Litto Nebbia habló de la reedición en vinilo de Los Gatos Salvajes: "Es una gran satisfacción"

El tiempo se detuvo. La vorágine cotidiana de una ciudad que va a mil kilómetros por hora quedó por un rato atrás. En un pequeño -y acogedor- barcito de San Telmo, estaba Litto Nebbia tocando el piano mientras la gente entraba y se acomodaba en las mesas. Primer momento mágico de la tarde. Pero no iba a ser el único. Tras una linda charla en la que el rosarino contestó preguntas y contó distintas anécdotas, se despedió con dos canciones, otra vez en el piano.

El Instituto Nacional de la Música (INAMU) presentó la reedición remasterizada del único disco de Los Gatos Salvajes, un álbum -gérmen del rock nacional- que fue grabado a comienzos de 1965.

Litto tenía tan sólo 14 años en aquel momento y recordó cómo fue el proceso de grabación, repasó anécdotas y manifestó sus sensaciones tras el rescate de esta vieja obra. "Este es un disco casi eterno para uno porque tiene 52 años. Lo grabamos en 1965 con un grabador de dos canales que estaba roto. El técnico, para detener cuando terminábamos una toma, paraba con una birome", contó el músico.

"Tengo grandes recuerdos de este disco de Los Gatos Salvajes porque para mí fue la experiencia piloto para después hacer Los Gatos. Este fue un grupo realmente bien chiquito. Yo estaba por cumplir 15 años. Es el tipo de grupos en el que los padres se conocen entre ellos y saben como están los chicos, qué camisa se van a poner. Así era este grupo hasta que vinimos a Buenos Aires y tuvimos la posibilidad de grabar este único disco que existe", siguió su relato Nebbia con una sonrisa en su rostro.

Respecto a la reedición propiamente dicha, subrayó: "Tiene la novedad de que hay dos temas que son inéditos. Llegamos a grabar cuatro canciones que nunca salieron. Encontraron dos, una de cada lado, a modo de bonus track. Es una gran satisfacción. Aparte está bien la remasterización, la tapa es fiel. Es una gran felicidad".

Anécdotas inolvidables

"Un día dijimos: '¿Por qué no vamos a la compañía?'. Llegamos ahí y nos quedamos en el hall parados. Al rato, aparece el director artístico, y nos dijo: 'Chicos no vengan seguido acá porque a las chicas les hace mal'. Tenía empleadas. El comentario era porque el pelo largo era mal visto. No sólo por la policía, que te paraba cada media hora, sino también por civiles. Ahora, que el director artístico con el que grabábamos diga: 'No vengan seguido'. Esa era la mentalidad que había".

Y siguió recordando esos años: "Un día fuimos a tocar a San Luis y no se movía la gente, parecía una foto el público. A la vuelta, nos quedamos esperando que carguen los equipos en un remis y nosotros volvíamos en otro. Y tardaban los chicos… De golpe, empezamos a escuchar en el capó del auto cosas que caían y eran piedras que nos tiraban unos 60 tipos".

"Cuando el mánager fue a cobrar, lo agarraron cuatro tipos. Uno sacó una daga y le dijo que éramos una mierda, que éramos putos y que no nos iban a pagar nada y que nos fuéramos de San Luis, cosa que hicimos. Eso pasaba en muchos lugares. Te querían matar. Después volví a esos lugares y me recibían bien".

-¿Cómo se hicieron las fotos de la tapa del disco?

-Las de abajo, que parece que tocábamos en vivo, son en un teatro vacío. Y la de arriba es en unos andenes por la zona de Retiro. Era típico que una banda nueva hiciera ese tipo de fotos, de aparecer todos en un mismo lado. A partir siempre de Inglaterra. Ahí empezó el estilo. Yo siempre aprecié y aprecio las cosas que salen de Inglaterra. Allá aparecían grupos que tenían una impronta estilística que te rompían la cabeza, que no están en ningún lado.

-¿Cómo fue la grabación de ese álbum a tan temprana edad?

-Fue una novedad para nosotros pero para los tipos que lo grababan también. Nadie sabía cómo grabar esto. La gran experiencia de Estados Unidos era con discos de jazz y, en Argentina, con discos de tango. Es muy importante porque esa música se graba acorde al balance armónico y de sonido que tiene la agrupación. Si la agrupación suena bien, vos con dos micrófonos lo tomás y está grabado el disco. Es distinto a lo que empieza luego con el rock, ya sea con dos, cuatro, ocho canales, que te permite una experimentación para agregar cosas. Eso no existía. Entonces, los buenos técnicos que había, habían grabado con eso. De pronto aparece una cosa nueva por el formato.

