A sus 39 años, el ilusionista Gastón Quieto pasó casi la mitad de su vida recorriendo el mundo de la mano del ilusionismo. Llevó su magia a Cancún, Tokio, Las Vegas y Dubái, entre muchas otras ciudades. Pero sus ganas de traer sus conocimientos a la Argentina y, claro, estar más cerca de su mujer y su hijo, lo trajeron de regreso al país.
Está en pareja con la nutricionista Daniela Lopilato, hermana de Luisana, con quien tuvo a Benicio, de tres años. "Durante todo este tiempo vivíamos (con Daniela) un poquito acá y un poquito allá, casi un amor a distancia. Ahora vine a instalarme y a seguir con mi carrera acá", conto Gastón a Teleshow.
En ese sentido, ya comenzó con sus shows en la Ciudad de Buenos Aires. El sábado pasado tuvo una visita más que especial: sus cuñados, Luisana Lopilato y Michael Bublé, fueron a ver su espectáculo en el restaurante Mala Cara. "Justo estaban Mike y Lu en el país y me vinieron a ver. Mi carrera la tengo hecha, viajé por todos lados, pero donde laburé siempre me han apoyado. Cuando hay un show, si pueden, me vienen a ver, les encanta la magia. Les gusta lo que hago como a mí me encanta lo que hacen ellos. A Noah también le gusta y a todos los chicos les hago magia", dijo Gastón, que conoce a la familia Lopilato desde muy chico.
El ilusionista contó que tiene una relación muy cercana con la familia de su pareja, con quien ya había tenido una breve relación a los 18 años, y después de mucho tiempo el amor los volvió a encontrar: "Siempre que estamos acá nos juntamos con toda la familia, además Beni y Noah tienen la misma edad. Son primitos y están todo el día jugando y compartiendo tiempo en familia".
Respecto al duro momento que les tocó vivir cuando se conoció la enfermedad de Noah, Gastón manifestó que el apoyo de la familia fue uno de los pilares fundamentales para seguir adelante: "De nuestro lado los apoyamos como familia en todo lo que podemos, estando a su lado. La pasaron muy mal".
Pero, tal como afirmó la propia Luisana en presentación de la película que protagoniza, Los que aman, odian, el pequeño "gracias a Dios está bien" y eso se nota en el ánimo de la familia. "Se los ve mucho mejor con la mejoría de Noah, de a poquito todo está volviendo a lo que era antes. A ella la pudieron esperar para la película, está muy contenta", dijo Gastón, sin ahondar demasiado en el tema para preservar la privacidad del pequeño, que ya pasó lo peor y ahora deberá continuar con los controles para ver cómo evoluciona.
Sobre su relación con el canadiense Michael Bublé, reveló: "Nos llevamos bárbaro, es una persona fantástica y muy humilde. Desde que nos conocimos nos llevamos muy bien, hablamos de música y a él la magia le encanta. Tratamos de hablar de todo lo que nos une a pesar de las diferencias. Musicalmente nos gusta lo mismo, a él le encanta el hockey. Hemos pasado Navidades juntos. Cuando toca, soy un privilegiado de verlo en sus recitales, que son fantásticos. El español lo habla muy bien, no perfecto, pero sí se maneja perfecto. Incluso, con sus suegros habla en español. Le encanta aprender y sus chicos hablan los dos idiomas".
De la mano del ilusionismo, Gastón Quieto llegó a lugares que en su vida se imaginó: por ejemplo, realizó shows en la Franja de Gaza, y brindó un espectáculo ante los refugiados de Siria. "Haberme nutrido de tanta diversidad cultural me hace quizás la persona que hoy soy y presento sobre el escenario", reveló, antes de llevar su magia a diferentes rincones de la Argentina.
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