Paula "Peque" Pareto, la judoca olímpica a solas con Infobae: "Lo importante es que te guste lo que hacés"

Con el Oro Olímpico que se trajo bajo el brazo de los JJOO de Río, la Peque de San Fernando tuvo un 2016 consagratorio. Pero eso no la corrió de su eje y mantiene el perfil humilde de siempre. Cómo organiza su vida entre la medicina y el judo. Sus deseos de formar una familia

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La alegría incontenible de la Peque con la medalla de oro que consiguió en Río 2016
La alegría incontenible de la Peque con la medalla de oro que consiguió en Río 2016

Se levanta a las 5 para estar a las 6 en el hospital de San Isidro. 12 horas después, sale, se va al Cenard y entrena hasta las 21.30. Vuelve a su casa, come algo rápido y antes de las 23 ya está acostada. La rutina es agotadora de solo leerla, pero para Paula Pareto es cosa de todos los días. Con la medalla de oro en judo de hasta 48 kilos en los Juegos Olímpicos de Río 2016, la incansable Peque de San Fernando tuvo un año que la coronó para siempre como una de las grandes deportistas de la historia argentina, y sin embargo lleva la vida normal, esforzada y humilde de una médica que hace sus primeras armas.

"De a poco uno se va organizando los horarios", reveló la Peque en un encuentro a solas con Infobae. Y en su vida ese "de a poco" es en serio: el calendario apretado que explica una parte de sus logros es una versión refinada de aquel que empezó a aplicar hace 21 años, cuando tenía apenas 9 y empezó judo, ese arte marcial que conoció por su papá, Aldo, y que también había generado curiosidad en su hermano, Marco, uno de sus grandes compinches desde siempre.

Es sabido que el amor relativiza los esfuerzos, y de Pareto con el judo hizo que cuando era adolescente no le importara resignar actividades propias de las chicas de su edad. Tampoco cuando estudiaba medicina en la UBA y, viviendo en el norte del Gran Buenos Aires, se tomaba trenes y micros para viajar hasta La Plata a entrenarse en el Club Estudiantes. Sabe mejor que nadie que el trabajo duro, a la larga, da sus frutos.

A pocas semanas de terminar su gran año deportivo, Pareto sabe que su 2017 será un poco más relajado, con no más de cuatro torneos a la vista. "Los años post olímpicos siempre son así, entonces que hay que aprovecharlos", aseguró. Y para ella eso significa, por ejemplo, tener un poco de tiempo para momentos que la mayoría dan por sentado, como verse con la familia o ponerse al día con sus amigos. Ese panorama le puede generar sentimientos encontrados, es cierto, pero sale rápidamente a flote recordando la clave que hace que valga la pena cualquier esfuerzo, y que repite de una u otra manera varias veces, como si la tuviera en su cabeza todo el tiempo: "Esto es lo que me gusta hacer".

El momento de la consagración, cuando le ganó a la surcoreana Bokyeong Jeong y se consagró campeona olímpica (Nicolás Stulberg)
El momento de la consagración, cuando le ganó a la surcoreana Bokyeong Jeong y se consagró campeona olímpica (Nicolás Stulberg)

–¿Cómo es ser la primera mujer argentina que se cuelga una medalla de oro de judo?

–Es increíble que haya llegado de mi mano, porque me entrené desde chiquita para dar lo mejor de mí y para ser lo mejor que pudiera, pero nunca me imaginé llegar a tanto. Me da muchísima alegría, y también me da fuerzas para seguir creciendo.

–¿Qué sentiste cuando ganaste el oro en Río y tu cara estaba en todos los diarios del mundo?

–Es raro, no le presto mucha atención a eso. Los deportistas no entrenamos ni competimos para ser famosos, lo hacemos porque nos gusta. Pero lo que sí me shockea es la reacción de la gente, cómo todos se emocionan y se ponen contentos al verte, se compenetran con lo que uno vive. Porque, en realidad, llevo la misma vida que todos, con las mismas cosas buenas y los mismos problemas. Entonces, cuando gana uno, ganamos todos.

Pareto recibió a Infobae en el hospital de San Isidro, donde realiza la concurrencia como médica recién recibida (Adrián Escandar)
Pareto recibió a Infobae en el hospital de San Isidro, donde realiza la concurrencia como médica recién recibida (Adrián Escandar)

–Sos campeona del mundo y olímpica. ¿Qué te falta para realizarte como deportista?

–Si uno se basa en los logros, es verdad que alcancé los grandes objetivos de cualquier deportista amateur. Pero siempre hay nuevos desafíos por delante y son todos diferentes. Mi idea es seguir entrenando para la competencia en la que me presente, sea un nacional, un panamericano, un juego olímpico o lo que sea. Quiero salir y poder ganar.

–¿Hacés una dieta particular para estar en forma?

–No, la verdad es que como de todo. El alto rendimiento requiere un nivel nutricional que tenés que mantener, pero no me privo de nada.

El 2017 de Pareto será más tranquilo en lo deportivo, y espera aprovecharlo para ver un poco más a su familia y amigos
El 2017 de Pareto será más tranquilo en lo deportivo, y espera aprovecharlo para ver un poco más a su familia y amigos

–¿Te gustaría en un futuro formar una familia y ser madre?

–Sí, en un futuro puede ser, claro que me gustaría, pero no es algo cercano.

–¿Qué le dirías a todas esas chicas que hoy tienen un sueño pero no se animan a concretarlo?

–Es cierto que hay cosas muy difíciles de lograr, pero no es cuestión de tener un gran objetivo: lo que importa es el día a día, es ir a entrenar, o trabajar, o hacer lo que uno haga pero de la mejor forma. Después, a largo plazo, el objetivo se alcanza. La clave de todo, para mí, es disfrutarlo. El esfuerzo siempre va a estar.

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