Un comentario más de los tantos que suele haber en los realities televisivos, propio de quien busca notoriedad por la vertiginosa autopista del escándalo, destapó una dolorosa historia familiar. Sucedió a principios de esta semana, cuando un participante de Cuestión de peso contó —como si tal cosa— que había mantenido un romance con Jorge Bechara, el papá de Ailén Bechara.
La modelo evitó explayarse en declaraciones públicas sobre los dichos del joven. Sólo pidió respeto, habida cuenta de que Jorge enfrenta en estos días una delicada enfermedad. Esta circunstancia propició un acercamiento entre padre e hija que se demoró casi diez años. El divorcio de su mamá habría generado una decepción muy grande en Ailén. "A los 13 años empecé terapia por él", confesó una vez en un programa televisivo donde terminaron cruzándola al aire con Jorge.
Tras aquella traumática separación, la rubia llegó a Buenos Aires en búsqueda de la concreción de los sueños de fama, dejando atrás su Darragueira natal. Su partida no hizo más que afianzar las distancias geográficas y emocionales. Hoy, a su lado en este difícil presente, quizás Ailén logre hacer las paces con Jorge. "Del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer", cantaba Gustavo Cerati.
Pero el caso de Ailén Bechara no es aislado. Otras colegas tuyas también mantienen —o mantuvieron— relaciones tan complejas como turbulentas con sus progenitores.
Wanda Nara
La foto de Wanda Nara con sus padres, Andrés Nara y Nora Colosimo, parece propia de una familia ideal. Pero las fotos engañan, aún sin la necesidad del Photoshop… Resulta improbable siquiera soñar con que esa imagen se repita: el clan Nara estalló en mil pedazos. ¡Perdón! Nos dejamos llevar por un lugar común. Estalló en dos, con Wanda, Nora y Zaira Nara de un lado, y Andrés en la vereda de enfrente.
Varios motivos habrían interrumpido el contacto cotidiano de la ex Bailando por un sueño con su papá. La popularidad primero —aún cuando Andrés la defendió públicamente tras la difusión del tan mentado video íntimo— y el dinero más tarde —que llegó en cantidad con su relación con Maxi López—, le habrían quitado cierta "humildad y sencillez" a la hermana de Zaira, de acuerdo a la visión de su papá.
Wanda, en tanto, lo acusaría de haberle sido infiel a su mamá. Tampoco le perdonaría la relación cordial que Andrés conserva con Maxi: el hombre nunca aprobó la Icardiada. Y la llegada a la familia de Cari Nara habría sido demasiado para ella: nunca la aceptó. Pero están quienes creen que Nara la dejó al aire en Intrusos para darles un claro mensaje a sus dos hijas, algo así como: "Lo hice por ustedes". Es que Cari las había acusado de "abandonar" a su abuela, Rosa, quien murió a principios de febrero.
Pero, ¿alcanzará ese gesto —poco caballero— de Andrés para hacer las paces?
Nicole Neumann
Cuando apareció en los medios siendo una lolita —modelaba con ¡12 años!— hizo a un lado el apellido paterno, Unterüberbacher, para adoptar el materno y desde entonces ser Nicole Neumann. Más allá de su dificultosa pronunciación, la decisión fue sentimental: tenía nula relación con su padre, el austríaco Bernd Unterüberbacher, quien se alejó de su madre, Claudia Neumann, cuando ella era una beba.
Cuando saltó a la consideración general de los medios, más de dos décadas atrás, Nicole no lo conocía. ¡Es más! Ese encuentro inaugural y poco amigable recién se produjo a los 18 años, en un café de París, y cuando la relación de Nicole con Claudia —familiar y laboral, ya que su mamá era también su representante— se resquebrajó. A partir de allí, casi de la nada, construyeron una relación y sanaron las heridas.
Ahora, pese a que Bernd —instructor de esquí y empresario— vive en Suecia, a padre e hija ya no los separa aquella distancia que llegó a ser mayor que todo el Océano Atlántico. Y mantienen un vínculo cálido, el mismo que alguna vez alcanzó una mayor frialdad que el invierno nórdico. Sin embargo… "Siempre me faltó la contención paternal y me sigue faltando, porque él está lejos", lamentó Nicole, tiempo atrás.
