Diego Torres se considera, además de artista, un entretenedor, porque transmite no sólo música, también ideas y emociones, logrando gestar con el público "un canal establecido, un vínculo muy sólido". Escucharlo hablar es parte de contemplar su modo de vida: una estrella de esas que aún no quedan, amable, alegre, atento y dialoguista. Pareciera que aquel egocentrismo estelar no lo tocó, o le pasó muy de lejos.
El 12 de febrero se llevará a cabo en el Staples Center de Los Ángeles la 59° ceremonia anual de los premios Grammy donde este músico argentino está nominado a Mejor album de pop latino por su disco Buena vida, producido por Rafael Arcaute y Julio Reyes Copello. Esto se suma a las tres nominaciones que logró en los Grammy latinos: Mejor álbum vocal pop, Mejor álbum vocal tradicional y Grabación del año por "Iguales".
"Estoy muy contento con todo lo que viene sucediendo con este disco Buena vida. Primero las nominaciones al Grammy latino y ahora la nominación al Grammy americano que también es algo muy importate. Es otra gente la que vota, la que recibe los discos, las que designa quiénes son los nominados. Todo estas cosas sirven para seguir trabajando, sobre todo por el esfuerzo, por la pasión, por el desafío, por todo lo que hay a la hora de hacer un disco", le dijo a Teleshow con una sencillez asombrosa.
"Siempre uno escuchó que más difícil que llegar es mantenerse. Yo creo en hacer una carrera que perdure en el tiempo, ir evolucionando como artista, ser inquieto, trabajar con uno con otro, aprender, experimentar, ir renovando los sonidos en lo que refiere a la música que rodea mi voz, las letras…", comentó y finalmente concluyó: "La respuesta de la gente ha sido de una complicidad y un recibimiento grande".