Vos querías que tu guitarra saliera con un sonido medio podrido, que así lo llamabas, y si el técnico se quedaba estancado con lo que había grabado antes te decía que eso era una porquería. ¡Pero eso era lo que queríamos!

Hasta que encontrabas a alguien con quien dialogar esto… Tipos que tenían paciencia, que se quedaban escuchando lo que querías y ya quedaba como un registro nuevo, una nueva manera de grabar. Así empezó, no sólo con nosotros, sino también en todo el mundo.

Nosotros no entendíamos que hacíamos arreglos ni que éramos productores. No se usaban esas palabras, ni siquiera la palabra compositor. Después tomamos conciencia de lo que significaba todo eso, por suerte, porque eso significaba no estancarse y seguir adelante evolucionando.

El valor del patrimonio cultural 

"Para mí tiene una cosa afectiva, emocional. Es importantísimo lo del patrimonio visto lo que hacen los grandes sellos discográficos. Hacen una destrucción de la música. Cuando salió esto, que INAMU consiguió este rescate, no lo podía creer. Acá se consiguió legalmente. ¡Nadie se dio cuenta de lo que estaba pasando! (risas). No sé cómo alguien no se apioló para apropiarse de este catálogo. Pero bueno, ocurrió una cosa buena. Y esto sienta un precedente importante. Es importante que haya gente que se ocupe de esto", valoró Nebbia.

El momento de la grabación

"En la pensión que parábamos, ensayábamos. Cuando íbamos al estudio capaz que se nos ocurrían cosas nuevas. Pero llegábamos ensayados. La grabación era sencilla. Se tocaba todo el grupo junto en un canal. Y quedaba un canal, que en ese canal yo cantaba. Si queríamos meter unos coros, muy lejos de donde yo estaba cantando, lo hacían dos del grupo", detalló.

Y agregó: "Esto era muy pobre pero nos dio una mecánica para grabar. Lo que me importa primero es lograr una base fresca. Después, cuando llegó la posibilidad de grabar en cuatro, luego en ocho canales, parecía que estábamos en la luna. Era por la experiencia humilde que habíamos tomado antes".

La palabra del INAMU

Diego Boris, presidente del Instituto Nacional de la Música, dijo que, en relación a la recuperación del catálogo, "es muy importante que sean los mismos intérpretes los que tengan la posibilidad de administrar sus fonogramas para que los discos no queden rehenes de malas decisiones, impidiendo que la sociedad acceda a tan importante patrimonio cultural".

Por su parte, Celsa Mel Gowland, vicepresidente del INAMU, comentó el proceso de digitalización que se está realizando sobre las cintas que pudieron recuperarse, y en las que se han hallado canciones inéditas, poniendo en valor el sonido de las grabaciones.

Finalizando la charla con la prensa, Nebbia comentó que hace cuatro años comenzó una demanda contra la editorial de música Warner Chapell para rescatar 180 músicas compuestas por él (las restantes 1.200 canciones están bajo su licencia).

El músico explicó que presentó ante la justicia un gran número de pruebas certificadas de los impedimentos que tiene para administrar sus propias canciones. Sin embargo, en diciembre del año pasado se dictó sentencia en la causa que lleva el músico sin reconocer ninguna de las pruebas.

Sobre el catálogo recuperado de Music Hall

El Instituto Nacional de la Música recuperó el histórico catálogo discográfico que perteneció a Sicamericana, sociedad anónima que se desempeñaba comercialmente a través de los nombres Music Hall, Sazam y/o TK.

Este catálogo, que cuenta con más de 2.000 discos nacionales, estuvo paralizado dentro de un proceso judicial de quiebra desde 1993. A partir de ese año, y hasta la acción del INAMU, los discos estaban imposibilitados de ser reeditados, impidiendo también que se generen recursos económicos para sus intérpretes, pese a que ellos fueron quienes realizaron esas grabaciones.

Uno de los objetivos del INAMU, en palabra de sus responsables, es que los intérpretes principales de estos álbumes puedan administrar la reedición de los mismos, en el formato de comercialización que deseen.

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