"Sobre gustos no hay nada escrito", reza el cliché más famoso acerca de la belleza. Lo cierto es que, a excepción de diferencias en criterios puntuales, en toda sociedad existe un canon que rige qué persona es atractiva, y también determina quién no lo es. Aunque ahora también se suma un factor externo que influye en la consideración: los amigos y el entorno que rodea a esa persona.
Un estudio realizado por la Universidad Royal Holloway, de Londres, -publicado en la revista Psychological Science– descubrió una relación entre el nivel de atractivo de una persona y la gente que frecuenta. Para llegar a esa conclusión, los investigadores pidieron a 40 participantes que evaluaran múltiples fotografías y puntuaran distintas caras según la belleza de cada una.
Luego, a los mismos 40 voluntarios se les solicitó que evaluaran las mismas caras, pero ubicadas al lado de otras personas consideradas menos bellas. Al añadir estas caras "distractoras", el nivel de atractivo de las caras originales aumentó en forma considerable en comparación a la primera ronda de clasificación.
"Hasta ahora, considerábamos que el nivel de atractivo de una persona era generalmente constante", explicó el doctor Nicholas Furl, autor del estudio en un comunicado. "Si alguien ve una imagen de George Clooney hoy, lo evaluará tan guapo como lo haría mañana. Sin embargo, este trabajo demuestra que la compañía que tenemos tiene un efecto sobre el atractivo que presentamos a los demás".
El fenómeno recibió el nombre de "efecto del amigo feo". Es decir, la propensión de que alguien parezca más atractivo cuando está rodeado de gente considerada "fea".
Según Furl, la información extraída del estudio podría ser útil para aquellos que trabajan en publicidad, diseño de páginas web y comportamiento del consumidor. "La gente puede evaluar socialmente a una persona de manera diferente dependiendo de quién está cerca", agregó.
El estudio, además, siguió el curso de investigaciones previas que señalaban que el atractivo de una persona puede aumentar si se lo observa en constante compañía del sexo opuesto. Por eso, encontró que los hombres casados son considerados en general más atractivos que los solteros.
Anteriormente, se le había llamado "efecto Hugh Hefner", debido a que el dueño de Playboy aparece fotografiado junto a mujeres despampanantes. Los científicos creen que el fenómeno podría explicarse por la evolución ya que, en el reino animal, las criaturas masculinas con más compañeros a menudo se consideran genéticamente superiores y de mayor virilidad.
"No es tal vez demasiado sorprendente que seamos juzgados en relación con los que nos rodean. Hay muchas otras formas en que decidimos qué nos atrae", comentó Furl. "Sin duda habrá más investigación en los próximos años en esta área compleja de la interacción humana, y estoy emocionado de ver a dónde nos lleva la investigación", añadió.
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