En el mediodía del jueves Laura Miller fue internada en el Sanatorio Finochietto, dos días después de que su marido, Nicolás Traut, quedara detenido en una circunstancia -al parecer inesperada para la cantante- que la afectó anímicamente. La derivaron de urgencia, debido a una fuerte crisis de nervios. "Estaba sedada, angustiada y sin comer", precisó el periodista Jorge Rial en Intrusos, tras informar sobre el traslado de Miller a una clínica.
En la mañana del martes 18 se realizó un allanamiento en el departamento de la Torre Le Parc, en Puerto Madero, donde vive el matrimonio. Laura estuvo presente durante el operativo, y fue testigo de cuando la policía se llevó esposado al piloto de carreras, con quien se casó en diciembre pasado. Se sospecha que Traut habría ideado una estafa al Municipio de 25 de Mayo mediante la cual se robaron 3.6 millones de pesos, en noviembre de 2016.
Estaba sedada, angustiada y sin comer
"Confío plenamente en la Justicia y seguramente todo esto sea un mal momento que pasará pronto", escribió la cantante en su cuenta de Facebook, esa misma tarde. Pero con el correr de las horas su visión fue cambiando. Y así, el miércoles dejó una declaración más tajante respecto a su vínculo con Traut. "Necesito saber si mi marido está implicado, y si es así, no quiero saber nada más", advirtió entonces.
Desde el martes Miller no habría salido de su casa, afectada emocionalmente por la situación. Además, la repercusión del caso en las redes sociales -donde muchos usuarios llegaron a descalificarla, aún cuando ella nada tiene que ver con el robo- también la dañó. Así se llegó a esta internación de urgencia en una clínica.
"Ella está en shock. Esto se le vino encima de la nada, de manera imprevisible", contó la periodista Marina Calabró, quien se comunicó con Laura en la noche del martes. Y agregó: "Según los vecinos (de su edificio), hubo un episodio que fue detonante da la internación". En concreto, según los rumores, a Laura la escucharon gritar: "¡Me quiero morir!".
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