Nico Magaldi pasó de conducir un talk show a un ciclo periodístico por el coronavirus: “El que no se adapta, pierde”

Los canales de la televisión de aire modificaron gran parte de su programación por el establecimiento de la cuarentena obligatoria. Las noticias sobre el avance del coronavirus en todo el mundo acapararon la pantalla chica debido al interés del público. Algunos ciclos de adaptaron, otros desaparecieron -como las ficciones-, y quedaron pocos programas de entretenimiento.

En medio de este contexto, Nico Magaldi y su equipo tomaron la decisión drástica de modificar el formato de El show del problema que se emite por El Nueve: dejó de ser un talk show para convertirse en un formato 100% periodístico. Lo acompaña un panel de profesionales integrado por el doctor Carlos Kambourian, el abogado Guido Karp y los periodistas Luis Bremer y Nilda Sarli.

“El show del problema siempre funcionó muy bien en números, y también comercialmente. Pero por la cuarentena y el coronavirus la gente ya no podía venir al estudio. Teníamos que dejar de salir al aire o reconvertirnos. El que no se adapta, pierde. Siento que el formato anterior murió”, reconoce Magaldi a Teleshow sobre la nueva estructura que empezó a funcionar el 30 de marzo.

De esta manera, el conductor volvió a dar noticias como lo hacía en el arranque de su carrera en C5N, hace ya varios años. “Amo a la actualidad, y mi producción estaba preparada para el cambio. Hablamos con el canal y con la productora Kuarzo y fuimos para adelante. Estuvimos una semana emitiendo programas repetidos y nos pusimos a trabajar en el nuevo formato. La verdad es que fue difícil, pero lo logramos”.

Pero, ¿por qué decidieron mantener el nombre del programa si cambiaron el formato? “Todavía no deja de ser un show dentro de un problema. Al título le agregamos ‘en casa’ y por ahora lo mantenemos así, pero mañana no sabría decirte… Priorizamos mantener una marca que habíamos construido y por otro lado no llegábamos a cambiar el nombre por falta de tiempo. Todavía nos estamos adaptando y le pedí a la gente que nos tenga paciencia”.

En un momento complejo es un desafío comunicar con responsabilidad para no llevar pánico o generar mayor confusión. Incluso hay fuertes críticas por la manera de informar en la actualidad. Sobre este tema controversial, Nico sostiene: “Eso pasa por cada equipo y por cada profesional que está al aire. Nosotros no hacemos dramatismo ni sensacionalismo, buscamos información de calidad. No es grato anunciar una muerte y algo que aprendí es que la muerte no es una primicia. Hay una urgencia en muchos canales o en periodistas de contar quién murió y quién no murió como si esto no fuera nada. Hace poco se me murió mi abuela y yo estaba al aire, tampoco la pude despedir. A veces no hace falta ni siquiera decirlo, porque la gente sabe que tengo el rol de entretener y comunicar, pero uno también tiene una vida personal”.

“Entiendo el sensacionalismo y el morbo que existe en muchos lados. Eso agita los humores de la gente y hay que ser mucho más cuidadoso, porque hay gente que está encerrada en su casa. Vos tenés una ducha con agua caliente, un colchón, tenés comida, y hay gente que no tiene eso y la está pasando mal... Hoy hay una emergencia en muchos sentidos. Hay historias de vida de gente que está desesperada y que no tiene laburo, que no sabe cómo llegar a fin de mes, y ya lo venía viviendo desde los más de 27 meses de caída económica que tiene el país”.

Más allá de su mirada crítica, subrayó la valentía de todos sus colegas por exponerse al trabajar fuera de sus casas: “Todos los periodistas y conductores estamos en riesgo. Todos los que tenemos la vocación de informar estamos haciendo algo impresionante. Obviamente en una tele que está golpeada y adaptándose. No solo en contenidos, sino a nivel comercial. Muchos programas tuvieron que cambiar y otros no pueden salir al aire. Es muy difícil laburar en una tele con menos recursos, porque hay mucha gente que es mayor de 60 años y se tiene que ir a su casa. Otros hacen teletrabajo, hay editores que están trabajando a distancia, hay muchos cambios”.

De lunes a viernes, Magaldi contó que tiene reuniones de producción virtuales a través de la aplicación Zoom. Cuando llega al Nueve para salir en vivo con El show del problema con su equipo cumplen con todas las medidas preventivas como mantener la higiene y la distancia a más de un metro con sus compañeros, ya sea en reuniones o en el estudio. “Cuando debutamos me moría por darles un abrazo a mis compañeros, pero no pude”, lamenta el periodista.

Al finalizar el ciclo, regresa a la casa que comparte con Betiana Wolenberg y Bautista, su mujer y su bebé de dos años. Allí, cumple con una rutina de limpieza para proteger a su familia: “Apenas llego, me abre la puerta mi mujer y Bauti me quiere saludar, pero yo les pido que se alejan. Entro a un baño que tengo en la entrada, me lavo las manos y me saco toda la ropa y la llevo al lavarropas. Me voy a bañar, una vez que me pego una ducha bajo, me cambio y ahí recién llegan los abrazos y besos”.

El desafío de adaptarse a las nuevas tecnologías

Por la cuarentena, en diferentes ambientes empezaron a utilizar tecnologías para trabajar o estudiar. Pero para el conductor todavía queda un largo camino por recorrer en este sentido. “En el mundo y sobre todo en nuestro país hay un alto nivel de ciber analfabetismo, esto significa no tener las tecnologías que son mínimas. La tele se nutre de muchos recursos tecnológicos, los que van a ganar lugar en la televisión son aquellos que puedan desde la tecnología poder simplificar todo. Antes quizás se requería de muchos equipos y mucho personal hoy también se pueden simplificar un montón de cosas”.

Por último, Magaldi aseguró que el periodismo también debe transformarse en este contexto para seguir brindando un servicio social a las personas: “El periodismo es herramienta que ilumina sobre los lugares que quedan en la oscuridad y sin voz y nosotros tenemos que estar ahí. Eso también es un desafío de adaptación. El entretenimiento tiene que estar más que nunca, el tema es qué entretenimiento vamos a hacer. No se puede tener a mucha gente en el estudio, por más que estés a un metro, expones a todos los que laburan con vos. No es fácil. Hoy el que no corre vuela, es más o menos esta lógica de que hay que estar preparados. El que tenga más capacidad de adaptación, mejor parado va a salir”.

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