Jesica Cirio
"Mi papá no está en sus cabales". Jesica Cirio dejó esa sentencia tan dolorosa como triste unos meses atrás, cuando Horacio Cirio publicó en las redes un video donde, desencajado, la amenazaba con "cargarl… a trompadas". Pesaba sobre él una orden de restricción impuesta por la modelo, una última medida a la cual se arribó tras un sinfín de escándalos públicos que convirtieron a Horacio en un personaje mediático poco feliz.
Todo arrancó cuando, ya separado de la mamá de Jesica, Don Cirio hizo un derrotero en los medios procurando mostrar una delicada situación económica. En pareja con otra mujer, con quien tuvo un hijo, Tiziano Cirio, le exigía a la modelo una suma de dinero. En 2012, con el nacimiento de su hermano, Jesica compró una vivienda para que al niño no le faltara un techo. Pero exigió que se escriture a nombre de Tiziano para impedir que se venda o sea utilizada con otra finalidad.
La alta exposición de Horacio, sus declaraciones fuera de lugar, sus amenazas, en algún momento afectaron anímicamente a Jesica. Y vistas las innumerables apariciones públicas de su papá, con quien ya no existe contacto alguno, resulta difícil no otorgarle cierta credibilidad a su frase inicial…
Adabel Guerrero
Uno es uno y sus circunstancias. Y sobre todo, lo que hace para cambiarlas… Adabel Guerrero lo hizo todo, construyendo una historia de superación sobre un drama familiar muy profundo. Además de los problemas de su hermano, Emiliano Guerrero, quien estuvo detenido por robo, la bailarina debió lidiar desde pequeña con la ausencia de su papá, quien se fue del país tras el divorcio, dejando a sus dos hijos con su madre en una casa de La Plata.
"Vivía en Estados Unidos y aparecía una vez por año a saludarnos. Eso no es un padre", contaba en 2011, en épocas de su participación en el Bailando. El contacto siempre fue esporádico, y el hombre ni siquiera se acercó cuando la mamá de Ada —que tenía problemas con el alcohol— murió siendo ella apenas una adolescente.
"La danza me salvó la vida. Es un mundo mágico donde me olvidaba de todo", contó Guerrero, quien anhela formar una familia. Cuando su sueño se concrete, ya sabrá todo lo que no tiene que hacer: aquello que ha padecido…
Celina Rucci
Durante años Celina Rucci creyó que su padre era uno de los desparecidos durante la última Dictadura. Con esa idea pasó su niñez y adolescencia, en una crianza compartida por su mamá y su abuela, el sostén económico de la familia, hasta que dejó su casa con precoces 17 años. Y esa certeza tenía cuando empezó a ser reconocida en los medios.
Pero… "La vida me dio una revancha, una oportunidad", le contó Rucci a Teleshow, en diciembre de 2016. "A los 28 años conocí a mi papá. Hoy tenemos una relación increíble, que la forjamos, y es una persona maravillosa. Vive en Río de Janeiro", decía la conductora, días antes de viajar a Brasil para pasar las Fiestas por primera vez junto a su progenitor.
A quien le costó asimilar ese reencuentro fue a la mamá de Celina. "Fue muy doloroso para ella. Y como madre la entiendo muchísimo. Pero era una necesidad mía y con mucha comunicación, y lo superó". También hubo un trabajo interno en ella, asistido por la terapia, y así Rucci pudo asimilar las consecuencias de haberse desarrollado sin una figura paterna, y también de encontrarse con él, tantos años después…
Y entonces se dijo: "Bueno, quiero darle una oportunidad a esta relación, a este vínculo. No quiero reproches, no quiero: '¿Por qué me abandonaste? No sé por qué'. No quiero tango. Veamos de acá para adelante qué se construye…". La foto que antecede a esta líneas, donde se los ve abrazados en Brasil, es el cierre de aquel proceso.
O el comienzo.
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