Mariano Iúdica es un multifacético de la vida. Llega sonriente, se muestra de buen humor y tiene facilidad para conversar. La cámara lo muestra natural, aún cuando ésta se apaga y él todavía es el mismo.
Conductor televisivo y referente en su rubro, aseguró: "Tuve mucha suerte de ser muy bien educado, de ser buena persona, de buscar mi camino, de rodearme de gente buena y de tener buenos vínculos familiares".
Luego de una corta experiencia en un banco, Iúdica comenzó a incursionar en los medios desde el escalafón más bajo. Fue camarógrafo, editor, productor y panelista. "Cuando empecé en los medios conocí la noche, conseguí mi primer trabajo y empecé a ganar plata. Así me fui haciendo", explicó.
De adolescente, fue un rockero rebelde que tenía a su mamá preocupada. "Dios me llevó de la mano, muy claramente. Me pude haber perdido en la noche durante los '80 e inicios de los '90 en Buenos Aires. Ganaba mucha guita y hacía mi vida. Me fui a vivir solo muy temprano", dijo el conductor.
“Me gusta estar detrás de cámara, prefiero producir figuras”
"Después me enamoré, me casé y al rato quise tener hijos. A los 22 años ya tenía mi primera hija y a los casi 25 años ya tenía mi segunda nena. Eso me cambió la vida".
A la hora de hablar del reconocimiento televisivo que tiene hoy en día, explicó: "Es lógico que algunos piensen que yo comencé con Marcelo. Yo soy productor de televisión antes que figura de televisión. Yo soy técnico de television. Soy camarógrafo del sindicato de televisión. Y los que trabajan conmigo también lo saben, cuando yo entro a un estudio y digo eso está mal o está bien nadie piensa '¿este a quién se comió?'".
Tirandole viento a NAZA y a @rodrigolussich en POLEMICA… Que lindo laburo que tenemos!! FELIZ DOMINGO PARA TODOS !! pic.twitter.com/VAqGae8MmC
— Mariano Iudica (@iudica) 9 de octubre de 2016
En la actualidad, el actor y humorista se entrena y forma para estar a la altura de sus exigencias: "Tengo mi psicoterapeuta, maestros, coach de voz y declamación. Estoy coacheado".
Cantar, tocar instrumentos, leer e intruirse, esa es la razón de la vida para Iúdica, que concluyó: "Si te preparás y trabajás con pasión -y lo visualizás- todo llega".