Augusto Tartúfoli, que habló con Eduardo Fort, hermano de Ricardo, dijo al aire en Intrusos: "La familia Fort percibe que hay un reclamo de Gustavo pidiendo que se abra una cuenta de dinero a su nombre. Dicen 'el bienestar de los hijos de Ricardo está asegurado por 100 años'. Se preguntan: '¿qué necesidad hay de poner una cuenta a nombre de Gustavo Martínez?'".
Al escuchar este mensaje, el padrino de los hijos del empresario fallecido se comunicó con el programa y habló muy enojado.
"Tartu dijo una barbaridad. Vos sos amigo de Eduardo Fort y estás equivocado con lo de la cuenta. Yo no tengo un peso de esa familia. Yo lo que pedía era lo que las empresas dejan al costadito, que repartían a Ricardo, y que desde que falleció nunca más apareció nada".
"Yo no pedí nunca jamás nada. Le dije que ese dinero lo pusieran en una cuenta, a nombre de los hijos de Ricardo. Estás mintiendo y si no te retractás, te mando una carta documento. Yo jamás toqué un peso de Ricardo y mucho menos a los hijos".
Tartúfoli intentó dialogar con Gustavo, pero no logró interrumpirlo. "Todo esto viene de parte de la familia. Había una suma de dinero que siempre guardaban y repartían entre todos los herederos. Cuando falleció Ricardo, ese dinero desapareció. Pasaron dos o tres años y les dije: '¿están pasando esa suma a la cuenta de los chicos?' ¡Nada!".
Luego, quien fue el mejor amigo del chocolatero, recordó que entre Eduardo y Ricardo nunca hubo una buena relación: "Hablen con el señor Fort, que ahora se acuerda de su hermano, cuando yo fui quien viví y me banqué todas las operaciones, como un montón de cosas. Estuve al lado de Ricardo de la mañana a la noche y a Eduardo lo vi una sola vez mientras su hermano estuvo mal".
"No hablen por favor de dinero porque son sucios ellos, yo no soy sucio con el dinero. No me jodan porque yo no tengo un peso. Yo vivo con la plata de las clases", agregó.
Por último, Gustavo exclamó que hoy dedica gran parte de su tiempo al cuidado de Martita y Felipe: "Llevo a los chicos a la mañana al colegio. Vuelvo temprano de trabajar para estar en la casa cuando ellos regresan a la tarde de sus clases extracurriculares. Me quedo los fines de semana con ellos. Duermo con ellos. No voy a permitir a nadie que me venga a criticar. Yo amo a los chicos y amo a Ricardo, que la plata se la metan en el cu…".
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