Sol Fiasche (28), la ex mujer de Daniel "La Tota" Santillán (49), rompió el silencio y habló de distintos episodios violentos que vivió con el conductor, que fue detenido el viernes pasado en medio de un brote psicótico, motivo por el que finalmente fue derivado a un centro de salud.
La mujer aseguró que no tiene contacto con el padre de sus hijas –Camila (seis) y Mia (cinco)– desde agosto de 2016 pero que "desde entonces, él se comunicaba por mensaje a través de amigos en común".
"Él estaba muy mal de su salud mental. Cuando hice la denuncia por violencia de género fue porque sentí que ya no tenía control sobre mis hijas y que ellas estaban en peligro. Lo único que quería era que cuando él veía a mis hijas, ellas estuvieran acompañadas por una asistente social", dijo Fiasche este lunes en Pamela a la tarde.
Sol también contó cuáles fueron sus sensaciones cuando se enteró de la detención de "La Tota" y reveló que ella "sentía que algo así le podía pasar": "Cuando vi las imágenes de la detención lloré muchísimo, me partió el alma porque es el papá de mis hijas y quiero que ellas tengan un papá sano. Durante los últimos dos años de pareja, hice lo imposible para poder ayudarlo, me hubiera gustado que nunca llegue a este punto".
"Yo sentía que algo le iba a suceder porque, comportándose de esa manera, algo le iba a pasar. Él estaba muy mal psicológicamente, lo único que quería era volver conmigo y más de una vez se llevaba a mis hijas y no me decía dónde estaban ni me contestaba el teléfono", dijo la ex de Santillán.
Por otro lado, detalló algunos de los episodios que vivió mientras estuvo en pareja con "La Tota": "Él pasaba por dos estados, de la depresión a la violencia. O lloraba sin parar durante tres días, o vivía sumamente alterado y gritando y nos alteraba a nosotras, que convivíamos con él".
"Me tendría que haber separado mucho tiempo antes y no debería haberle hecho vivir tantas cosas a mis hijas", analizó luego y explicó por qué le costó tanto distanciarse del conductor: "Estaba muy enamorada e intenté cuidarlo. Hoy, me doy cuenta de que me equivoqué".
Fiasche aclaró que el conductor nunca le pegó mientras estaba alcoholizado. "Sufrí violencia física y psicológica. Me amenazó, me pegó, me encerró pero nunca me pegó cuando estaba borracho, pero sí empezó a tomar alcohol con más frecuencia".
Por último, confesó que el hecho de que "La Tota" esté internado le lleva tranquilidad a ella y a sus hijas: "No estaba bien psicológicamente y estando suelto en la calle, era un peligro. Le podía haber pasado algo a cualquier persona".
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