Las primeras propuestas de Amalia Granata en caso de llegar a ser diputada

Atrás parecen haber quedado para Amalia Granata (36) los tiempos de escándalos y polémicas. Es que más allá de haber consolidado su familia junto a Leo Squarzon (42) —luego de perdonar una infidelidad suya cuando estaba embarazada— y sus hijos Uma (9) —fruto de su relación con Cristian "El Ogro" Fabbiani (33)— y Roque (cinco meses), la modelo devenida en periodista apuesta a una tarea novedosa y acaso revolucionaria para ella: la militancia política.

Es que desde hace un año y medio, la panelista de Desayuno Americano, quien también acompaña a Marcelo Polino (53) en Polino auténtico, por Radio Mitre, y Ponele la firma, el ciclo que conduce el jurado del Bailando a través de la pantalla de América, se encuentra recorriendo la provincia de Santa Fe, de la cual es oriunda, mientras analiza una candidatura a diputada por el Frente UNA.

"Todavía falta para el cierre de listas, así que todavía lo estoy pensando . Sigo con las recorridas todas las semanas, pero aún no está nada definido", aclaró Granata, aunque dio a entender que finalmente le dará un voto afirmativo a la aventura de meterse en la arena política. "Yo creo que va a ser un sí, pero no me quiero adelantar, todavía falta. En realidad estoy bastante metida, pero también me resulta muy difícil porque veo cosas muy tristes y duras que a veces me golpean", confesó.

"Me da mucha impotencia a veces no poder hacer o ayudar todo lo que querría, no porque una no quiera sino porque no tengo los medios", agregó, para luego trazar un análisis más profundo de la realidad política.

"Yo creo que pasan los gobiernos, no hacen nada por esta gente y tampoco veo que lo estén haciendo, eso es lo que me da impotencia. Porque es muy difícil que ellos puedan salir de esa situación si no arman un plan, aunque sea a largo plazo. Se hace complicado poder insertarlos al sistema, porque están totalmente excluidos", expresó.

En cuanto a las primeras propuestas que ella haría en caso de acceder a una banca en el Congreso, Granata afirmó: "Me gustaría contribuir a que por ley haya comisarías de la mujer por la cantidad de habitantes que tienen las diferentes localidades. Por ejemplo, Rosario tiene 1,2 millones y hay una sola. Entonces, el tema de la violencia es muy difícil de contener, porque muchas mujeres caen en las comisarías comunes y las atienden policías que no tienen ni idea de cómo recibir a una víctima", arrancó.

"Después, desde lo social, me parece que hay que hacer hincapié en las escuelas, tienen que volver los oficios como antes, para que los chicos salgan del colegio teniendo una herramienta laboral. Y, en lo que tiene que ver con la infraestructura de la provincia, creo que necesita urgente un proyecto para resolver el tema del agua, de las inundaciones. Santa Fe padece una emergencia hidráulica desde hace años, más de una década, y la gente la está pasando mal, está todo inundado", agregó al respecto.

"Yo voy mucho a los merenderos donde hacen todo a pulmón y los chicos no tienen su copa de leche diaria, porque la gente que atiende los merenderos no recibe ayuda del Estado. Me parece que los niños son el futuro, y ahí es urgente ayudar a todos esos comedores desde el Estado a que tengan por lo menos para servir la copa de leche diaria, porque un nene mal alimentado no puede aprender, no tiene capacidad para estudiar", se explayó.

Con respecto a cómo la recibe la gente, afirmó: "Se acercan con buena onda, a pedirte una ayuda más que nada. Yo lo que más encuentro es eso, cuando llego me dan una cartita, un currículum, de ahí la impotencia de no poder ayudar a todos, pero desde el espacio hoy hacemos lo que podemos".

