La transformación de Victoria Xipolitakis es notable, y podría encontrar su origen en la ruptura -como sociedad mediática- de su hermana, Stefy Xipolitakis. Y así, cuando decidió dejar de ser una de las Mellizas Griegas, Vicky empezó a ganarse un nombre, aunque ya tenía el apellido. Desde entonces levantó el perfil, quedando involucrada en un sinfín de polémicas.
Pero el cambio más llamativo es el físico: cada vez más exuberante y curvilínea, muy lejos del cuerpo que mostraba al exhibirse junto a su hermana, cuando muchos las llamaban Las Urracas… ¡Cuánta maldad! Y si la comparación es incluso anterior, con su infancia y en los primeros tiempos de la adolescencia, aparece el asombro.
Porque… ¡esta era Vicky!
"Desde chiquita con actitud", dice la rubia sobre la foto en una playa de la Costa bonaerense, en la que está haciendo pis en la arena. "Lo que nunca cambió: mis ojos y mi sonrisa", destaca Victoria sobre el segundo par de fotos, ya cerca de la adolescencia.
Y hubiera sido impensado, en aquellos años felices, sospechas siquiera que esa niña se convertiría en esta mujer:
¡Y no habría cómo imaginarlo! Si Vicky es única, original, ¡nunca vista! Por eso la bancamos.
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