector solar se debe aplicar?
La recomendación de los expertos es usar el protector solar generosamente, aplicando la cantidad suficiente para llenar un vaso de agua. Cuanto más finita la capa, menor es la protección. Los estudios más recientes demuestran que los usuarios de protectores solares tienden a utilizar sólo de un quinto a la mitad de la cantidad recomendada.
Para que la protección ofrecida por un protector solar sea la declarada en el envase deben aplicarse 2 miligramos de producto por cada centímetro cuadrado de piel de manera uniforme (lo que equivaldría por ejemplo a una cucharada sopera de producto en la cara). Algunos lugares clave que a veces son ignorados en el momento de usar protector son la nuca, labios, las ingles, orejas y empeines.
¿Con qué frecuencia debe reaplicarse el protector solar?
En general, el protector solar debe volver a ser aplicado cada dos horas y después de nadar o de una actividad vigorosa que produzca sudor. A pesar de lo que las etiquetas puedan decir, ningún protector solar es verdaderamente impermeable. Algunos más, otros menos, pero todos los filtros solares se lavan con sudor o agua, y pierden su nivel de protección.
¿Cuál es la edad mínima para usar protector solar?
Según la Sociedad Argentina de Dermatología, el 80 por ciento de la radiación solar que se recibe en la vida ocurre antes de los 18 años, por lo que es un momento crítico de protección. Los menores de un año, sin embargo, no regulan correctamente la temperatura, por lo que se aconseja no exponerlos y emplear sólo fotoprotectores a partir de los seis meses de edad.
Para los bebés de menos de seis meses, los expertos recomiendan el uso de otras medidas de protección solar, como mantenerlos a la sombra, usar sombreros y vestir ropa protectora y trajes de baño que cubran la mayor cantidad de piel posible.
¿Qué tan soleado tiene que estar el día para usar protector solar?
A pesar de que el día esté nublado, existen riesgos de quemaduras, puesto que el 90 por ciento de los rayos UV atraviesan las nubes. Por lo tanto, si hay resolana, hay que protegerse como siempre. Además, en lugares de vacaciones, con la arena, el agua y la nieve, la radiación solar se intensifica por el reflejo propio de esas superficies. La radiación solar es más intensa también en zonas cercanas al Ecuador y el riesgo de quemadura se incrementa con la altura, por ejemplo en zonas de montaña.
Como regla general, se recomienda que si el día está lo suficientemente brillante para no necesitar usar flash con una cámara, entonces debe usarse protector solar. Por otra parte, no solo hay que usar protector durante las "horas prohibidas" (entre las 11 y las 16) sino también durante el resto del día. Entre las 10 y las 16 se aconseja un FPS no menor de 50; el resto del día, en tanto, se puede usar FPS 25 o 30, según la hora y el tipo de piel.
¿Cómo saber si la piel de un niño es sensible?
Según Lunder, ya que la piel de algunos niños es especialmente sensible a los alérgenos químicos, debe probarse la protección solar aplicando una pequeña cantidad en el interior de la muñeca del niño el día antes de usarla. Si se desarrolla una irritación o erupción cutánea, hay que probar con otro producto, o pedirle al pediatra que sugiera un producto menos propenso a irritar la piel.
Cuidar la piel y el medio ambiente
Las tradicionales fórmulas de fotoprotectores están siendo discontinuadas por sus efectos nocivos para la piel y el medio ambiente, en especial los océanos. Incluso algunos parques naturales en México no permitían el ingreso de ciertos productos con el fin de no contaminar el agua.
Así nació el protector solar "eco friendly" o "eco sustentable", con una fórmula que no utiliza filtros hidrosolubles y ya no entran en contacto directo con los organismos marinos. Además, sus componentes son únicamente biodegradables.
Skin Protect Ocean Respect es el nombre de este proyecto que lidera Labotatorios Dermatológicos Avène. La fórmula es suprimir las siliconas –un ingrediente poco biodegradable– y disminuir en un 25 por ciento la cantidad de filtros solares, eliminando el octocrileno, por ejemplo. Otra acción de este programa es, en asociación junto con Pur Project, una iniciativa de conservación y restauración de los arrecifes de coral, dañados y emblanquecidos por la contaminación en el agua.
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