Mariano Iúdica: "Si te preparás y trabajás con pasión, todo llega"

Conductor y humorista pero con pasado de camarógrafo y productor, admitió que se siente más cómodo detrás de cámara y que no se considera una estrella televisiva. Cuáles son las claves de su éxito laboral

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Mariano Iúdica es un ícono
Mariano Iúdica es un ícono de la televisión argentina

Mariano Iúdica es un multifacético de la vida. Llega sonriente, se muestra de buen humor y tiene facilidad para conversar. La cámara lo muestra natural, aún cuando ésta se apaga y él todavía es el mismo.

Conductor televisivo y referente en su rubro, aseguró: "Tuve mucha suerte de ser muy bien educado, de ser buena persona, de buscar mi camino, de rodearme de gente buena y de tener buenos vínculos familiares".

Luego de una corta experiencia en un banco, Iúdica comenzó a incursionar en los medios desde el escalafón más bajo. Fue camarógrafo, editor, productor y panelista. "Cuando empecé en los medios conocí la noche, conseguí mi primer trabajo y empecé a ganar plata. Así me fui haciendo", explicó.

De adolescente, fue un rockero rebelde que tenía a su mamá preocupada. "Dios me llevó de la mano, muy claramente. Me pude haber perdido en la noche durante los '80 e inicios de los '90 en Buenos Aires. Ganaba mucha guita y hacía mi vida. Me fui a vivir solo muy temprano", dijo el conductor.

“Me gusta estar detrás de cámara, prefiero producir figuras”

"Después me enamoré, me casé y al rato quise tener hijos. A los 22 años ya tenía mi primera hija y a los casi 25 años ya tenía mi segunda nena. Eso me cambió la vida".

A la hora de hablar del reconocimiento televisivo que tiene hoy en día, explicó: "Es lógico que algunos piensen que yo comencé con Marcelo. Yo soy productor de televisión antes que figura de televisión. Yo soy técnico de television. Soy camarógrafo del sindicato de televisión. Y los que trabajan conmigo también lo saben, cuando yo entro a un estudio y digo eso está mal o está bien nadie piensa '¿este a quién se comió?'".

En la actualidad, el actor y humorista se entrena y forma para estar a la altura de sus exigencias: "Tengo mi psicoterapeuta, maestros, coach de voz y declamación. Estoy coacheado".

Cantar, tocar instrumentos, leer e intruirse, esa es la razón de la vida para Iúdica, que concluyó: "Si te preparás y trabajás con pasión -y lo visualizás- todo llega".

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