Hoy, tratándose de una figura pública -la gran estrella mediática de 2016- y gracias a las redes sociales, todo se sabe sobre la vida de Carolina Ardohain. O casi todo… Que está muy feliz junto a Pico Mónaco, que volvería al jurado del Bailando, que hará una película erótica. Pero de su pasado, ¿qué se sabe? De su infancia, por caso, en La Pampa. Lo cuenta ella.
"Me crié en el campo y ahí te la pasabas horas jugando al aire libre. Te las arreglabas con lo que había en la naturaleza -declaró en un reportaje, años atrás-. Con mis primos y mis hermanos armábamos carpas de indios con palos. Había mucha imaginación. Antes (los padres) nos daban una libertad absoluta, te ibas todo el día con la bicicleta a andar por ahí. Cuando era chica había esa confianza de que nada malo te iba a pasar. Era otra mentalidad y otra época de seguridad, caerte de un árbol y quebrarte un brazo era el peligro más grande".
Eso es lo que hacía Carolina, cuando lejos estaba de ser "Pampita". Aunque más bien… ¡lo era más que nunca!, casi como si fuera una paradoja. Porque así se veía de pequeña:
La modelo subió este viernes esas dos fotos a su cuenta de Instagram, explicando que son de cuando tenía tres años y fueron tomadas en Doblas, La Pampa.
Pasaron 34 años. La vida de Ardohain se trasladó a la ciudad desde hace tiempo, y el ritmo es mucho más vertiginoso para una de las mujeres más famosas del país. Aunque aquella niña es, hoy, una hermosa mujer. Porque algunas cosas, en su esencia, nunca cambian…
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