Comer como se bebe: 15 bodegas argentinas que ofrecen buen vino y alta gastronomía

En Salta , Neuquén y Mendoza es posible combinar las mejores cepas con exclusivas propuestas gourmet. El sommelier Fabricio Portelli analizó cada lugar

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Disfrutar un rico vino con una buena cena: el plan ideal. (Shutterstock)
Disfrutar un rico vino con una buena cena: el plan ideal. (Shutterstock)

* Por Fabricio Portelli

Debido a la gran extensión que ocupan las zonas vitivinícolas de la Argentina, la ruta del vino es muy extensa y se reparte en varias provincias. Sin dudas, la más completa es la de Mendoza, por contar con la mayor cantidad de bodegas, representando el 80% de la producción total.

A la hora de preparar un viaje enófilo, la comida se vuelve casi tan importante como el vino, algo muy lógico ya que el sitio en donde más se disfrutan y lucen es en la mesa. Esto hace que cada vez más bodegas incorporan gastronomía a sus propuestas, para que la visita sea completa y la fidelización, más efectiva.

Los restaurantes de bodegas de hoy ya no son un complemento, sino un contenido en sí mismos

Un momento relajado, en donde se ponen a prueba los sentidos y se disfrutan todos los sabores: ese el secreto del éxito. Para descubrir los mejores restaurantes de bodega no hace falta hacer toda la ruta del vino argentino, solo hay que elegir un destino y encararlo en familia, en pareja o con amigos.

Cafayate, la capital vínica del Noroeste Argentino y epicentro de los Valles Calchaquíes, es el escenario desde el cuál el Torrontés conquistó al mundo. Allí abundan las opciones, pero sin dudas el restó de bodega El Esteco Patios de Cafayate, un wine hotel que combina lo rústico con lo elegante, donde enamorarse de los platos regionales y sus vinos.

El Espacio Trapiche es uno de los lugares más lindos para visitar en Mendoza. (Trapiche)
El Espacio Trapiche es uno de los lugares más lindos para visitar en Mendoza. (Trapiche)

En la otra punta del mapa, Neuquén se aventajó de Río Negro gracias a las bodegas de San Patricio del Chañar. Allí, el Espacio Marma y la Familia Schroeder, que tiene su propio restaurante llamado Saurus, el cual se presenta como una visita obligada.

Pero sin dudas Mendoza es el destino más elegido por los amantes del vino. La opción más novedosa es el Espacio Trapiche, un restaurante al nivel de los mejores exponentes latinoamericanos, donde la propuesta entra por los ojos, pasa por el paladar y llega hasta el alma. En el mismo departamento -Maipú- se encuentra Zuccardi, una bodega que forjó parte de su fama a través de la gastronomía. Primero fue con La Casa del Visitante y luego con Pan & Oliva.

La Casa del Visitante: un espacio único en Bodegas Zuccardi. (Zuccardi)
La Casa del Visitante: un espacio único en Bodegas Zuccardi. (Zuccardi)

Para los clásicos el destino obligado es López, fundada en 1898 y que desde hace algunos años ha incorporado a su bodega El Rincón de López, un restaurante con vista a sus jardines. Para 80 comensales, con una carta amplísima y menús degustación de dos y tres pasos, además de uno infantil.

En Lujan de Cuyo se encuentra el flamante restaurante de Lagarde: Fogón. La propuesta se basa en una combinación de variadas técnicas de cocción en fuego con ingredientes autóctonos. La vanguardia culinaria también es posible encontrarla entre viñas, como en Dominio del Plata (a sólo 25 kilómetros de Mendoza) y sus dos restaurantes de bodega: Osadía De Crear y Espacio Críos.

Andeluna, un lugar imperdible que abraza la Cordillera de los Andes. (Andeluna)
Andeluna, un lugar imperdible que abraza la Cordillera de los Andes. (Andeluna)

Restaurant Casarena -de la bodega homónima- también es una cita relativamente novedosa, ya que ha ganado la Medalla de Oro en la categoría "Mejor Experiencia en Restaurante de Bodega de Mendoza" del concurso que organiza anualmente la Red Global Best of Wine Tourism. Los atardeceres en la terraza de María, el restaurante de Bodega Séptima son memorables. Al igual que Salentein, que además del imponente Museo Killka abrió un restaurante del mismo nombre. La bodega Domaine Bousquet, por su parte, ofrece un espacio únicamente órganico llamado Gaia.

Otro lugar imperdible y que abraza la Cordillera es Andeluna. Su restaurante posee un living un salón para 30 personas y la cocina abierta. La última novedad en el valle, y más precisamente en Paraje Altamira, es Piedra Infinita Cocina, en la nueva bodega Zuccardi. En ese escenario único de montaña y viñedos que ofrece la bodega, se puede disfrutar un menú de 4 pasos elaborado con productos regionales.

La mesa está servida -y cómo- solo hace falta relajarse, elegir y disfrutar de la grata compañía de las mejores cepas del país.

*Fabricio Portelli, periodista especializado en vinos argentinos. @FabriPortelli

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