Especies, sabores, aromas exóticos. La tradición de la cocina oriental tiene grandes representantes en la Ciudad de Buenos Aires, gracias a una histórica presencia de inmigrantes de Medio Oriente en Argentina, que trajeron con ellos sus secretos milenarios. Guía Oleo seleccionó cinco de las opciones porteñas más representativas.
No existe una única gastronomía árabe. Las diferentes idiosincracias y materias primas, desde Medio Oriente hasta el Norte de África, generaron diferentes versiones de platos que, para los neófitos, pueden parecen el mismo. A pesar de las diferencias, sin embargo, existen muchos elementos en común y varios platos que han traspasado océanos y se han convertido en clásicos en latitudes disimiles del planeta.
En Argentina, existe también una importante comunidad armenia, cuya cocina es muy similar a la arábiga, tanto debido a su cercanía geográfica como a la conquista árabe de Armenia en el siglo VII d.C. Por otro lado, existen además algunos elementos en común con la cocina judía Sefaradí y Mizrají, pero en esta ocasión nos vamos a ocupar de los restaurantes propiamente árabes y armenios.
Sarkis – Thames 1101, Palermo
Este espacio tradicional sigue siendo uno de los mejores exponentes de la comida árabe y armenia en Buenos Aires. Fundado en 1982 por Sarkis Kabatián, este bodegón ubicado en Thames y Jufré mantiene la misma esencia en un menú que no falla: Falafel, Hummus, Taboule, Keppe, Carne al fierrito y otras delicias típicas, además de algunos platos que no son tan fáciles de encontrar en la ciudad, como Berenjenas o Zapallitos largos rellenos, o Suyug a la parrilla (una especie de chorizo armenio condimentado).
Hoy son los hijos de Kabatián quienes están a cargo, pero mantienen la misma filosofía de platos abundantes y precios accesibles. No toman reservas y las esperas pueden estirarse, por lo que se recomienda ir con un poco de anticipación. La espera será bien recompensada.
Cheff Iuseff – Malabia 1378, Palermo
Grande, familiar, un tanto ruidoso y con gusto a casero, Cheff Iuseff es un gran opción para probar la comida árabe en Buenos Aires. Es ideal para ir en grupo y probar de todo. Los precios son buenos y la materia prima, excelente. Una buena idea es probar la Carne al fierrito, todo un clásico, o el Shej el Mashi, o sea, Rey del Relleno: Berenjenas fritas rellenas de carne picada y cebolla, con las deliciosas especias sirias y cubierta de salsa de tomates. También tienen muy buenos postres árabes para probar, como la clásica Backlawa (confitura de masa fila rellena de nueces) o el Mamul de dátiles (masa seca rellena de dátiles picados, con azúcar impalpable).
Al Zein – Arce 488, Cañitas
Al Zein fue fundado por los hermanos sirios Mozer y Hany Tarabishi, que montaron este restaurante en 2010, con la sólida experiencia a cuestas de tener otros tres restós en Damasco, Siria. Es uno de los lugares más frecuentados por la comunidad árabe, y eso es bastante indicativo de que aquí los sabores son una expresión fiel de la comida siria. El Shawarma de carne Jalal es imperdible, especiado y con un yogurt suave, y el Falafel frito y crujiente, es un espectáculo. También tienen una gran selección de carnes asadas, y muchas otras comidas típicas y postres.
Demashk – Charcas 3816, Palermo
En este espacio puede degustarse uno de los mejores Shawarmas de la ciudad, con una auténtica receta siria traída por su dueño, Balil. Un poco más picante que otros exponentes -muchas veces adaptados al gusto local-, es una delicia ideal para comer al paso. El lugar es pequeño, apenas tiene un par de banquetas, y su fama ya lo precede, por lo que a veces es necesario esperar un poco, pero bien vale la pena.
No es un lugar para ir a buscar lujos, sino para comer un excelente producto con recetas originales sirias. También venden otras cosas como Falafel, Hummus, o Keppe crudo, y una riquísima Sfija, la empanada árabe con carne, tomate y cebolla. La calidad de todos los ingredientes es de la más alta.
Restaurante Armenia – Armenia 1366, Palermo
Todo un ícono de la comunidad armenia en Buenos Aires, el restaurante ofrece una gran selección de comidas, y además tiene la particularidad de contar un show de danzas tradicionales los viernes y sábados. La carta es amplia y variada, ideal para degustar diversos platos y experimentar los sabores especiados. Se recomiendan entradas como el Basterna, un fiambre oriental tipo jamón crudo, ahumado y con especias, o para el que vaya en pareja, probar la Ensalada Belén, que según asegura la leyenda tiene efectos afrodisíacos. Hay riquísimas brochettes a la parrilla, y de entre sus muchos principales armenios, uno muy destacable es el Pashá Boreg, una lasagna de masa fila rellena con carne picada, cebolla, y los infaltables condimentos orientales.
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