El caso de Sir Antony Hopkins es realmente emblemático. A pesar de que ya había realizado muchos filmes ingleses, su participación en "El silencio de los inocentes" le otorgó la fama mundial. El actor, que en ese entonces tenía 53 años, interpretó a Hannibal Lecter, un personaje que quedará en la memoria de todos. Ahora, con 79 años, encontró su lugar en la televisión, precisamente en la serie Westworld, en donde se convierte en el brillante científico y genio, Dr. Robert Ford.
La australiana Nicole Kidman hace tiempo que no tiene grandes éxitos en el cine. A pesar de esto, en la última entrega de los Oscar logró una nominación por el film Lion, interpretando a la madre de Dev Patel. Pero la propuesta de HBO en Big Little Lies le otorgó un nuevo aire y cambio de frente. Su "Celeste" en la serie es un personaje complejo con muchos misterios y secretos. Allí es una madre de dos niños pequeños y su pareja es es ni más ni menos que Alexander "Tarzan" Skarsgard.
Jane Fonda fue una sex symbol en los años 70 y es conocida por todos por su activismo político tras la guerra de Vietnam, sus videos sobre aerobics, su matrimonio con Ted Turner y, por supuesto, su extensa carrera cinematográfica. Y si bien su participación en la película "Una suegra de cuidado", con Jennifer Lopez, fue la que la volvió a primera plana, la serie Grace and Frankie, la trajo de regreso al éxito a sus casi 80 años.
Jessica Lange y Susan Sarandon brillan juntas en la nueva serie de Ryan Murphy, Feud. Pero La "ex King Kong" supo brillar y ganar todos los premios en la serie de terror American Horror Story. Además pudo superar el prejuicio de su edad y concentrar al espectador en su capacidad actoral y seguir pareciendo atractiva.
Por María Eugenia Capelo