La industria aerocomercial se encuentra atravesando un momento de transición impulsada por la mayor demanda de mercados emergentes en Sudamérica y Asia, con millones de nuevos pasajeros que tienen acceso por primera vez a los viajes aéreos y nuevas rutas que permiten conectar destinos antes inaccesibles.
En un contexto de gran competitividad, las compañías aéreas no dejan detalle librado al azar en la carrera por conquistar a nuevos pasajeros, ya sean ejecutivos o turistas, y los videos de seguridad que se emiten por ley antes de cada despegue se han convertido en una nueva herramienta para transmitir los valores e identidad de cada línea mediante producciones que nada tienen que envidiarle a un largometraje de Hollywood.
Con presupuestos que hasta hace sólo unos años hubiesen resultado imposibles de aprobar por los altos mandos, los últimos videos producidos por los grandes carriers del mundo buscan no sólo capturar la atención de viajeros cansados de las indicaciones de seguridad tradicionales sino también generar conversación en redes al viralizar sus contenidos, en la mayoría de los casos por lo insólito de las temáticas o la celebridad de algunos de sus protagonistas.
Sin lugar a dudas uno de los precursores en la materia ha sido la norteamericana Delta Airlines con base en Atlanta que desde hace años se ha convertido en un verdadero referente en lo que respecta a contenidos audiovisuales que son emitidos a bordo de las naves, produciendo materiales específicos para fechas especiales como Navidad que luego se convierten en una sensación en plataformas como YouTube.
Más allá de la publicidad gratuita que generan, los videos de seguridad se han convertido en un "as bajo la manga" para aquellas compañías que necesitan un lavado de imagen, como la francesa Air France que se ha visto envuelta en los últimos meses en escándalos sindicales y problemas financieros que obligaron a replantear su plan de negocios en profundidad.
La nueva producción que se proyecta en las pantallas de sus aviones busca rescatar el encanto francés con un producto final que se asemeja más a un comercial de una firma de indumentaria que a un video institucional. Modelos de clara inspiración gala se muestran frescas y espontáneas frente a la cámara, a medida que van explicando los distintos procedimientos de preparación para el despegue como el abrochado de los cinturones, proceso que estas aseguran "ayuda a resaltar la cintura de manera elegante".
Otro de los videos que obtuvieron mayor cobertura en los medios fue el de Air New Zealand, filmado en los estudios Warner Brothers de Los Ángeles con la participación de actrices de la talla de Anna Farris de "Scary Movie" y el comediante Rhys Darby.
La producción cuenta con un nivel de realización envidiable pero fue criticada tanto por pasajeros como por expertos de la industria por distraer con su trama y fallar al transmitir información de seguridad de vital importancia, sobre todo a la hora un eventual accidente. Responsables de la aerolínea aseguran que su video cumple con todos los requisitos normativos internacionales y además afirman que los pasajeros suelen prestar más atención a los videos "no tradicionales" que a formatos convencionales.
Virgin America, que recientemente dejó de estar bajo el paraguas del magnate británico Richard Branson, es otro de los generadores de contenidos más populares con videos en YouTube que cuentan con más de 10 millones de "views" aclamados por la crítica especializada como si fueran un largometraje de la pantalla grande.
Hace sólo unas semanas la poderosa American Airlines presentó su nuevo video parte de una reestructuración integral que llevó entre otras cosas a cambiar el aspecto de sus naves abandonando el tradicional cromado natural del aluminio en su fuselaje por un gris mate de aspecto más sobrio y moderno.
La producción filmada en Toronto sigue la estética que prevalece hoy día inspirada en las redes sociales, con una sucesión a ritmo acelerado de imágenes vistosas pero a la vez por momentos inconexas con un mensaje final que muchos aseguran es confuso.
Con presupuestos que en la mayoría de los casos superan las siete cifras y la adaptación de distintas versiones según el tipo de aeronave y el mercado al cual va dirigido, hoy día los videos de seguridad son de las herramientas más efectivas para revitalizar marcas demodé asociadas a otra era. Quedará por verse de que maneras las aerolíneas se superan a si mismas en el futuro con contenidos más creativos y sobre todo viralizables.