Es uno de los cantantes latinoamericanos que más premios ganó: 22 Grammys, por solo mencionar algunos. Con 30 años de trayectoria, Juanes sorprendió con la presentación de un álbum que tiene 12 canciones, cada una de ellas acompañadas por un videoclip con un puente narrativo que lo vuelve más creativo y novedoso. Esta es la primera vez que el cantante protagoniza una especie de película musical, lo que le llevó a entender y comprender el trabajo de actores profesionales, incluida su esposa, Karen Martínez.
—Es un viaje al futuro, un viaje al espacio, el tiempo es algo muy importante que se ve a lo largo del documental…
—Sí, así es. Es el tiempo y el espacio. Yo creo que es un viaje que de alguna manera se conceptualiza en este visual, pero es el mismo viaje que tenemos en la vida. Estamos buscando día a día nuestra felicidad, nuestro balance con las cosas, y usamos mucho la intuición, siempre estamos como escuchando esa voz interior, eso que nos va guiando en el camino en búsqueda de ese amor.
—¿Crees que la intuición se desarrolla, al igual que la percepción?
—Diría que nacemos con eso. Creo que cuando nacemos somos tan puros, nuestra alma es tan pura y nuestra esencia es pura, que al contrario, como que se van corrompiendo con la información y con lo que va pasando poco a poco en la vida. Por eso es bueno darse una vuelta y mirarse adentro, y recordar quiénes éramos cuando estábamos pequeños y volver a recordar qué es lo que nos hace vibrar.
—¿Lo haces muy seguido?
—Lo hago constantemente. Me parece importante eso.
—Se ve en el documental "Santa Marta": volvés un poco a tus orígenes…
—Sí, claro. Está desde las sierras de Santa Marta, está Medellín que es mi tierra, está México. Está la parte espacial, extraterrestre, planetaria del Universo, pero también esa conexión con la raíz, con lo indígena, con lo autóctono, con lo nuestro, y aparentemente están distantes. Pero para entender la grandeza del Universo tenemos que entender primero adónde estamos. Todo esto son como capas que se le van adhiriendo a las canciones porque son canciones cotidianas que hablan de las cosas que nos pasan todos los días. Pero la medida de la historia se fue acomodando a las canciones porque realmente hicimos primero la música.
—Y se ve cómo va evolucionando a lo largo de la película. Se puede decir que es una película.
—Sí. Digamos que técnicamente no es una película pero parece. Es un disco visual. Tiene 12 canciones con 12 videos y tiene puentes narrativos que es lo que hace que a veces parezca una película.
—¿Qué es lo que más te llama la atención de los indígenas y los astronautas, que aparecen frecuentemente?
—Yo creo que los indígenas son lo que somos, son el origen de la conexión con las raíces, con la tierra, con nuestros ancestros. El tema del astronauta y el tema del espacio es ciencia: esa es la base, es el futuro, es como la dimensión hacia afuera, hacia otro lado, hacia el futuro. Lo otro es hacia adentro.
—En una parte del documental, el personaje se obsesiona con un sueño y lo busca, lo busca, lo busca… ¿Te sentís reflejado? ¿Te pasa?
—Total. Todo lo que está durante el visual son cosas con las que yo me identifico mucho. Pero el hecho de obsesionarte con un sueño, de seguir la intuición, de buscarlo para hacerlo realidad es parte de lo que buscamos todos en la vida, constantemente.
—¿Se puede decir que cumpliste todos tus sueños hasta ahora?
—Hasta este momento he cumplido mucho más de lo que yo me imaginaba, pero sigo soñando. Yo soy un soñador y espero poder seguir haciéndolo, y seguir haciendo realidad diferentes cosas.
—¿Cómo te sentiste en el rol de actor?
—Me sentí extraño porque es como mi lugar de confort, digamos. Pero me encantó el reto de poder estar haciendo esa parte de otro personaje que no era cantar en el video. Y la dirección de Cacho López y el acompañamiento de las actrices y los actores obviamente fue increíble. Me gustó la experiencia.
—Recién decíamos que fue un mes de grabación intenso. ¿Cómo dividiste el tiempo entre Colombia y México?
—Estuvimos literalmente 15 días en México y 15 días en Colombia, sin parar. Eran todos los días de tres de la mañana a otro día, madrugar otra vez y comenzar. Todos los días eran así porque era muy estricta la reglamentación para poder grabar determinadas horas con la luz del día y diferentes opciones de producción. Fue muy intenso pero obviamente tuvimos una planificación de zapatero fino, que fue la productora, de ocho meses más o menos.
—Si tuvieras que decir el mensaje que deja el documental, ¿qué es lo que más te queda?
—Para mí es la búsqueda del amor eterno a través del tiempo y el espacio.
—¿Y el amor eterno lo vivís?
—El amor eterno existe y es eterno hasta que se acaba. La única eternidad que existe es la que cada uno puede vivir. El tiempo no existe. Cuando tú te vas de la tierra, el tiempo no existe.