Esteban Lamothe: "Griselda Siciliani está bien, pasando un momento difícil"

Antes de tomar un avión rumbo al sur, para grabar escenas de “Educando a Nina” junto a la ex mujer de Adrián Suar, el actor habló con “Intrusos”. Y aseguró que está “joya” con su esposa, la actriz Julieta Zylberberg

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Hasta aquí, Esteban Lamothe sólo se había expresado de la separación de Griselda Siciliani Adrián Suar en las redes sociales. Y el tema no le resulta ajeno, aunque no lo haya deseado así: el rumor lo señala como tercero en discordia, generador de la ruptura.

"Es falso", dijo Lamothe en Intrusos, abordado por el periodista Pablo Layus en Aeroparque. Acompañado por Siciliani y el resto del equipo de Educando a Nina, viajó a la Patagonia para grabar distintas escenas de la novela. Y entonces, frente a una nota televisiva, todo cambia: hay gestos, miradas y silencios que son obviados en un escrito…

"Estoy tranquilo. Y estoy con Julieta (Zylberberg), lo más bien", declaró el galán, remarcando que la relación con su esposa sigue "joya". Y si bien aseguró no tener "ningún" inconveniente con la aparición de la versión que lo pone en un lugar incómodo, de inmediato confesó: "Me duele, es feo, pero todo bien; es parte del juego".

Lamothe, Suar y Sicliani: ¿triángulo amoroso?
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¿Y Siciliani? "Hasta donde yo sé, está bien, atravesando un momento difícil, pero bien", dijo Lamothe sobre su compañera, y explicó que la separación con Suar se dio en buenos términos: "Entiendo que sí". Aunque aclaró: "Prefiero no opinar de este momento doloroso que están pasando Griselda y Adrián".

El actor reconoció que el rumor de un affaire podría haber surgido por la buena química que tiene con su partenaire en la pantalla, al igual que "habrá pasado en otras novelas, otras veces". Pero puntualizó que "en este caso" el amor de ficción no se trasladó a la vida real. Sin embargo, dos meses y medio atrás, Siciliani hizo un posteo en Instagram que levantó sospechas al respecto.

Ya en el final del reportaje, Esteban se puso serio ante la versión de que, una tarde, le prohibió el ingreso a su camarín a un compañero; y rato después, Siciliani salió de allí. "Es mentira. Nunca pasó eso", remarcó, más serio que de costumbre, en uno de esos gestos que se pueden obviar en un escrito.

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