La Justicia absolvió a los imputados por el millonario robo de las joyas de Mirtha Legrand, ocurrido en 2010 en la casa de la diva, en Palermo. Lina Díaz, ex empleada de "la Chiqui", su marido Jorge Petrak y su hijo Orlando Jiménez estaban acusados de ser partícipes necesarios del delito.
"Fue una sorpresa", dijo Mariana Gallego, una de las abogadas de la diva: "Había elementos que nos hacían pensar en esto. La jueza además de dar el veredicto extrajo la declaración de Rave, una testigo que ya veníamos diciendo que era fundamental y traía elementos de la banda y no pudo declarar. Nunca creyó en este testimonio y no declaró".
A pesar de que el veredicto podría apelarse, la letrada dijo que no tenía instrucciones de su clienta para seguir con la causa en Casación: "Ella quería saber la verdad y considero que en estos siete años, nosotros la sabemos".
"Mirtha confiaba en la Justicia, y qué opina de esto, lo tendremos que saber de su boca. Yo le anticipé mi opinión de cómo venía el tema, le anticipé sobre los alegatos, pero lo que importa en un sistema de derecho es la decisión de la Justicia, representada por la jueza Ana Dieta de Herrero", agregó Gallego.
Además, destacó que el caso "quedó impune" ya que aún no se sabe quiénes fueron los responsables del robo. Sin embargo, aseguró que gracias a otras causas paralelas, se puede inferir cuál fue el destino de las joyas.
Para los abogados de Legrand, Lina (trabajó 20 años para Mirtha) y su familia fueron claves para la realización del robo, ya que les habrían entregado a los delincuentes las llaves del departamento de Libertador al 2800, además de información sobre la ubicación de la caja fuerte, donde estaban las joyas.
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