Marcelo Tinelli y Guillermina Valdes
Pareja anfitriona. Hace una década Tinelli modificó el guardarropa de los hombres argentinos: hoy, sus básicos de lujo son prioridad. Un buen sweater es suficiente, pero el calzado en gris, azul o negro hubiera cerrado mejor. Guillermina acompaña perfectamente: elegante, relajada y con un touch de rock glamour.
Valeria Bertuccelli y Vicentico
No son una pareja de moda. Tampoco son elegantes, ni intentan serlo. Son una pareja de talentosos y, para quien los conoce, divertidos. Ella no está vestida de protagonista en el evento que presentaba su película; simplemente, está correcta. Él, con su insólito calzado haciendo su mayor esfuerzo, acompaña con su jeans de desgaste localizado poco favorecedor. Y sin embargo, salen airosos.
Julieta Cardinali
¡Vuelven los 90 con los jeans! Maxi prenda. Esta vez el tono del lavado del jeans no pudo con la belleza de Julieta.
Esteban Lamothe
Es un hombre guapo, magro y sexy que muchas veces se lookea mal. Por caso, este coqueteo teen fue desafortunado… Borceguíes marrones por fuera y arriba del pantalón, a lo Fede Bal. Es simpático, pero Lamothe suma más con una simple T-Shirts negra y botas chelsea negras. De esa manera hubiera esta perfecto. Porque esta vez no lo estuvo…
Gastón Pauls
De baby face a gran actor: transitó un largo camino. Look casual ligeramente relajado, con una visita a su peluquero de confianza. Hoy está impecable. Correcto.
Kate Rodríguez
¡Kate es bella y perturbadora! Pero de sus zapatos sólo puede rescatarse el color; el modelo es del 2000. La blusa le queda bien. La falda no es linda, pero sus piernas sí lo son. De todos modos, hoy no.
Carla Conte
Llegó tarde al choker: ya no lo usa ni Oriana Sabatini. El anillo, innecesario: no aporta. Su sobre es de verano. La camisa es muy linda y la campera le queda bien, pero no alcanza. Carla es una bella mujer y se está ocupando, pero… hoy no.
Darío Grandinetti
Un gran actor. La presencia se gana, y él la tiene. Buen cambio con el marco de anteojos. Y por suerte, la buena calidad de su foulard opacó la falta de ruedo del pantalón. ¡Hoy sí!
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