Del 24 de junio al 31 de octubre de 2016 llega al Malba "Yoko Ono-Dream Come True", la primera retrospectiva de la artista en la Argentina, una de las pioneras universales del movimiento conceptual y de participación masiva contemporáneos. La exhibición estará compuesta por más de 80 obras realizadas desde los años '60 hasta la actualidad, que incluyen una variedad exhaustiva de objetos, films, instalaciones y sonidos. Uno de los espacios más importantes estará dedicado a las mujeres víctimas de la violencia de género en América Latina, con testimonios verdaderos y anónimos de sus víctimas.
El eje de esta muestra -curada por Gunnar B. Kvaran y Agustín Pérez Rubio-, y que llega como celebración fundamental de los 15 años del museo, son las míticas Instrucciones que Ono desarrolla desde hace más de sesenta años. Son piezas con mensajes claros, hasta poéticos, que invitan a los espectadores a realizar acciones, como por ejemplo "escuchar el sonido de la Tierra girando".
"Dream Come True es una exposición participativa y de reivindicación que busca reposicionar a Yoko Ono tanto política como socialmente", aseguró en diálogo con Infobae Pérez Rubio, que además de ser uno de los dos curadores, se desempeña como director artístico del Malba desde hace dos años. Cuando llegó a su posición en el 2014, Pérez Rubio supo de inmediato que su objetivo era simple: visibilizar el trabajo de mujeres artistas que no habían sido reconocidas lo suficiente. Hoy, en la sala 3 del museo, se expone la obra de Claudia Andujar, Marcados, una de las tantas mujeres que pasaron por la institución desde que asumió su cargo.
"Para el 15 aniversario del museo, teníamos que traer a alguien importante para el público, que trabajara en el posicionamiento de las mujeres en el mundo. Yoko Ono participó durante la década del '60 en las asambleas de mujeres sobre arte y sociedad y luchó para que que se reconozca que el papel de la mujer es social", aseguró el curador. "Me parecía lógico darle esa individualización a alguien que sea una figura fundamental en el feminismo; alguien icónico que haya traspasado a su arte. Esa persona era Yoko".
“Dream Come True es una exposición participativa y de reivindicación que busca reposicionar a Yoko Ono tanto política como socialmente”
Lo cierto es que a ya era hora de que a Ono se la reconozca por quién es: una artista, y una persona separada que logró sus propios éxitos antes y después de John Lennon. El MOMA (El Museo de Arte Moderno de Nueva York) le dedicó hace poco una exposición en la que se destacó su trayectoria. "Creo que desde el Malba tenemos un compromiso social y político como institución", resaltó Pérez Rubio. "Es por eso que es importante traer a alguien con un nivel de responsabilidad como ella por la paz, más si tenemos en cuenta el aberrante atentado de Orlando".
Como explica el director artístico del museo, el mensaje de Ono va más allá de las religiones, trasciende. "Su mensaje pacifista es una celebración. Necesitamos estar en paz los unos con los otros. Por eso también Yoko invitó a otros artistas latinoamericanos a participar".
Se refiere al "Evento Agua", un espacio para el que se convocó a un grupo de doce artistas latinoamericanos, seis mujeres y seis hombres –Liliana Porter, Hernán Marina, Ana Gallardo, Amalia Pica, Rosângela Rennó, Runo Lagomarsino, Alexander Apóstol, Alfredo Jaar, Tania Bruguera, Teresa Margolles, Tercerunquinto, Antonio Caro– para que produzcan una obra con el fin de "llevarles agua" a las personas.
Una de las características de esta exposición es que la obra cobra vida con la participación del público. Las instrucción "Enciende un fósforo y observa hasta que se consuma" es tan sólo una frase sin alguien que la lleve a cabo. También se destacan sus obras "susurradas", en las que Ono incentiva a que el público se vaya con palabras en la ropa como "Ríe" o "Sueña". Para los que quieran ver un atisbo de John Lennon, está "Film N°5. Sonrisa, 1968", en el que se ve la cara del cantante en primer plano, y se observa la transformación de su cara desde la indiferencia hasta una expresión de alegría pura.
Historia de una rebelde
Yoko Ono nació en 1933 en el seno de una familia de clase alta. Su clase acomodada la llevó a una educación tradicional, con énfasis en las artes y en la música. Durante su infancia vivió en Tokio, San Francisco y Nueva York, y fue la primera de su sexo en ser aceptada para estudiar Filosofía en la prestigiosa universidad japonesa Gakushuin. Terminó consiguiendo una licenciatura en poesía y composición contemporáneas en Sarah Lawrence, una de las universidades especializadas en artes liberales más importantes del mundo.