Amalia reconoce que apenas empezó con su militancia sintió que había quienes la miraban con recelo, pero que desde su trabajo y responsabilidad supo ganarse la confianza de la gente. "Cuando te ven trabajando y se dan cuenta que el trabajo que estás haciendo está bueno, cosa que en la política no es muy habitual, se convencen. Obviamente desde la misoginia, desde el prejuicio, empiezan a hablar, pero yo los invito a los que hablan a que vengan a hacer conmigo, porque es muy criticar, pero hay que hacer", desafió.

"Cuando vos militás y empezás a recorrer, y a involucrarte en los barrios, comenzás a ver todas estas cosas. Entonces, me parece que a partir que empecé a militar ahí pude no darme cuenta, porque obviamente sabemos que hay gente que vive de forma muy diferente y la pasa mal, pero sí estar más involucrada", reconoció la comunicadora, para quien el apoyo de su familia es fundamental para poder hacer el sacrificio de recorrer la provincia tres veces a la semana.

"Si no tuviese el apoyo de ellos no podría hacer esto. Imaginate que yo viajo, estoy los tres días allá, tengo un chiquito, una nena. Sí, me apoyan porque saben que es lo que me gusta, que le pongo muchísimo esfuerzo y hasta a veces me retan, porque es como que me apasiono tanto que me dicen ´te va a hacer mal, vas a terminar enferma´", reconoce entre risas.

Decidida a hacer carrera en el caso de lanzarse a la política, Granata sostiene que prefiere no fijarse metas, al tiempo que asume que debería dejar su trabajo en los medios para dedicarse de lleno a esto. "Supongo que dejaría todo, porque hoy tengo tres trabajos en el medio, y, si decido presentarme, no voy a poder con todo. La política requiere mucho tiempo y responsabilidad", se sinceró.

Ninguneada en su momento por el diputado por el Frente Renovador, Alejandro Grandinetti, quien había dicho que no la conocía y que ella nunca había hablado ni con él ni con Massa, la ex del Ogro Fabbiani le restó trascendencia al hecho. "Para mí nunca fue un tema lo de Grandinetti, fue más un tema de él conmigo que para mí. Yo sigo trabajando, y recorriendo, haciendo lo que debería estar ocupándose él. Sí parece que yo soy muy importante en su vida para que salga a hablar de mí cuando yo ni siquiera lo registraba", disparó sin rodeos.

En el plano familiar, la ex modelo disfruta de un presente que quizás parecía lejano hace ocho meses atrás, cuando la difusión mediática de una infidelidad de su marido la puso en el ojo de la tormenta. Sin embargo, ella no lo vivió de la misma manera.  "La verdad que nunca tuvimos problemas, más allá de los que se hicieron los otros por nosotros. La familia está bárbara, el bebé con salud, Uma también, en el colegio, con Leo estamos perfectos, así que por suerte en ese plano no hay nada que decir", reafirmó.

"Me cuesta entender cómo la gente arma un escándalo de algo de la vida personal de otras personas que tomaron una decisión y resolvieron. Nunca pude comprender cómo se pueden meter así en la vida, polemizar sobre algo que para nosotros no era polémica ni le pedimos opinión a nadie. Pero después bueno, si quieren hablar, si les sirve, si eso les dio rating, que lo hagan, no nos afectó en ese sentido", concluyó al respecto.

Ese presente diáfano también se traduce en las ganas de tener otro hijo, idea que, si bien tenían para este año, deberá postergarse un poco. "Teníamos ganas de agrandar la familia pero este año no va a poder ser, seguramente el año que viene. Si yo estuviera embarazada no podría moverme como lo estoy haciendo, así que lo postergamos para el año que viene", cerró, y descartó que eso tenga que ver con su participación en política. "Yo estoy con el programa de Pamela, con Marcelo los domingos, los sábados, con la militancia tres veces a la semana, un bebé recién nacido, no puedo", sentenció.

Mientras tanto, Amalia sigue caminando la provincia y meditando una decisión que le daría un vuelco de 180° a su vida. Aunque, por lo que ella misma confesó, a boca de urna la posibilidad de que finalmente acepte su candidatura se impone en casi todos los distritos de su cabeza y su corazón.

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