Fernanda Neil es aún recordada como "Martina de Chiquititas". Sin embargo, su presente tiene muy poco que ver con las extensas jornadas de grabación o las giras teatrales por el mundo. La actriz, como ella misma se define aunque en este momento no ejerza, está alejada de los medios por decisión propia y trabaja en un love store.
En diálogo con Teleshow, contó por qué en este momento de su vida prefiere optar por el bajo perfil, recordó la época en la que trabajaba con Cris Morena y habló sobre su presente. Además, presentó los juguetes sexuales que más compra la gente en su local y aseguró: "Con mi pareja siempre probamos lo que voy a vender para tener la experiencia y compartirla".
Actualmente Fernanda trabaja en By Jadda, un local de corsetería de autor del cual es socia. Su decisión de pegar el volantazo y cambiar de rumbo y de rubro se debió a que quería privilegiar el tiempo con su hijo, Valentín de seis años.
"La actuación está en stand by, hoy elijo otras cosas y otros horarios. Mi mundo gira en torno a mi hijo y acá puedo estar trabajando mientras él está en el cole, no me quería perder su crecimiento porque es algo que no vuelve más", contó y aseguró que el momento que hizo el click fue en la etapa previa a estrenar una obra: "Empecé a ensayar y al final no pude debutar. No podía con el bebé y dije 'no sé cuán necesario es esto'".
A pesar de que hoy no está sobre el escenario, asegura que siempre será actriz, haga lo que haga: "Trabajo desde que tengo 8 años, amo la actuación. Pero hoy tengo la posibilidad de elegir cuántas horas quiero trabajar, es una cuestión de prioridades".
— ¿Qué vendés en el local del que sos socia?
— Es un negocio de corsetería de autor, tenemos nuestra propia línea que se llama Two y arriba tenemos nuestro love store, con juguetes sexuales.
— ¿Quiénes son los clientes que se acercan al local y qué es lo que más se llevan?
— A la gente le gusta mucho lo que es para usar en pareja. Trabajamos con mucha gente de 45 en adelante, con parejas estables y muchos años de matrimonio. Se busca algo para renovar al rutina, que esté pegado al juego, a la complicidad y a la confianza. Hay opciones para el que nunca usó juguetes, aceites… propuestas diferentes para los distintos niveles de aventura.
— ¿Cuál es la diferencia con un sex shop?
— Acá no se vende anda pornográfico. Se apunta al erotismo, a meterle pasión a la pareja, al juego, a que las parejas se sientan a gusto y se puedan renovar. Recibimos más mujeres, pero vienen hombres, estamos para todo el público, no sólo parejas heterosexuales, hay opciones para distintas elecciones.
— ¿Probás la mercadería con tu pareja?
— Estoy hace siete años con el papá de mi hijo, siempre probamos lo que vamos a vender para tener la experiencia y compartirla. Es un lugar que te refuerza esto de renovarse y llamarle la atención a tu pareja.
La vida de Fernanda hoy pasa fundamentalmente por su hijo: "Me levanto 5.45 lo llevo al colegio, entreno, vengo al local y después voy a buscar a mi hijo al colegio y le dedico la tarde a él". Sin embargo, su paso por Chiquititas, nunca lo olvidará: "Me llama la atención porque pasó mucho tiempo y la gente me sigue recordando, evidentemente marcó una generación. A mí me pasó con Jugate Conmigo, pero cuando estás del otro lado es raro. Estoy muy agradecida y es un mimo que el público se te acerque".
Sobre cómo vivió aquella exposición, asegura que nunca dejó de hacer su vida con normalidad, sólo que después del colegio, en lugar de estar en su casa, se iba a grabar.
"Extraño el teatro y las producciones de Cris y esos espectáculos tan artesanales y lo veo a la distancia y eran unos shows impresionantes. Uno no es muy consciente de eso. Fueron experiencias muy lindas y las repetiría. Son cosas que uno después no vive más", recordó con una sonrisa.
Fernanda asegura que no le cuesta ni sufre no estar en el medio: "Siempre tuve una vida normal y me consideré trabajadora, nada más que eso".
En el 2007, además, fue una de las figuras de Gran Hermano Famosos y ahí sí la exposición la agarró un tanto desprevenida: "Me parece un juego interesante, lo que se arma alrededor son las reglas del medio, pero no es lo que elijo, me di cuenta después. No me divierte estar expuesta. Prefiero que se hable de lo que estoy haciendo, y si no me habla, no me molesta".
Alejada de los medios masivos, pero no de su pasión, Fernanda forma parte del grupo de teatro San Carlos, que trabaja con una fundación: "Nos envían proyectos y los llevamos adelante. Si los chicos necesitan que les hagamos una obra, vamos. Hacemos funciones para recaudar fondos para subvencionar proyectos. Es lindo porque se necesita mucha energía y me hace bien, somos todos muy felices de participar y sabemos que tiene un buen fin y buen destino. Nos sentimos parte de querer un mundo mejor y tratamos de alegrar a los chicos".
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