Sin embargo, y en contra de todas las expectativas para una mujer de su posición social, decidió comenzar una carrera artística con énfasis en lo conceptual y participativo. Entró en el mundo underground neoyorquino como un huracán. Creó el movimiento Fluxus junto a George Macuinas, cuyo objetivo era romper con las restricciones clásicas de lo que se consideraba "arte". Fue una época de vanguardia, en la que surgieron los "freaks" que hoy son íconos, como la cataclísmica Factory de Andy Warhol.
Con sus obras, Ono captó la atención de los grandes jugadores de la época, entre los que se encontraban el maestro del arte conceptual Marcel Duchamp y la mecenas y coleccionista Peggy Guggenheim. Fue en este período que escribió su célebre libro de Instrucciones, Grapefruit (Pomelo). Llegó a su fama por sí misma, y por su talento. Y luego conoció a un chico llamado John Lennon.
Su conexión fue total. Juntos crearon piezas artísticas musicales, performances, films y proyectos conceptuales, formaron la Plastic Ono Band, el ex Beatle tomó el "Imagine" del movimiento pacifista de Ono y compuso uno de los temas más conocidos de su carrera, una oda a la paz mundial. Mostraron sus cuerpos desnudos al mundo cuando hacerlo era un acto de subversión y se acostaron en un colchón hoy mítico. Y él murió. Asesinado.
Yoko Ono convocó a las mujeres latinoamericanas que hayan sufrido violencia para que envíen fotos de sus ojos con un testimonio anónimo
Fueron años de duelo para la artista japonesa, que luego fueron canalizados en piezas. En el '89 volvió a exponer, y los '90 llegaron como una nueva época de esplendor. El siglo XXI comenzó con mucha actividad y utilizó las ventajas de internet para realizar intervenciones, y aprovechó los espacios públicos y las colaboraciones musicales como The Flaming Lips para esparcir su mensaje: Yoko Ono fue siempre sólo Yoko Ono.
Levantarse para luchar
"Resurgiendo" (Arising) es un proyecto que Ono presentó por primera vez en la Bienal de Venecia en el año 2013, por lo que es una de sus piezas más recientes. En este marco, Yoko Ono convocó a las mujeres latinoamericanas que hayan sufrido violencia para que envíen fotos de sus ojos con un testimonio anónimo. "La idea nació en Yoko debido al machismo imperante en varias sociedades, como por ejemplo Ciudad Juárez", cuenta Pérez Rubio. "Esto, por supuesto, también existe en el mundo del arte pero de otra forma. Este proyecto apunta más a la violencia de género".
Durante la primera semana, recibieron más de 300 testimonios, y el curador calcula que ahora debe haber más de mil. Se van a exponer en orden de llegada y se van a ir agregando a medida en que vayan llegando. Es una de las Instrucciones de Ono más impactantes, y uno de los focos centrales de la exposiciones, debido a la preocupación por la violencia en América Latina, que parece ir escalando día a día.
El día que se perdió Pomelo
Como extra de "Dream Come True", el Malba reeditará mil ejemplares de Pomelo (Grapefruit, 1964). Este mítico libro donde nacieron las Instrucciones de Ono, se lanzará sólo en español y respetando la traducción original de Pirí Lugones, una de las tantas desaparecidas durante la dictadura. Esto fue por pedido explícito de la artista, quien, cuando se enteró de esta historia, decidió que era su deber rendirle el homenaje que se merecía.
Con más de 160 páginas, esta edición es un poco distinta a la original, debido a que tuvo que recopilarse casi de cero, según relata Pérez Rubio: "Va a ser otro, porque lo tuvimos que rehacer ya que los films originales se perdieron. Fue una labor muy grande". También se incluirán dos ensayos de los curadores de la muestra y el texto "Yoko Ono y la energía sutil", del crítico francés Nicolás Bourriaud.
Un museo como puerta al mundo
¿Vendrá Yoko Ono al país? Ése es el gran enigma. Según aclaran desde el Malba, los billetes están comprados y todo está listo para recibirla, pero todavía no hay confirmación oficial. Pero si hay algo seguro, es que Ono estará presente de alguna forma en la muestra. "Ella quiere estar acá", sostuvo Pérez Rubio.
Lo único que resta por ahora es esperar. De que la exposición va a ser convocante, no hay duda. Desde que se anunció su presencia el año pasado, la ansiedad en el mundo artístico y en el público afloró y no pudo ser saciada. Todavía no. Y el museo tiene grandes expectativas: "El Malba salió de las cenizas del 2001 y se convirtió en una gema y emblema del arte en este país. En este marco, queremos que los que vengan se vayan con un compromiso y que sientan que pueden cambiar el mundo. Pero sobre todo, queremos devolverle a Yoko el lugar que se merece".