Rodeada por un manojo de micrófonos, Jimena Barón divisó al notero de Desayuno americano. "Le preguntaste sobre violencia, ¿y él te contestó que te iba a pegar una piña?", preguntó, y enseguida sonrió, negando con la cabeza. "Listo, no hay nada más que decir", agregó la actriz. La referencia tenía que ver con la amenaza que un día antes su ex pareja, Daniel Osvaldo, había destinado a ese mismo periodista: "A los hombres sí les pego, ¿querés que te pegue acá, delante de las cámaras?", había dicho el ex futbolista de Boca.
Barón calificó de "¡horrible!" ese gesto de Osvaldo. Y argumentó: "Es muy ingenuo que quiera contestar sólo de la música: yo me tengo que fumar que me pregunten de Militta Bora". Ante la prensa, el papá de su hijo Morrison pretendía referirse sólo de su actualidad como cantante, lejos del fútbol.
"¿Volverías con él? Ya lo hiciste una vez", la consultaron a Jimena. "No, no volvería. Y por eso: ya tuve dos intentos", advirtió, y eligió una palabra muy sugestiva para definir a Osvaldo: "Indefinible". Por sus dichos, también podría ser indefendible. Y ya no quiso explayarse más sobre el ex delantero: "Si no hablo de él es para no exponer a mi hijo".
La actriz, quien semanas atrás mantuvo un breve affaire con un polista (¿la historia se terminó por Barbie Vélez?), sí habló sobre su presente sentimental: "Estuve un montón en pareja, tuve una tormentosa separación, y ahora estoy sola, tranquila, no tengo que cocinar. ¿Miedo al amor? No, fiaca: no quiero más atender, hacer la comida", dijo quien solía mostrar en las redes sociales las milanesas que le preparaba a Osvaldo. ¡Eso sí! Lo defendió como futbolista: consideró que "tuvo momentos de gran calidad". Algo es algo.